Este truquito de hoy probablemente interesará más a las chicas, aunque estoy segura de que algún chico igual siente curiosidad, que al fin y al cabo a todos nos gusta cuidarnos.

Lo que os proponemos es una versión casera (y dicho sea de paso, ¡muchísimo más barata!) del exfoliante labial de Lush y la vamos a hacer con productos comestibles por lo que el resultado final también lo es.

Ingredientes

  • 1 cucharada colmada de azúcar normal (*)
  • 1 cucharada colmada de azúcar glacè (*)
  • 1 cucharada rasa de aceite de girasol
  • 1 cucharada rasa de concentrado de fresa para cócteles (tipo granadina, pero de fresa)

(*) Se puede jugar con la cantidad de uno y otro azúcar para variar la textura. Si queremos que sea más rugoso podemos poner todo el azúcar normal o incluso añadir más cantidad y “rascará” más, eso depende de las necesidades de cada uno.

Preparación del exfoliante labial casero y comestible

  1. Tan sencillo como mezclar todos los ingredientes y ya lo tendremos listo para usar.

Resultado

Por pocos céntimos tenemos una versión casera de un producto comercial, cuyo coste es de 7.50 €/25 g (si las cuentas no me fallan son 300 €/kg).

El azúcar es un conservante natural, por lo que en un tarro bien cerrado dura bastante tiempo, aún así a mí no me gusta hacer mucha cantidad porque el azúcar acaba cristalizando y si se deja mucho tiempo se acaba endureciendo demasiado, lo mismo que le pasa al producto comercial. Lo bueno es que se prepara en un minuto y podemos hacer muy poca cantidad siempre que lo necesitemos.

Si no tenéis el concentrado de fresa o la granadina, se puede substituir por unas gotas de aroma de fresa o de otro sabor de los que se usan en repostería.

Y, ¡ya está! ¡Todos a dar besos dulces y suaves!

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