A menudo queremos preparar alguna receta que se sale un poco de lo normal (o no) y nos encontramos con que nos falta algún ingrediente y no podemos disponer de él, ya sea porque no lo encontramos en los comercios o porque éstos están cerrados. A mi me ha pasado miles de veces y he llegado incluso a dejar de hacer recetas por no saber cómo suplir esa carencia. Por eso, he estado investigando y os traigo una recopilación de ingredientes que pueden ser sustitutos de otros en vuestras recetas.

Tabla de ingredientes sustitutivos

A continuación os dejo una tabla en la que podéis consultar algunos ingredientes que en alguna ocasión he echado en falta (no hago maravillas, si queréis hacer paella y no tenéis arroz… 😉 ). Las unidades de los ingredientes no son demasiado homogéneas, y tiene un por qué. Si estamos hablando, por ejemplo, de especias, las cantidades no serán mucho mayores de 1 o 2 cucharaditas (ya sabéis, de las de postre), pero si hablamos de leche, de azúcar o de harina, las cantidades cambian y en esos casos he optado, en general, por tomar la medida anglosajona de tazas con el objetivo de mostrar proporciones más que cantidades. Es decir, si os pongo que hay una equivalencia de 1 taza a 2 tazas, en realidad estoy diciendo que debemos doblar la cantidad del ingrediente sustitutivo en cuestión.

Por otro lado, algunas cantidades están en gramos por ser cantidades típicas de ese ingrediente, donde hablar de tazas resulta hasta complicado. Puede parecer un poco lioso, pero lo más importante es la equivalencia ingrediente-sustituto, y con las cantidades podemos hacernos una idea de cuánto echar. Sin más dilación, os dejo con la tabla de ingredientes sustitutivos:

Ingrediente Cantidad Sustitutivo Cantidad
Azafrán 4 o 5  hebras Cúrcuma 1/2 cucharadita
Azúcar 1 cucharadita Miel 1/2 cucharadita
1 taza Azúcar moreno 1 taza bien prensada (es decir, un poco más de una taza)
Stevia (en polvo o líquida) 1 cucharadita
Boletus deshidratados 100 gramos (antes de hidratarlas) Boletus frescos 600 gramos
Caldo 1 taza Cubito de caldo 1 unidad disuelta en 1 taza de agua hirviendo
Cardamomo 1 cucharadita Semillas de cilantro 1/2-1 cucharadita
1 cucharadita Nuez moscada 1 cucharadita
Cáscara de limón 1 cáscara rallada Esencia de limón 1/2 cucharadita
Cáscara de naranja 1 cáscara rallada Esencia de naranja 1 cucharadita
Cebollino 1 cucharadita Parte verde del tallo de la cebolla 1 cucharadita
Cilantro fresco 1 cucharadita Perejil fresco 1 cucharadita
Clavo de olor 1 cucharadita Canela en polvo 1 cucharadita
Cremor tártaro 1 cucharadita Vinagre/zumo de limón 1 cucharadita
Eneldo 1 cucharadita Tomillo 1 cucharadita
Estragón 1 cucharadita Anís 1/4-1/2 cucharadita
Harina integral de trigo 1 taza Harina de trigo 1 taza
Harina de repostería 150 gramos Harina de trigo + maicena 110 gramos + 40 gramos
Leche de coco 1 taza Leche desnatada 1 taza
Leche evaporada 1/2 taza + 1/2 taza de agua Leche entera 1 taza
Levadura fresca 25 gramos (un cubito) Levadura seca, liofilizada o de panadero 10 gramos
Levadura química 1 cucharadita Bicarbonato + vinagre/zumo de limón 1/4 cucharadita + 1/2 cucharada
Maicena (harina de maíz) 1 cucharada Harina de trigo 2 cucharadas
Mantequilla/Margarina 100 gramos Aceite de girasol/oliva 100 gramos
Mayonesa 1 taza Yogur natural 1 taza
Mirin 1 taza Vino blanco + azúcar 1 taza + 1 cucharada
Nata para cocinar 1 taza Leche evaporada Ideal 1 taza
Naranja 1 unidad Zumo de naranja De 6 a 8 cucharadas
Perejil seco 1 cucharadita Perejil fresco 3 cucharaditas
Sake 1/2 taza Ginebra 1/4 taza
Semillas de cilantro 1 cucharadita Cominos 2 cucharaditas
Vainilla 1 vaina Extracto de vainilla 1 cucharadita
Zumo de limón 1 cucharadita Vinagre 1/2 cucharadita

Como podéis ver, hay un poco de todo, desde ingredientes muy comunes hasta otros más exóticos. Donde más problemas de equivalencias he encontrado ha sido en el tema de especias, pues cada una tiene su sabor y su carácter. En general, en este tipo de sustitutos he intentado buscar uno que cuyo sabor o bien sea similar, o bien combine con la utilización habitual del ingrediente base (por ejemplo, el eneldo se suele usar para marinar pescados y el tomillo combina a la perfección con ellos). Muchos de ellos los he tomado por experiencia propia, sobre todo los de procedencia asiática.

Acerca de este tipo de ingredientes, os recomiendo que si podéis, no los sustituyáis. Claro, me diréis que precisamente os lo estoy recomendando para los más difíciles de encontrar, pero de verdad que si queréis que un plato quede auténtico, deberíais respetar al máximo los ingredientes. Además, a día de hoy no es tan complicado conseguirlos, pues en tiendas de alimentación chinas y por internet podéis comprarlos sin problemas. De hecho, el otro día llegué a encontrar las algas konbu (gran responsable del sabor umami en las recetas asiáticas) en una tienda de alimentación china.

Por otro lado, debéis tener en mente que sustituir un ingrediente no sólo tendrá repercusiones en el sabor, sino quizá en las proporciones de otros ingredientes en función de la receta. Por ejemplo, si vamos a sustituir gran cantidad de azúcar por miel, debéis tener en cuenta que quizá tendréis que modificar las cantidades de líquido que lleve la receta, al ser la miel un producto más fluido. Lo mismo ocurre con la nata y la leche evaporada, aunque en este caso el efecto no es tan dramático. Es cuestión de probar, pero como todos sabemos la cocina no es una ciencia, es un poco de alquimia y mucha intuición, por lo que con la práctica podréis sustituir a ojo los ingredientes que os falten sin miedo a equivocaros. ¡Suerte!

Imagen: d’n’c

Noticias relacionadas