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Con la llegada del calor, España se rinde al café con hielo para seguir disfrutando de una dosis diaria de cafeína a modo casi de refresco. En esta época del año, internet también se llena de trucos para evitar que el café con hielo se quede aguado, pues si no se tiene un poco de cuidado, uno empieza tomando café y acaba con agua sucia en el vaso.
Pero muchos de estos trucos, aparentemente sencillos y eficaces, pueden tener efectos secundarios no deseados capaces de arruinar el café hasta el punto de, como suele decirse, ser peor el remedio que la enfermedad.
El truco más frecuente y que más hemos visto para evitar un café con hielo aguado es hacerlo con cubitos de hielo hechos con café en lugar de agua.
A simple vista, parece una solución lógica; al derretirse, los cubitos no se convierten en agua, sino en más café. Sin embargo, este método hace aguas por varias razones.
La primera es que tendríamos que estar pendientes de hacer estos cubitos de café con antelación, que puede ser un engorro. La segunda es que, si nos gusta alternar entre distintas variedades de café, podemos acabar haciendo mezclas que resulten poco agradables.
Además, si los cubitos llevan varios días en el congelador, el café habrá perdido muchos aromas o absorbido olores del congelador que afectarán negativamente el sabor.
Otro truco muy comentado consiste en enfriar el café muy rápidamente vertiéndolo en un montón de cubitos de hielo, asumiendo que un choque térmico más fuerte que enfríe el café casi "de golpe" compensará la dilución.
Pero esto tampoco es así; si hay muchos cubitos de hielo, cada uno suelta una pequeña cantidad de agua, por eso parece que no cambian de tamaño, pero el agua que se acumula es más o menos la misma que si tenemos pocos cubitos derritiéndose más rápido.
Otra posible solución que recomiendan algunos es hacer cafés más concentrados (como un espresso doble) para contrarrestar la dilución.
Si bien esto puede mantener el cuerpo del café al principio, no siempre es agradable al gusto, ya que el resultado puede ser excesivamente fuerte o desequilibrado una vez que el hielo comienza a derretirse.
La cafetera que evita los cafés con hielo aguados
Cafés helados
En principio, el café con hielo es un café que se prepara como cualquier otro café, esto es, con agua caliente. Una vez hecho, se añaden cubitos de hielo con el fin de enfriarlo rápidamente y, como hemos visto, esos hielos pueden acabar arruinando la experiencia.
Pues bien, existen cafeteras, como las superautomáticas Philips Serie 5500, 4400 y 3300 con las que preparar las mejores recetas de café helado no solo es sencillo, sino que podemos personalizar cada taza utilizando nuestro café favorito y ajustando la intensidad a nuestro gusto.
Pero, además, tienen la particularidad de que pueden infusionar el café a menor temperatura y en unos pocos segundos. Al salir el café más frío de la cafetera, se evita que los hielos se derritan rápidamente.
De esta manera, se consigue que el café con hielo o el café con leche helado siga manteniendo todo su sabor.
Lo mismo sucedería si, en vez de hielo, quisiéramos añadir una bola de helado para preparar un postre que se conoce como affogato. En este caso, el café más frío evita que el helado se derrita rápidamente y se convierta en un batido antes de poder comer el helado.
Cómo preparar el café más refrescante del verano
El café con hielo y limón es muy típico en Valencia; pero, si lo pedimos en un bar fuera en el resto de España, lo más probable es que nos miren raro.
A mí me lo descubrió en la universidad un amigo valenciano y, una vez superadas las primeras reticencias, se convirtió en mi café favorito para los días de calor, pues no hay bebida que refresque más.
Ingredientes para hacer un café con hielo al estilo de Valencia
- Café espresso, preferiblemente infusionado a baja temperatura, 100 ml
- Limón, 1 rodaja
- Cubitos de hielo grandes, 4 ud
- Azúcar o edulcorante, al gusto
Paso 1
Preparamos un café espresso especial para ‘iced coffee’ o, en su defecto, un café muy concentrado utilizando el método que tengamos a mano (cafetera italiana, prensa francesa, etc.).
Paso 2
Si deseamos endulzar la bebida, añadimos el azúcar o el edulcorante al café caliente y removemos hasta que se disuelva por completo antes de mezclarlo con el hielo.
Paso 3
Exprimimos ligeramente la rodaja de limón sobre un vaso ancho y resistente al choque térmico. A continuación, introducimos la misma rodaja exprimida dentro del vaso para aportar aroma y sabor adicional.
Paso 4
Ponemos los cubitos de hielo en un vaso, preferiblemente que sea bajo y de boca ancha. Los que se usan para servir ‘whisky on the rocks’ son ideales.
Paso 5
Vertemos lentamente el café caliente sobre el hielo y el limón. Al hacerlo despacio, ayudamos aún más a evitar que el hielo se derrita en exceso de forma inmediata.
Paso 6
Llegados a este punto, podemos introducir la rodaja de limón o estrujarlas un poco para que el toque de limón sea más intenso. A mí me gusta más esta segunda opción.
