Un programa de televisión recorre la casa de una persona famosa, y tras mostrar lujosas estancias llega el momento de meter las cámaras en la cocina para que el famoso en sí se ponga a cocinar. Pero esta estancia está mucho más descuidada que el resto de las habitaciones, algo que choca a los espectadores.

Esto sucedió el pasado martes en Ven a cenar conmigo en el programa en el que Ana Obregón fue la anfitriona, y volvió a suceder anoche en Mi casa es la tuya, el programa de Bertín Osborne que tuvo como protagonista a Tamara Falcó. Una entrega que se grabó en la casa familiar, la que popularmente se conoció como "Villameona" por sus numerosos cuartos de baño.

Tras una entrevista en un hermoso salón, y llegado el momento de hacer de comer, la cocina se mostró era mucho más vieja que el resto de la casa, con muebles cuyas puertas están desencajadas, una inexplicable lámpara en uno de los poyetes de la cocina, o unas antiguas cortinas con motivos frutales que chocan con el estilo que se apreciaba en otras habitaciones.

Esto hizo que la red se llenase de comentarios y chascarrillos que analizasen al dedillo cada rincón, y que comparasen la estancia con la cocina de un piso de estudiantes.

De todos modos, Tamara admitió que normalmente tienen una empleada, Ramona, para hacer de comer, y que ella, a lo sumo, suele hacerse “sándwiches, yogures y fruta”. Por ello, algunos tuiteros apuntaron que quizá la cocina que se mostró en el programa no es la familiar, sino la del servicio, y de ahí que luciese tan descuidada.

En la entrega, la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó repasó su vida y la de sus hermanos, y admitió que cuando sus padres se separaron se volvió “una malcriada y una materialista”, y que pese a que se crió en un ambiente ateo tras comprar una biblia llegó a plantearse ser monja.

Aunque Bertín Osborne siempre presumió de que en su programa no se hablaría de la vida privada de los invitados, el programa de anoche tuvo muchos momentos alrededor del romance de Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler.

Tamara Falcó confesó darse cuenta de que a su madre le atraía el Nobel el día que la vio arreglarse mucho para almorzar con el literato. “Le dije a Ana (su hermana) que a mami le gustaba Mario, que aquí hay tomate”, narró la invitada. Además, explicó que “tío Julio”, es decir, Julio Iglesias, padre de sus hermanos Enrique, Julio José y Chabeli, le llegó a decir en cierta ocasión “por qué poco podrías haber sido hija mía”.