
Una tortilla.
La cena ligera que preparo con un bote de alcachofas todas las semanas: lista en 15 minutos y rica en proteínas
Una receta barata, sana y con pocos ingredientes.
Más información: Ni guiso ni ensalada: la cena ligera y deliciosa de un chef con una lata de maíz, en solo 12 minutos y usando solo un bol.
- Comensales: 2
En tiempos de cocina rápida y soluciones prácticas, las conservas se han convertido en aliadas imprescindibles para quienes buscan sabor y calidad sin renunciar al ritmo del día a día. La tortilla de alcachofas, elaborada a partir de corazones en conserva, es un ejemplo perfecto: un plato sabroso, fácil de preparar y con un notable perfil nutricional.
Aunque muchas recetas tradicionales utilizan alcachofas frescas, la versión en conserva permite disfrutar de esta hortaliza durante todo el año y sin las complicaciones del pelado y la cocción previa. Además, si se elige una buena conserva (preferiblemente en aceite de oliva o al natural) el resultado puede ser tan delicioso como el original.
Tortilla de alcachofas: una cena ligera, fácil y proteica
Ingredientes
- Bote de corazones de alcachofa, 1 (unos 200-250 g escurridos)
- Huevos grandes, 4
- Dientes de ajo, 1
- Cebolla, 1/2 (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra, c/n
- Sal y pimienta, al gusto
- Unas hojas de perejil fresco (opcional)
Paso 1
Preparar las alcachofas: Escurre bien los corazones de alcachofa y sécalos ligeramente con papel de cocina. Si están enteros, córtalos en cuartos o mitades, según el tamaño. Algunas marcas ofrecen alcachofas ligeramente aderezadas o en aceite: en ese caso, conviene revisar el nivel de sal antes de condimentar el resto del plato.
Paso 2
Saltear los ingredientes: En una sartén mediana, añade un chorrito de aceite de oliva y sofríe un diente de ajo picado finamente. Si decides usar cebolla, este es el momento de incorporarla, cortada en juliana o brunoise. Cocínala a fuego medio-bajo hasta que esté transparente. Añade las alcachofas y saltéalas durante unos 5-7 minutos, hasta que tomen un ligero color dorado y suelten parte de su humedad. Retira del fuego y deja templar.
Paso 3
Batir los huevos: En un bol grande, bate los huevos con una pizca de sal y pimienta. Incorpora las alcachofas y el sofrito. Mezcla bien para que los sabores se integren. Si quieres un toque extra de frescura, puedes añadir unas hojas de perejil picado.
Paso 4
Cocinar la tortilla: Calienta una sartén antiadherente con unas gotas de aceite. Vierte la mezcla y cuaja la tortilla a fuego medio, removiendo ligeramente durante los primeros segundos para que quede más jugosa por dentro. Cocina durante 2-3 minutos por cada lado, dependiendo del grosor y del punto de cocción deseado. Si prefieres una tortilla más cremosa, reduce el tiempo de cocción; si la prefieres más firme, prolonga unos minutos por cada lado.
Paso 5
Servir: La tortilla de alcachofas se puede servir caliente, templada o incluso fría. Acompañada de una ensalada verde, pan rústico o una crema fría, se convierte en una comida completa y equilibrada.
La tortilla de alcachofas es un plato rico en fibra, proteínas de alta calidad y grasas saludables. Las alcachofas, incluso en conserva, aportan inulina (una fibra prebiótica beneficiosa para el sistema digestivo), potasio, magnesio y antioxidantes como la cinarina, que favorecen la función hepática y la digestión de las grasas. Los huevos, por su parte, son una excelente fuente de proteínas completas, además de contener vitamina D, colina y luteína, beneficiosas para la salud cerebral y ocular.
Por otra parte, el uso de aceite de oliva virgen extra no sólo suma sabor, sino que aporta ácidos grasos monoinsaturados y compuestos antiinflamatorios. Como decíamos, si se elige una conserva de calidad y se modera la sal, este plato puede incluirse perfectamente en dietas equilibradas, tanto omnívoras como vegetarianas.
No obstante, más allá de sus propiedades, la tortilla de alcachofas es también una receta de aprovechamiento, sostenible y muy versátil. Además, se puede enriquecer con queso curado, jamón serrano en daditos e incluso una pizca de curry para darle un toque diferente. Su sencillez la convierte en una opción ideal para quienes buscan cocinar con pocos ingredientes, pero con mucho sabor.
Otras recetas con alcachofas
Si tienes muchas alcachofas y no sabes qué hacer con ellas o te has hecho un adicto o adicta a esta verdura tras probar la tortilla de alcachofa, aquí tienes otras recetas a base de este alimento. La más sencilla: alcachofas asadas enteras, un clásico que nunca falla. Algo más complejo: una ensalada de alcachofas con vinagreta de huevo y anchoas; o estas alcachofas confitadas con salsa de paté, un plato con el que cautivarás a tus invitados. Y, si no, aquí tienes también una recopilación de nueve recetas fáciles con alcachofas para que elijas la que más te guste.