¿Has escuchado hablar del 'Espresso Tonic' o 'Café Tonic'? Si este nombre aún no ha llegado a tus oídos, seguramente no tardará en hacerlo.
Esta mezcla de espresso, tónica y hielo (como ingredientes básicos) está viviendo una especie de resurrección, sobre todo en Italia, donde se dice que se ha convertido en la bebida del verano 2025.
Si bien es cierto que apps como TikTok se han llenado últimamente de vídeos sobre el 'Coffee Tonic', esta bebida no es nueva en absoluto.
Según la revista European Coffee Trip, el café con tónica nació en Oslo en 2007 por casualidad. Un barista que trabajaba junto a los futuros fundadores de la empresa sueca Koppi Roasters, mezcló espresso con tónica que había sobrado de una fiesta... ¡y se hizo la magia!
Unos meses después del experimento, la bebida fue refinada e incluida en la carta de la pequeña cafetería Koppi Roasters de Helsingborg (Suecia) bajo el nombre Kaffe & Tonic.
Allí se mantuvo en venta hasta el cierre de la tienda en 2017, siendo siempre uno de sus productos más demandados.
En 2014, el Espresso Tonic llegó a Norteamérica y ganó terreno en cafeterías de ciudades como Nueva York, San Francisco y Nueva Orleans.
Un barista prepara dos vasos de Espresso Tonic.
"La bebida se popularizó el año pasado y, desde entonces, se ha extendido por todo el mundo en las tiendas sofisticadas que siguen las novedades del panorama cafetero nórdico, uno de los más creativos del mundo", escribía el periodista Oliver Strand en un artículo de 2015 para el New York Times, cuando ya amenazaba con convertirse en la bebida de moda del verano.
Un año más tarde, en 2015, la tendencia aterrizó también en Japón, como señalan en la guía Tokyo Weekender. Los baristas nipones fueron los primeros en comenzar a agregarle sabores adicionales a la receta original para darle un toque más creativo.
Las modas siempre vuelven
El Café Tonic sigue en boga. De hecho, como veníamos señalando, desde hace un tiempo está experimentando un resurgimiento significativo.
La bebida está cada vez más presente en menús de ciudades como Milán, Florencia y Roma, incluso en cafeterías clásicas de toda la vida.
España no ha querido quedarse atrás y algunos negocios también lo han incluido en su oferta de productos. Es el caso, por ejemplo, de Ambar Specialty Coffee en Barcelona o Fuga Café en Madrid.
De hecho, sitios como Dosis Café en Madrid también preparan Matcha Tonic, una variante que emplea el famoso té verde japonés en lugar de café.
De bebida 'viejuna' a tendencia chic
Pese al nuevo boom del Café Tonic y su expansión a otros lugares, ya hemos visto que no acaba de descubrirse América. Y mucho menos aquí en España.
Contrariamente a lo que algunos creen, el café con tónica o gaseosa (sobre todo gaseosa) existe en nuestro país desde mediados del siglo XX (se desconoce la fecha exacta de su aparición), especialmente en regiones como Cataluña y Aragón.
Allí se le llamaba suau o zuavo (en honor a la gaseosa 'Zuavo'), y también soldat o soldado en referencia a los zuavos, soldados originarios de Argelia que combatieron en el ejército francés en el siglo XIX, los cuales aparecían dibujados en la etiqueta de la botella.
El suau era una forma popular y económica de alargar el café y refrescarse durante el calor, y algunos lo recuerdan como 'la Coca-Cola de los abuelos' en España.
Una etiqueta de la bebida Zuavo.
Tan grande fue el éxito de esta combinación que Zuavo llegó a venderla ya embotellada y lista para consumir a través de la empresa Solé de Mora d'Ebre (Tarragona), allá por los años 50 y 60.
Sin embargo, la fábrica cerró en 1983, haciendo desaparecer la versión industrial del soldado. Así fue hasta que Joaquín, el dueño del antiguo Bar Quim de Benissanet (Tarragona), creó su propio suau para servirlo en el local y complacer a su padre Mariano, que echaba de menos aquel refresco.
El establecimiento bajó la persiana definitivamente en el 2000, pero cinco años después el hijo de Joaquín se animó a empezar a producir artesanalmente la bebida de su padre bajo el nombre Suau Quim.
Las botellas de Suau Quim.
El 10 de abril de 2005 salió la primera botella y desde entonces ahí siguen, distribuyendo a bares, tiendas y restaurantes (véase Restaurant La Barraca en Delta de L'Ebre) y manteniendo vivo el brebaje de sus ancestros.
Podrán llegar más vídeos virales de Café Tonic, podrá parecer que es algo superoriginal y moderno, e incluso puede que se llegue a pagar 6 euros por un vaso de este café carbonatado, pero no olvidemos de dónde viene en realidad, no caigamos por inercia en la espiral caprichosa de las tendencias gastronómicas sin antes analizarlas con un poco de espíritu crítico.
