El microbiólogo José Antonio López Guerrero.

El microbiólogo José Antonio López Guerrero. EFE

Salud

"El coronavirus puede afectar desde el cerebro hasta, literalmente, el dedo gordo del pie"

El microbiólogo José Antonio López Guerrero habla del Covid-19, sus consecuencias y las posibilidades de desarrollar pronto una vacuna. 

17 mayo, 2020 18:41
EFE

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El microbiólogo José Antonio López Guerrero considera una "atrocidad" infectar intencionadamente a personas sanas para probar de forma acelerada la eficacia de vacunas frente al Covid-19.

El director del departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y director del Grupo de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid habla con Efe del inicio de la desescalada, el uso de ciertos fármacos o la ansiada vacuna.

Estamos en periodo de desescalada. ¿Cuáles son los riesgos?

Las fases de desescalada me parecen más o menos coherentes, aunque no soy un experto. Quizás el aspecto más débil es que se comenzó sin conocer el estado real de la pandemia en España, la prevalencia serológica en la población.

El uso de mascarilla creo que tendría que ser algo más que recomendado -ahora es obligatoria en el transporte público-, pero sabiendo utilizarlas, porque si no se utilizan correctamente es un peligro.

Creo que esos son, quizás, los puntos más importantes para que esta desescalada no termine en un nuevo periodo de confinamiento.

Solo un 5 % de la población tienen anticuerpos ante el coronavirus, según datos preliminares del estudio de prevalencia, ¿qué lectura tiene?

Estamos muy lejos de ese 60 o 70 % que sería la inmunidad de rebaño y muy lejos de una vacuna efectiva, lo que significa que tenemos que ser muy responsables, cualquier paso en falso nos va a hacer retroceder. Pero veo algunos grupos sociales, con connotaciones políticas, que se están saltando las medidas para manifestarse, no sé muy bien para qué, porque se están poniendo en peligro ellos mismos y al resto de la población.

Obviamente no podremos alcanzar la inmunidad de rebaño si estamos encerrados en casa eternamente, pero tendremos que afrontar esta nueva realidad con muchas precauciones, sobre todo para que los contagios vayan de forma muy escalonada y no volvamos a esa visión de colapsos sanitarios tan tremendos que hemos vivido hace muy poco tiempo.

¿Por qué este coronavirus presenta una gran variedad de síntomas?

La amplia sintomatología que está mostrando este virus, dependiendo de las personas, está sorprendiendo. Cada vez se conoce más y hay artículos que explican cómo puede afectar desde el cerebro hasta, literalmente, el dedo gordo del pie.

Tenemos receptores para el virus en muchos órganos; el intestino, el corazón, las vías respiratorias, pero, además, está la respuesta inmunológica exacerbada contra la infección, que es la principal causa de las patologías más severa. Este tipo de cosas hay que tenerlas muy en cuenta al diseñar terapias y vacunas.

El antiviral remdesivir ha sido autorizado en Estados Unidos para los pacientes más graves ¿Usar un fármaco del que no se conoce exactamente su eficacia puede crear problemas?

Es un fármaco experimental que se desarrolló contra el ébola y ahora se estudia su uso para la COVID-19. La empresa Gilead ha presentado los resultados de ensayos. Uno puede pensar que puede haber cierto sesgo de interés porque están de alguna forma promovidos por la empresa, no lo sé. Pero he consultado con virólogos importantes y los resultados parecen prometedores.

Teóricamente es peligroso poner fármacos en el mercado sin estar claramente ensayados, pero en estado de emergencia sanitaria se puede utilizar un fármaco como uso compasivo para pacientes muy graves, es un binomio riesgo-beneficio que creo que, en este caso, estaría justificado.

¿Y con las vacunas?

Ese es otro caso. Se habla mucho de intentar acortar los plazos para poner una vacuna en el mercado, incluso el Instituto Jenner está comentando que, a lo mejor, en otoño. Me parece una temeridad, ojalá me equivoque y que sea efectiva. Hay que tener cuidado con acortar muchos los plazos de fase clínica de una vacuna, porque hay que tener claro que no produce el menor efecto adverso.

En condiciones normales, la vacuna se pone en personas sanas que estén expuestas al virus y se ve si estadísticamente se infectan menos que un grupo de control. A no ser que, como dicen ya en Estados Unidos, vayan a cometer, desde mi punto de vista, una atrocidad y estén reclutando a personas que van a ser infectadas por el virus para probar la efectividad de la vacuna.

Además sería un experimento sesgado porque obviamente no lo vas a hacer con personas mayores, sería gente joven y fuerte donde el virus puede pasar asintomático y los resultados, a lo mejor, no son significativos. Todo esto hay que tenerlo en cuenta porque nos estamos jugando mucho en esta lucha, tanto con antivirales como con posibles vacunas.

¿Cuándo se podrá dar por terminada la pandemia?

Eso son cuestiones epidemiológicas que tendrá que dirimir el Comité de Expertos y el Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias.

Dependerá mucho de cómo hagamos esta desescalada. Hasta ahora, estoy viendo que se están incumpliendo mucho las medidas por parte de los que tenemos que ser los verdaderos responsables.

Además, me parece vergonzosa la actitud de crispación que está llevando ahora mismo la oposición. Esa confrontación que está llevando a la población a una polarización, de los que creen al PP o a Vox a pie juntillas y entonces se han declarado en pie de guerra contra cualquier medida que haga el Gobierno, con sus equivocaciones y con sus aciertos.

Soy el primero que, en los medios de comunicación, estoy criticando muchas de las medidas, como que me ha parecido algo precipitado empezar esta desescalada sin conocer el estado de prevalencia serológica en la población, pero con sus aciertos o sus errores, parece que vamos en la buena dirección.