Para muchos malagueños y turistas, el Asador Iñaki es sinónimo de culto carnívoro. Y es que, este restaurante es uno de los más conocidos en Málaga, presume de una carta extensa con una gran lista de cortes de carne de la máxima calidad. Un restaurante que ya se ha convertido en una de esas paradas obligatorias para los amantes de la carne y a la que también se ha acercado Pablo Cabezali.
"Estamos en un restaurante icónico y mítico en Málaga, el Asador de Iñaki. Un sitio muy famoso de carnes", arranca Cabezali en uno de sus vídeos y acompañado de Antonio Gutiérrez. La carta, desde los entrantes hasta las carnes, es tan variada como intensa: carpaccio de wagyu, setas a la parrilla, pulpo a la brasa o kokotxas al pil-pil.
Pero lo que más llama la atención al creador de contenido son las carnes: "Tiene varias páginas dedicadas a cortes y razas, con precios desde los 80 a los 125 euros", señala.
El creador de contenido empieza con un tartar de wagyu por 25 euros y preparado en mesa: "Está rico, suavecito, tiene una textura muy buena", comenta. Aunque valora la experiencia, lanza una primera crítica: "Un tartar no es el mejor plato para saborear la carne, pero como experiencia y como textura está muy bien".
Después llega el plato estrella de la casa: pulpo a la brasa (12 euros). "Nunca he probado un pulpo tan blando, es raro. La textura parece como una anilla de calamar. Lo encuentro un poco salado para mi gusto, pero se disfruta", confiesa. Sin embargo, hay un pequeño detalle que no acaba de convencerle con la llegada de este segundo plato: "Qué pena que no cambien los cubiertos entre plato y plato. En sitios de este estilo te lo cambian", lamenta.
El asador más famoso de Málaga
El estofado de boletus y trufa (22,50 euros) también se prepara en sala y para Cabezali no está a la altura de lo esperado: "Lleva demasiada cebolla y se nota mucho para mi gusto. No me ha gustado. Dentro de todo lo gourmet que puede ser este plato, para mí está flojo".
Tras estos entrantes llega la verdadera protagonista de la carta: la carne. El primer chuletón de vaca (119 euros) deja sensaciones tibias. "Tiene sabor, empieza suave, luego coge un poco de carrerilla pero no es una cosa súper potente. Está bien atemperada pero intensidad de sabor le falta". El creador de contenido también destaca un detalle del cuchillo para carne que no deja pasar desapercibido: "El cuchillo no está al nivel del restaurante, muy básico", asegura.
El segundo chuletón (210 euros), algo más madurado, sube ligeramente el listón de la comida: "A mí me gusta más que el otro, es muy auténtico de carne. Se come fácil y me está gustando". Sin embargo, destaca que pese a ser un sitio donde se come rico, "no es una locura. No es un templo de la carne. Creo que vienes aquí, pides carne y disfrutar, pero no creo que te marque", confiesa.
En cuanto al postre, este lo conformaron una tarta de queso con mermelada de frutos rojos y helado de fresa y una tarta goxua típica del País Vasco y con bizcocho, mascarpone, crema pastelera y azúcar tostado. Mientras que el segundo sí convence, el primero de ellos no gusta nada a Cabezali: "Que le echen la mermelada de frutos rojos por encima, a mí eso me acaba de doler".
¿El total de la cuenta? 411,90 euros. "¡Madre mía! Solo la segunda chuleta pesaba 2 kilos y 100 gramos" señala Cabezali. Aun así, califica la experiencia como positiva, con platos que se disfrutan y producto de calidad. Eso sí, deja claro que para él, el Asador Iñaki no alcanza el nivel de los grandes templos carnívoros de España, pese a su fama y precios.
