Con el tiempo, los tomates han ido perdiendo sabor. Esos tomates dulces y llenos de sabor que recordamos de cuando éramos pequeños se han ido quedando en el recuerdo para dar paso a grandes montañas de tomates perfectamente calibrados que, cuando te los llevas a la boca te parece más un corcho o un trozo de plástico sin nada de sabor.
Eso que para los mortales de a pie puede resultar una frustración, para algunos cocineros ha resultado ser un motivo para soñar. Sueño que acaba de empezar a hacerse realidad con la creación de La Tomata Origen, un proyecto que pretende recuperar los sabores perdidos de los alimentos para que no tengas que volver a recordar a qué saben los buenos tomates, sino que simplemente disfrutes de ellos.
Tomates recuperados por La Tomata Origen
Con el fin de conseguir que podamos volver a comer tomates que saben a tomate, tres emprendedores madrileños han creado La Tomata Origen, un proyecto con el que han recuperado algunas variedades de tomate que se dan bien en el clima madrileño, para cultivarlas de manera ecológica, y posteriormente, tras una mimada recolección manual, distribuirlas a restaurantes y venderlas en su tienda online.
Estas variedades recuperadas son:
Tomate Black Sea Man: Es un tomate de origen ruso que se ha adaptado perfectamente al clima de la capital. Cuando están maduros, estos tomates tienen un color entre caoba y verde oscuro. Entra dentro del grupo de los tomates negros tempranos, aunque su sabor es algo más dulce. Perfecto para ensaladas.
Tomate Gordo Escorial: Es una variedad de tomate autóctona de Sierra Noroeste de Madrid. De aspecto irregular, dulce y con un ligero toque ácido que hace que resulte excelente en boca. También es estupendo para ensaladas.
Tomate Tapa Perol: Son tomates grandes, con mucha pulpa. El típico tomate "de huerta" de la Sierra de Madrid, de donde es variedad autóctona. Perfecto para salsas, conservas y gazpachos.
Tomate Rosado Real: Es una variedad de tomate rosado autóctona de la Comunidad de Madrid. Se caracteriza por la tersura de su carne y por su delicioso sabor, con equilibrio perfecto entre el dulzor y la acidez.
Tomate Stupice Bombón: Es un tomate pequeño, de tamaño ligeramente superior al Cherry pero que puede usarse de la misma manera que estos. De origen checo y muy popular en Francia es una variedad que está perfectamente adaptada al clima de la Sierra Madrileña. Es el favorito de los más pequeños de la casa.
Tomate Rey Limón: Son los primeros tomates que se cultivaron en Europa, que no eran rojos sino amarillos. De hecho, la palabra italiana pomodoro -que en castellano significa tomate- viene de pomo d'oro (manzana de oro), por alusión al color amarillo dorado de esta fruta en sus comienzos.
Un sello de autenticidad
Como prueba de la selección manual de los tomates uno a uno, a aquellos que superan los controles de calidad se les coloca un marchamo que identifica al tomate como un tomate de La Tomata Origen como el de la foto.
Dónde comer los tomates de La Tomata Origen
El Chef Fernando Limón de la Sopa Boba es miembro del equipo de La Tomata como parte fundamental del control de la calidad y excelencia de los tomates que produce esta nueva empresa.
En La Tomata, además de en el propio restaurante de Fernando Limón, son también proveedores de algunos de los mejores restaurantes de la Sierra de Madrid en los que podrás probar los que probablemente sean unos de los tomates más ricos del mundo:
- La Sopa Boba - Plaza de Guadarrama, 9 Alpedrete (Madrid) 91 850 63 70
- La Ruca - Calle Real, 14 Becerril de la Sierra (Madrid) 91 853 89 36
- Montia - Calle Calvario, 4 San Lorenzo de El Escorial (Madrid) 91 133 69 88
- TreZe - Calle General Pardiñas, 34 (Madrid) 91 541 07 17
- Koma - Paseo de Rosales, 48 Collado Mediano (Madrid) 91 855 85 58
- Barrenola - Calle Lago Ontario, 24 B Moralzarzal (Madrid) 918 66 30 01
Además de en estos seis restaurantes de la Sierra Noroeste de Madrid, también pueden disfrutarlos en su casa los que tengan ocasión de hacerse con alguna de las cajas que se ponen a la venta en su tienda online, aunque ya os digo que resulta difícil, pues las cien primeras cajas puestas a la venta se agotaron enseguida.