Dice el chef José Andrés que de niño se hubiera comido antes un perrito caliente que brócoli. Lo cierto es que no sería ni el único niño de entonces ni el único adulto de ahora que soñase despierto con una jugosa hamburguesa antes que con un plato de esta verdura a la que tanto le cuesta conquistar.
¿Qué tiene este arbolito verde cargado de vitaminas que ha generado tanto escepticismo dentro del universo de los vegetales? Según una investigación publicada en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, las enzimas de las verduras del género Brassica y las bacterias de la saliva pueden producir olores desagradables y sulfurosos.
Es cierto que contra la química no podemos hacer nada, pero sí podemos procurar que, hasta que esa reacción ocurra, la manera de prepararlas las convierta en irresistibles.
No nos cansamos de repetir que las verduras no tienen que ser aburridas, el límite de la diversión lo pones solamente tú y, como ocurre siempre en la cocina, es todo cuestión de algo más de tiempo y dedicación.
Me explico: es posible que medio brócoli al vapor con un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima no sea santo de tu devoción, pero si inviertes un par de minutos más en currarte un buen aliño o sazonador, la cosa seguro que pinta de otro color.
Hay cocineros que son expertos en convertir lo mundano en algo épico. Sin necesidad de liarse con técnicas, artilugios ni ingredientes, logran que un simple plato de verduras quede siempre para el recuerdo.
En ese grupo de gente encontramos a Alex Marugán, chef y propietario de Tres Por Cuatro y su más reciente proyecto, Pacto Raíz, que siempre ha sido aplaudido por defender esa cocina sencilla, rica y accesible.
Es en este último restsurante, inspirado, donde han querido rescatar el icónico brócoli de Taberna Recreo, un plato en homenaje a este referente en la capital que cerró sus puertas y ha dejado el local en manos de Marugán, además de una huella indeleble gracias a platos como éste.
Lo que hacen desde Pacto Raíz con el brócoli es comprarlo y dejarlo en la nevera un par de días sin utilizar, para que pierda un poco de agua y a la hora de freir sea más sencillo y acabe siendo más crujiente.
"Al cabo de dos días lo cortamos en arbolitos, lo freímos directamente a 180 - 190 grados, lo sacamos y con la mezcla de sal y comino que se espolvorea, junto con la otra mezcla de kimchi y lima. Acabamos rallándole un poco de lima por encima. Es muy simple" explica Marugán.
Brócoli frito con kimchi
Rocío Martínez, cocinera y encargada del local, comparte los ingredientes y el paso a paso de esta receta que tenía todas las papeletas para convertirse en una de las más aclamadas de Pacto Raíz.
Ingredientes
- Brócoli, 1 ud
- Comino en polvo, 50 g
- Sal ahumada, 50 g
- Salsa kimchi, 150 g
- Lima, 50 g
- Aceite de girasol
Paso 1
Mezclar el comino y la sal.
Paso 2
Mezclar bien la salsa de kimchi y el zumo de limas.
Paso 3
Cortar el brócoli en arbolitos, de tamaño mediano.
Paso 4
Freír el brócoli en aceite muy caliente (170 grados más o menos).
Paso 5
Pasar a un bowl con papel cocina para secar exceso de aceite.
Paso 6
Espolvorear la mezcla de comino con ayuda de un colador.
Paso 7
Emplatar y rociar la salsa de kimchi por todos los arbolitos.
