Karlos Arguiñano ha vuelto a conquistar a su audiencia con una receta sencilla, rápida y muy saludable. En el último episodio de Cocina Abierta, el popular chef vasco ha preparado unas empanadillas de espinacas y huevo que no solo se elaboran con ingredientes asequibles, sino que además no requieren fritura, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan comer bien sin complicarse.
“No hace falta freírlas y solo necesitas dos huevos”, ha afirmado Arguiñano mientras explicaba cómo lograr unas empanadillas sabrosas al horno, sin apenas grasa y listas en menos de media hora. Su propuesta ha causado sensación entre sus seguidores, que valoran cada vez más las recetas que permiten aprovechar lo que hay en casa y que no exigen grandes habilidades culinarias.
Un relleno simple que siempre funciona
El corazón de estas empanadillas es una mezcla básica pero efectiva: espinacas rehogadas con ajo, dos huevos cocidos, unas pasas y un toque de sal. Todo se envuelve en obleas para empanadilla que se pueden encontrar en cualquier supermercado. “Haciendo un relleno sencillo y casero, siempre van a salir ricas”, asegura el chef, que propone también acompañarlas con salsa de tomate caliente y un poco de perejil fresco.
Las espinacas pueden ser frescas o congeladas, algo que Arguiñano deja claro durante la emisión. En caso de usar las congeladas, recomienda escurrirlas muy bien para que el relleno quede compacto y no humedezca la masa. Además, sugiere variar los ingredientes si no se tienen pasas: se pueden sustituir por piñones o incluso por restos de otras verduras como puerro o acelga. “Es una buena forma de aprovechar lo que tengamos por la nevera”, apunta.
El truco para unos huevos perfectos
Uno de los puntos clave de la receta es la cocción de los huevos. Arguiñano indica que deben hervirse durante 10 minutos exactos para que la yema quede bien hecha pero sin pasarse. Después, hay que pelarlos, picarlos y mezclarlos con las espinacas y las pasas. Este paso, aunque sencillo, marca la diferencia en la textura final del relleno.
Al optar por el horneado en lugar de la fritura, el resultado es una empanadilla más ligera, dorada por fuera y suave por dentro. Para lograr ese acabado perfecto, se recomienda precalentar el horno a 200 ºC y hornearlas durante 10 o 12 minutos sobre papel vegetal, hasta que se vean crujientes y con buen color.
Una receta ideal para toda la familia
Esta versión de las empanadillas ha sido especialmente bien recibida por su enfoque saludable y versátil. No solo es ideal como segundo plato o cena ligera, sino también como opción para llevar al trabajo o servir en reuniones informales. Cada ración, según la receta, consta de tres empanadillas acompañadas de salsa de tomate, una presentación sencilla que se adapta a todos los gustos.
Arguiñano recuerda además que se pueden preparar en grandes cantidades y congelar antes de hornear, lo que permite tener siempre una comida lista en pocos minutos. “Con muy poco, puedes hacer mucho”, insiste el cocinero, fiel defensor de la cocina casera y sin complicaciones.
El éxito de lo simple
Esta receta vuelve a confirmar que el éxito de Arguiñano reside en su capacidad para transformar ingredientes cotidianos en platos sabrosos y accesibles. Sin técnicas sofisticadas ni ingredientes caros, estas empanadillas de espinacas con huevo son un ejemplo más de cómo comer sano no tiene por qué ser aburrido ni complicado.
Además, al sustituir la fritura por el horno, se consigue una versión mucho más ligera y adecuada para todos los públicos, incluidos niños o personas con dietas bajas en grasa. Y como guinda, el sabor ligeramente dulce de las pasas aporta un contraste que convierte cada bocado en algo especial.
En tiempos en los que se busca ahorrar tiempo, dinero y calorías, la propuesta de Arguiñano brilla con luz propia. Y como él mismo diría: “¡Rico, rico y con fundamento!”