Por fin es viernes, la mayoría ya está pensando en quedar con los colegas para tomarse unas cervezas y relajarse después de una larga semana de no parar. Pero ya se sabe, se empieza por la cerveza, luego se cruza por ahí algún chupito que no se puede rechazar y ya metidos en faena, pues se acaba con copazos.

Claro que sí, sabemos que el alcohol no es bueno, sabemos que a nada que nos pasemos, la mañana del sábado será dura con la resaca, pero por alguna razón, por muy bien que nos sepamos cómo funciona el alcohol en el organismo, cuando llega el momento de parar y pasarse al agua y a los zumos, la mayoría de las veces se nos olvida.

Así pues, cada mañana de resaca, uno se repite como si de un mantra se tratase eso de "No vuelvo a beber nunca más"... hasta que vuelves a quedar con tus amigos para tomar unas cañas.

Y es que por mucho que nos diga la OMS que lo de beber con moderación es un cuento y que el único alcohol que es bueno para la salud es el que se queda en la botella, parece que hubiese algo en nuestro ADN que nos dice que una fiesta no lo es tanto sin un vinito, unas cañitas o una copita de lo que sea para brindar. Que siempre nos han dicho que brindar con agua da mala suerte, y aunque sabemos que tal afirmación no tiene ninguna base científica, por si acaso y no vaya a ser brindamos con algo más chispeante.

El fin de las resacas un poco más cerca

Como el gusto de los humanos por el alcohol y esa sensación que nos produce el estar beodos puede acabar siendo un verdadero problema de salud pública, sobre todo teniendo en cuenta que la gente cada vez empieza a beber a edades más tempranas y que no estamos dispuestos a renunciar a ello así como así, un grupo de científicos del Imperial College de Londres liderados por el profesor David Nutt ha tenido una idea brillante.

Nutt y su equipo han creado Alcosynth, una bebida que produce una sensación igual al emborrachamiento por ingesta de alcohol, pero sin efectos secundarios como las náuseas y las jaquecas propias de las resacas ni otros efectos nocivos para la salud.

Aunque esta prometedora solución para poder cuidar de nuestro hígado y seguir disfrutando de nuestras copas favoritas que nos seguirían dando el puntito... o el puntazo sin miedo a la resaca mañanera aún está pendiente de su aprobación por parte de las autoridades sanitarias, el profesor Nutt y su socio comercial ya han conseguido recaudar 20 millones de libras esterlinas para poder lanzar su producto al mercado.

De momento han patentado noventa variedades de Alcosynth, que imitan a otras tantas bebidas alcohólicas, y aspiran a que en unos treinta años todos los tipos de alcohol tengan una versión de su marca.

Según explican, su idea no es hacer competencia a los fabricantes de bebidas alcohólicas, sino venderles este nuevo producto para que lo utilicen como ingrediente en sus referencias, de manera que el cliente final ni siquiera tenga que cambiar de marca y pueda seguir disfrutando de sus copas favoritas sin miedo a resacas.

Ahora bien, lo que yo me pregunto es, ¿llegaremos a ver algún día una variedad que sepa como un whisky de malta de 21 años? ¿O podremos catar una versión de Vega Silicia de pega que no deja resaca pero tiene el mismo sabor y los mismos matices? 

Igual, de llegar a existir esto algún día fuera de un laboratorio, solo sea como una alternativa saludable al garrafón, y aún así, seguiría siendo una muy buena noticia.