Una de las preguntas más habituales en la cocina tiene que ver con saber la manera en la que se deben cocinar los huevos en una sartén de acero inoxidable, evitando que estos se peguen y tampoco se pegue el aceite en la sartén.
Para solventar cualquier duda al respecto, el chef y creador de contenido Alfredo Vozmediano (@vavozmechef) ha aprovechado una de sus publicaciones en las redes sociales para explicar cuál es el procedimiento a seguir para conseguirlo, destacando que todo se resume en dos claves: la temperatura y la grasa.
De esta manera, teniendo en cuenta estos dos factores, los huevos fritos tendrán un resultado espectacular. Para empezar, el experto recalca que el truco más repetido dice que hay que calentar la sartén hasta que al echar antes un poco de agua, esta "patine" por completo, al tener lugar el efecto Leidenfrost.
Sin embargo, asegura que el problema que existe es que, a esa temperatura, que es de unos 200 grados centígrados, las grasas se queman, especialmente el aceite de oliva, cuyo punto de humo se encuentra en unos 180 °C.
Por lo tanto, Vozmediano deja claro que la temperatura ideal es de 100 a 100 °C, lo que hace que al echar agua esta patine en el centro mientras burbujea y se evapora en los bordes. Ese es el punto exacto que se debe buscar antes de añadir grasa.
Por otro lado, el chef también recalca la importancia de utilizar la grasa apropiada, destacando que las grasas saturadas aguantan mejor el calor y se oxidan menos. Tras probar varias de ellas, ha concluido que la que mejor funciona de todas es la mantequilla clarificada (ghee), la cual se obtiene tras derretir la mantequilla y separar la grasa del suero.
Su punto de humo se sitúa entre los 230 °C y los 250 °C, por lo que considera que es perfecta para preparar huevos fritos.
En conclusión, Alfredo Vozmediano indica que se debe calentar la sartén a unos 110 grados centígrados, hasta que el agua patine en el centro, pero no en los bordes, para luego agregar una cucharadita de mantequilla clarificada fría.
De esta manera, al colocar los huevos, estos no se pegarán y se podrán utilizar fácilmente para preparar unos huevos fritos, una tortilla, etcétera.
Otros consejos de Alfredo Vozmediano
Alfredo Vozmediano, como experto en la cocina, nos ofrece otros consejos que se deben tener muy en cuenta para poder conseguir los mejores huevos fritos, siendo uno de ellos el de calentar la sartén poco a poco, a fuego medio para tener más control.
También recomienda que se hagan pruebas con el agua hasta que se pueda identificar bien el momento en el que la mantequilla no se va a quemar, lo que resulta clave para poder llegar a conseguir los mejores resultados.
El experto destaca que, aunque la superficie de la sartén pueda estar a una temperatura de 110 °C, cuando se añade la mantequilla, se puede ver cómo esta asciende rápidamente a casi 200 °C si se utiliza un termómetro, que capta solo la superficie.
Por lo tanto, el resto de la sartén está mucho más caliente, lo que supone que incluso a esa temperatura se puede acabar quemando. Es por ello por lo que insiste en la importancia de usar la temperatura justa y la grasa adecuada para poder evitar cualquier tipo de problema a la hora de preparar unos huevos fritos perfectos.
Los errores más habituales
El huevo frito es un básico de la cocina popular y tiene fama de ser fácil de preparar, pero realmente su preparación va más allá de limitarse a tirar un huevo sobre una sartén con aceite. De hecho, existen varias técnicas de elaboración distintas, que dependen de las preferencias de cada uno.
Sin embargo, existen una serie de errores frecuentes que se cometen que destrozan el resultado final, entre los que se encuentran los siguientes:
- Elegir un huevo de mala calidad: preparar unos buenos huevos fritos exige de un buen huevo, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de hacer la compra. Es muy importante que el huevo sea fresco, sin ser tan importante su tamaño.
- Cáscara en la sartén: otro error frecuente pasa por no evitar que la cáscara caiga en la sartén. Esto es muy importante para evitar cualquier problema sanitario como la salmonelosis. Es preferible romper con cuidado la cáscara y ponerla en una tacita para controlar su calidad.
- No elegir una sartén apropiada: para conseguir un buen huevo frito es necesario elegir una sartén antiadherente y que sea más pequeña que grande para evitar que se desperdicie aceite y que el huevo quede más recogido. Asimismo, hay que usar un aceite de oliva suave, de buena calidad y no reutilizado.
- Olvidarse de la sal: independientemente de la técnica utilizada, nunca hay que olvidarse de poner sal al huevo frito. Para ello se puede poner una pizca de sal fina nada más llevar el huevo a la sartén, o ponerla al final de la fritura, algo que depende de las preferencias de cada uno.
- Tardar en disfrutar del huevo frito: un punto sencillo en el que coinciden todos los chefs es que el huevo frito no admite esperas, por lo que siempre se debe comer recién hecho, al momento.
