El Cinema Coca de Valladolid, en una imagen de archivo.

El Cinema Coca de Valladolid, en una imagen de archivo. Archivo Municipal de Valladolid

Valladolid

Un recorrido por los legendarios cines que han marcado la vida y la historia de Valladolid

Durante la década de los 70 prácticamente cada barrio de la ciudad contaba con salas a las que los vallisoletanos acudían a dar rienda suelta a sus sueños

28 mayo, 2022 07:00

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Hubo un tiempo en el que casi cada barrio de Valladolid contaba con una sala de cine. El pasatiempo favorito de los vallisoletanos, hasta bien entrada la década de los 80, era acudir cada fin de semana a disfrutar de las proyecciones de los últimos estrenos cinematográficos y dar rienda suelta a sus sueños, desconectando de su día a día en aquellos templos del séptimo arte.

La llegada a los hogares, a mediados de los 80, del Video Home System (VHS), que permitía visualizar películas en casa más allá de las que proyectaban los canales convencionales y los videoclubs, supusieron el principio del fin para un sector que recibió la puntilla con la llegada de Internet y el auge de la piratería a principios de los 2000 y, posteriormente, de las plataformas de streaming en los últimos años. Pero hace décadas la situación era muy diferente y las salas de cine formaban parte del paisaje cotidiano de la ciudad.

El Teatro Pradera y las primeras décadas del siglo XX

El inicio del vínculo entre Valladolid y el cine hay que situarle en el antiguo Teatro Pradera, ubicado al lado del Campo Grande de la ciudad. Este histórico edificio comenzó a proyectar películas en septiembre de 1904 y, además, albergaba representaciones teatrales y espectáculos musicales. En 1920 sufrió un incendio y fue reinaugurado ese mismo año, viviendo en la década de los años 20 y 30 su época de máximo esplendor. Cerraría definitivamente sus puertas en septiembre de 1967, al proyectarse en su ubicación un hotel de lujo, que nunca llegaría a construirse.

El Teatro Pradera durante la década de los 60.

El Teatro Pradera durante la década de los 60. Archivo Municipal de Valladolid

Durante las décadas de los años 30 y 40, en una época turbulenta en mitad de la II República, la Guerra Civil y la Posguerra, y aupados por el impulso de la afluencia popular cines del Teatro Pradera y el auge del cine sonoro, se inauguraron cinco míticas salas de cine en el centro de la ciudad.

El Cinema Coca se inauguró en marzo de 1930 en un edificio de la Plaza de Martí y Monsó (conocida también como Plaza del Coca en referencia a este cine), a pocos minutos de la Plaza Mayor. Fue durante muchos años la sede de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) -antes conocida como Semana de Cine Religioso de Valladolid- y una sala referente de la ciudad. En 1990 vivió una reforma que lo convirtió en cine multisala y terminó echando el cierre el 12 de enero de 2003, con una última proyección en la que los espectadores pudieron disfrutar de 'El Señor de los Anillos: Las dos torres' y de 'Harry Potter y la cámara secreta'.

En esa misma década se inauguraron el Cinema Capitol, en noviembre de 1931, los Cines Mantería, en 1933, el Cine Roxy, en marzo de 1936, y el Cine Goya, en septiembre de 1944. El Capitol se ubicaba en la calle Panaderos y se convirtió en una popular sala de cine para los habitantes del barrio de San Andrés, hasta su cierre a mediados de la década de los 80. 

Los antiguos Cines Mantería.

Los antiguos Cines Mantería. Ayuntamiento de Valladolid

Los Cines Mantería, situados a pocos pasos de la Plaza España, se inauguraron en 1933 con el nombre de Cines Lafuente cambiarían a su último nombre en los 80 pero vivieron su época dorada entre las décadas de los 50 y los 70, al calor de la proliferación de los cines de barrio en la ciudad. Echaron el cierre en 2012, en un momento de concentración cada vez más habitual de los cines en los centros comerciales del extrarradio de Valladolid.

El Cine Roxy, cuyo nombre homenajeaba a una sala ubicada en Nueva York, fue inaugurado en marzo de 1936, pocos meses antes del estallido de la Guerra Civil. Durante el conflicto, el cine se cambió el nombre a Cinema Radio por la prohibición de usar anglicismos por parte del bando franquista, aunque recuperaría posteriormente su nombre original. Terminaría cerrando en 2014 para convertirse en un casino.

La fachada del Cine Roxy durante el estreno de la película 'Chinatown', de Roman Polanski

La fachada del Cine Roxy durante el estreno de la película 'Chinatown', de Roman Polanski Archivo Municipal de Valladolid

El Cine Goya fue inaugurado en septiembre de 1944 y se ubicaba en la calle Labradores. Fue reformado en profundidad durante la década de los 60 y durante la crisis de las salas de cine ante el auge del VHS en la década de los 80 intentó adaptarse proyectando películas de las categorías S y X, aunque terminaría viéndose obligado a echar el cierre en noviembre de 1986.

Los cines de barrio inundan la ciudad

Las décadas de los 50, 60 y 70 vivieron un auge de los cines de barrio en Valladolid y muchas zonas populares de la ciudad empezaron a contar con salas en las que proyectar películas. El monopolio que hasta ese momento había tenido el centro de la ciudad se rompió y las familias más humildes comenzaron a tener acceso también a esas historias que les permitían, durante dos horas, olvidarse de una vida muchas veces dura y complicada.

En la década de los 50 se inauguraron dos míticos cines de barrio: el Cine Delicias, en la calle Carmelo de ese barrio obrero de la ciudad, inaugurado en marzo de 1956, y el Cinema Avenida, en el Paseo Zorrilla, que abrió sus puertas en septiembre de 1957. Este último, contaba en aquel momento con una sala con 1.200 butacas y una pantalla de 15,8 metros de largo por 7,6 de ancho, la que la convertía en la más grande de la ciudad. El Cine Delicias echó el cierre a mediados de la década de los 80 y el Avenida en septiembre de 1976, tras sufrir un incendio.

En los 60 vieron la luz otros tres míticos cines de la ciudad. El Cine La Rubia, inaugurado en diciembre de 1962 y que ofreció proyecciones de películas a los habitantes de ese popular barrio hasta su cierre a principios de la década de los 90. El Cine Embajadores, situado en la calle del mismo nombre en el barrio de las Delicias e inaugurado en marzo de 1967 y que cerró en 1985. Este cine estaba muy vinculado al histórico Bar del Cine Embajadores, situado justo al lado y que atendía a los clientes entre película y película. Hoy en día sigue existiendo y su plato estrella es la sepia a la plancha. 

Ubicación del antiguo Cine Embajadores.

Ubicación del antiguo Cine Embajadores. Archivo Municipal de Valladolid

También en esa década, concretamente en 1969, se inauguró el Cine Matallana, en el barrio de La Pilarica, impulsado por el empresario Jesús Matallana, que ya había sido el promotor del Cine Alameda en 1960 en el barrio de La Rondilla. Ambos cines cerraron a mediados de los 80, en un momento de grave crisis de las salas de cine ante el auge del VHS y los videoclubs.

En la década de los 70 se crearon otros dos importantes cines de barrio. El Cine Vistarama, inaugurado en octubre de 1974 también en La Rondilla, en pleno tardofranquismo. Sufrió una reforma a finales de los 80 para adaptarse al nuevo modelo de cines multisala, cada vez más en boga, y consiguió convertirse en el cine de barrio que sobrevivió durante más tiempo, aunque terminó echando el cierre en abril del año 2000.

El Cine Castilla, fue inaugurado en el popular Barrio Girón a finales de septiembre de 1975, solo dos meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco. Dio vida y alegría al barrio y tuvo diferentes usos, siendo también muy utilizado por compañías de teatro de la ciudad. De hecho, la compañía Teatro Corsario fue la última en llevar a cabo representaciones en el edificio hasta su cierre en 1998.

Años 80 y 90: los cines multisala

Durante la década de los 80, la llegada del formato Video Home System (VHS) a casi todos los domicilios españoles, y por tanto también a los vallisoletanos, y la proliferación de los videoclubs, que permitían alquilar cintas de video para visualizar en casa, supusieron el primer gran golpe para las salas de cine de la ciudad. La inmensa mayoría de los cines de barrio iniciaron un período de decadencia y echaron el cierre entre mediados de los 80 y finales de los 90.

Los Cines Casablanca, en la actualidad.

Los Cines Casablanca, en la actualidad.

Los cines de la ciudad optaron en ese momento por dos opciones de diversificación para su superviviencia: establecer salas X para la visualización de películas eróticas y pornográficas, una opción que no tuvo mucho recorrido, o convertirse en cines multisala, es decir, reformar sus edificios para ofertar la visualización de varias películas a la vez en diferentes salas. Esta última medida la tomaron todos los cines del centro, con más recursos económicos, y lograron salvar los muebles momentáneamente mientras los cines de barrio desaparecerían.

Aunque en los 80 predominó el cierre de salas de cine en la ciudad, también fue el momento de apertura de algunas nuevas. En 1983 se inaugura junto a la Plaza de la Circular el Cine Manhattan, el primer minicine de la ciudad, con la exhibición de las películas 'Fitzcarraldo' de Werner Herzog, y 'Lola', de Rainer Fassbinder. Este cine se especializó en ofertar películas poco comerciales y cine de autor y sigue abierto en la actualidad.

El Cine Roxy, pocos años antes de su cierre.

El Cine Roxy, pocos años antes de su cierre. Ayuntamiento de Valladolid

Otras salas creadas en esta época y que basaron desde un inicio su oferta en el cine 'alternativo' fueron los Cines Casablanca inaugurados en mayo de 1987. Con más de 30 años de historia, continúan siendo referente del cine de autor en la ciudad y siguen abiertos al público. Estas salas de cine se mantuvieron cerradas durante dos años, entre 2020 y 2022, tras el fallecimiento de su gerente, José María Álvarez, pero fueron reabiertas este mismo año tras comprarlas el director vallisoletano Arturo Dueñas.

Entrada ya la década de los 90, se inauguraron en el Paseo del Hospital Militar los Cines Broadway. Actualmente, se trata del único cine ubicado en la ciudad dedicado predominantemente al cine 'comercial' que continúa abierto y ha resistido a los embites del paso del tiempo y la instauración de nuevas formas de consumo de medios audiovisuales. En sus salas, se proyectan, además, varias de las películas de la SEMINCI cada año.

El cine se traslada al extrarradio: los centros comerciales

A finales de la década de los 90 un nuevo fenómeno social causó un fuerte impacto al sector del cine en la ciudad: la proliferación de centros comerciales en el extrarradio de la capital que comenzaron a convertirse en centros de socialización de la población los fines de semana y que albergaron desde un inicio salas de cine. La afluencia de espectadores se trasladó, pues, desde el centro de la ciudad hacia estos nuevos complejos importados de la creciente moda de los mall de Estados Unidos.

En 1998 se inauguraron dos grandes centros comerciales: Vallsur, en el Paseo Zorrilla, con el objeto de dar servicio a los recién creados barrios de Parque Alameda y Covaresa, y Parquesol Plaza, en el barrio de Parquesol. Ambos centros comerciales ubicaron cines en su interior, aunque correrían una suerte muy diferente. Los Cines Yelmo de Vallsur continúan abiertos y gozan de buena salud tras sus últimas reformas. En cambio, los cines de Parquesol Plaza se vieron afectados por la decadencia y posterior cierre de ese centro comercial y desaparecieron en el año 2009. 

También en 1998 se inauguraron los Cines Ábaco, ubicados en otra gran superficie, el centro comercial Pryca del Barrio España, conocido desde el año 2000 como Carrefour 2. La crisis del sector por el auge cada vez mayor de la piratería de películas a través de Internet en la década de los 2000 conduciría finalmente a su cierre, a principios de 2009. 

Los Cines Yelmo, en Vallsur.

Los Cines Yelmo, en Vallsur.

En el año 2002 se inauguró el centro comercial Equinoccio Park, en Zaratán, que también contaba con unos multicines de gran afluencia, sobre todo en sus primeros años. A pesar de las sucesivas reformas para la mejora de la tecnología de las salas, la crisis del sector y la pandemia, unidas al auge del nuevo centro comercial Río Shopping, ubicado también en Zaratán, supusieron el principio del fin para el centro comercial y, por tanto, para sus cines, que terminaron cerrando en enero de 2021.

Los cines Ocine Río Shopping, inaugurados en septiembre de 2012 en el centro comercial del mismo nombre, son los que gozan de una mejor salud y han terminado por hacer sucumbir al resto de los cines ubicados en estas grandes superficies, exceptuando los de Vallsur, que, por ahora, resisten. El auge de las plataformas de streaming durante la última década, que permiten tener cualquier película o serie a la carta, han supuesto el último golpe a un sector que viene sufriendo una paulatina crisis desde hace 40 años. Atrás quedaron aquellos tiempos en los que casi cada barrio de Valladolid contaba con una sala de cine como principal centro de reunión social.