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    La verdadera 'marca España'

    Estamos de acuerdo. La tortilla de patatas es uno de los emblemas de la gastronomía patria. Una maravilla culinaria que ha conquistado los más sofisticados paladares. Una receta cuya elaboración resulta tan sencilla como exquisito su resultado. Sin embargo, no menos cierto es que esta obra culmen de la cocina española podría ser un plato mucho más saludable de lo que es si no cometiéramos algunas tropelías alimentarias cuando la degustamos a través de opciones que no benefician nada nuestra salud. 

    Y cuando hablamos de tropelías no nos referimos al eterno (y cansino) debate de tortilla con o sin cebolla, ni tampoco al peligro de comerla con el huevo poco hecho. Más bien, se trata del acompañamiento o la forma de preparar esta receta conocida allende los mares, cuyos ingredientes principales, como todo el mundo sabe, son la patata, el huevo y el aceite de oliva virgen extra. 

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    El error del pan blanco

    No hay pincho de tortilla que se precie que no vaya acompañado de un generoso trozo de pan blanco. De hecho, la mayoría de veces, el trozo de pan es más grande que el de tortilla, pervirtiendo así el resultado final. La variedad más consumida de pan en nuestro país es, tal y como explicaba a EL ESPAÑOL Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Navarra, un gran problema en la alimentación en nuestro país ya que está relacionado con el sobrepeso y la obesidad, tal y como indican algunos estudios

    "El pan blanco es almidón y nosotros convertimos el almidón rápidamente en glucosa. Se produce un pico de glucemia muy fuerte y eso supone un esfuerzo especial al páncreas, que acaba agotándose. Eso acaba en diabetes, más resistencia a la insulina… Al final es un círculo vicioso", explicaba el también catedrático de la Universidad de Harvard. Así, si queremos comer la tortilla con pan, siempre mejor que sea una variedad con un alto porcentaje de harina integral

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    Las patatas no son verdura

    El ingrediente principal de la tortilla es la patata y, pese a lo que muchas personas creen, las patatas no son verduras. Lo dice el famoso Plato de Harvard, la guía que derriba a la tradicional pirámide de los alimentos que nos enseñaron en el colegio e ilustra cómo deberían ser cada una de nuestras comidas, con una parte muy importante de verdura y fruta en cada una de ellas. "Las patatas no cuentan como un vegetal en el Plato para Comer Saludable por su efecto negativo en sangre", dicen los investigadores de Harvard.

    Las patatas no son un alimento especialmente interesante: no tienen una alta densidad nutricional y sí un bajo aporte en fibra, lo que hace que su índice glucémico sea bastante alto. Su contenido en almidón, además, también es muy elevado, lo que las convierte en un un carbohidrato de absorción rápida que dispara, tal y como explicaba Martínez-González, los niveles de insulina en sangre. Además, siempre será mejor comerlas cocidas que fritas. Por esta razón, los especialistas recomiendan que, en lugar de con pan, tratemos de acompañarla siempre con una ensalada.

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    Tortilla con mayonesa o mayonesa con tortilla

    Otro de los crímenes habituales que se cometen con la tortilla de patatas es untarla -o embadurnarla- con mayonesa. De esta forma, lo que podría ser un bocado apto dentro de una dieta saludable se convierte en un plato muy poco recomendable desde el punto de vista de la salud. Cabe recordar que la mayonesa industrial suele elaborarse con aceites de muy baja calidad, incluye una gran cantidad de ingredientes que no benefician en nada nuestra salud, y tiene un importante porcentaje de grasas trans. Además, su contenido calórico es especialmente elevado.