Pedro Sánchez y Carolina Darias en las instalaciones de Hipra en Girona.

Pedro Sánchez y Carolina Darias en las instalaciones de Hipra en Girona.

Salud Covid-19

La gran prueba de fuego para la vacuna española de Hipra: así es el último 'test' para ser aprobada

El inicio del ensayo clínico en fase 3 es inminente. La probabilidad de éxito en este peldaño es de las más altas en la investigación de vacunas.

1 febrero, 2022 06:10

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Llegó la hora de la verdad para la vacuna española contra la Covid-19. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) aprobará en breve el inicio último estudio necesario para aprobarla y que pueda distribuirse como vacunación de refuerzo de los actuales preparados.

La ministra de Ciencia, Diana Morant, indicaba este lunes que era "cuestión de horas" que la agencia diera su visto bueno al ensayo en fase 3, en el que participarán unas 3.000 personas y que buscará evaluar la eficacia de la vacuna desarrollada por Hipra –su primera para seres humanos, pues tiene una amplia experiencia en animales– para evitar la enfermedad grave por Covid.

"La eficacia de la vacuna se medirá con el seguimiento de los voluntarios a lo largo del tiempo", comenta Silvina Natalini, directora de la Unidad de Ensayos Clínicos de Vacunas de la Fundación de Investigación HM Hospitales, que participa en esta última fase de los ensayos con unos 500 voluntarios.

"La fase 2 se hizo en 800 sujetos y se vio que, como booster, tenía menos efectos secundarios sistémicos [como fiebre o dolor muscular] y mejor respuesta de anticuerpos frente a la vacuna de ARN mensajero que sirvió de comparación", explica. Esta fase también se usa para determinar cuál es la mejor dosificación para la vacuna.

Ahora, el preparado de Hipra se estudiará en un solo brazo de investigación dividido en varios grupos, dependiendo del tipo de vacunas que hayan recibido los participantes previamente –ARN, adenovirus o pauta mixta– y de si ha pasado la Covid o no.

Se hará un seguimiento a los seis meses y al año. "Los participantes tendrán disponible un teléfono 24 horas para comunicar si han sido infectados", comenta. Además de variantes clínicas (gravedad, hospitalización), se estudiará en laboratorio la neutralización de los anticuerpos frente a distintas variantes y la inmunidad celular generada.

Hipra anunció que su objetivo era producir 400 millones de dosis a lo largo de 2022 y 1.200 millones el año siguiente. Entre sus ventajas se encuentra la capacidad de conservación entre 2 y 8 grados centígrados, algo importante para poder distribuirla en países con menos recursos, como Vietnam, que suscribió un acuerdo con la firma catalana para adquirir 50 millones de estas dosis.

La particularidad esta vacuna Hipra es que consiste en una proteína S que combina una parte de la variante alfa y otra de la beta, que comparten mutaciones con ómicron no presentes en los sueros actualmente aprobados, basados en la cepa ancestral de Wuhan.

"Todavía es pronto para saber qué ventajas tendrá", comenta Natalini. "Es muy bien tolerada por los pacientes, tiene menos efectos sistémicos y veremos si tiene una inmunidad prolongada, pero ahora es pronto para decirlo".

Vacunas Covid en ensayos de fase 3

En la actualidad hay 10 vacunas contra la Covid aprobadas en el mundo. Además de las cinco autorizadas en Europa (las de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca-Universidad de Oxford, Janssen y Novavax) hay dos chinas (Sinovac y Sinopharm), dos indias (Covaxin y Corbevax).

Además, según la información recogida por la Organización Mundial de la Salud, de las 140 vacunas que están en desarrollos clínicos –es decir, probándose en humanos– hay unas 28 que se encuentran en fase 3, la última en el desarrollo previo a la aprobación.

La complejidad de esta última fase estriba en el número de participantes que debe contener, suficientes para que haya significación estadística, es decir, que elimine cualquier duda sobre el alcance de su efecto y de que se atribuya a otra cosa que no sea la vacuna.

Por ello, el número de voluntarios se multiplica respecto a las otras fases: unas decenas en la fase 1 (que verifica la seguridad) y unos centenares en la 2 (que mide la respuesta inmunológica). En el caso de Hipra son 3.000 las personas participantes, pero en los de Pfizer o AstraZeneca han sido varias decenas de miles de personas.

La participación de muchos voluntarios era algo sencillo en el caso de las primeras vacunas: había muchas personas dispuestas a ofrecerse que no habían pasado la enfermedad ni, por supuesto, estaban vacunadas.

Conforme ha pasado el tiempo, esto es cada vez más difícil, además de que las estrategias de vacunación de los gobiernos más adelantados han cambiado su enfoque y buscan ahora el refuerzo.

Hay otra cuestión que hace aún más difícil diseñar ensayos para las farmacéuticas, señalan fuentes industriales del sector de las vacunas. No se puede comparar directamente la eficacia de los preparados actuales con los que están en estudio porque la situación poblacional es completamente distinta, tanto por el número de inmunizados como porque las características del propio virus han cambiado.

Sin embargo, el camino recorrido juega a favor de Hipra, y es que la probabilidad de éxito de las vacunas que llegan a la fase 3 de ensayos clínicos es de las más altas entre los medicamentos.

Un estudio publicado hace tan solo dos años en la revista Biostatistics analizaba una muestra de ensayos clínicos realizados entre 2000 y 2015, y concluía que las vacunas eran el área terapéutica con mayor probabilidad de éxito: un 33,4% en total, frente a menos del 5% en el caso de la oncología. Además, la fase 3 era la que más probabilidades de éxito tenía: nada menos que del 85,4%.  

El grado de éxito de las vacunas, que suponían el 3,2% del total de ensayos realizados en esos 15 años, iba aumentando con el paso del tiempo. Así, si en 2005 la probabilidad de éxito de la fase 3 era del 72%, esta superaba el 90% en los últimos años del estudio. En comparación con esta etapa, las fases 1 y 2 podían tener un mayor número de estudios discontinuados que completados con éxito.

Un último aspecto también juega a favor de la vacuna de Hipra, y de todas las del coronavirus en general: es más sencillo investigar un virus que microorganismos más complejos como las bacterias.