El fondo fundado por el 'número dos' del Pentágono, tras el drama de los desahucios en Alicante: "Tiene miles de pisos"

Los vínculos entre la Administración de Donald Trump y Alicante se extienden más allá de las noches sin dormir de bodegueros, agricultores y zapateros ante las amenazas de aranceles. También conectan a uno de sus hombres de confianza con el drama de los desahucios en la ciudad.

El intento de suicidio de Olga, tras ingerir pastillas el pasado 3 de julio, después de ser desahuciada junto a su hija de un piso en el barrio de Carolinas, es la última consecuencia de la voracidad del 'fondo buitre' Cerberus Capital Management, cofundado por el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Stephen Andrew Feinberg.

El desahucio de esta mujer, tras 20 años en el inmueble de la calle Alcalde Julio Suárez Llanos, movilizó a decenas de vecinos y escenificó un drama que casi termina en tragedia y que se repite frecuentemente en la ciudad.

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La firma creada por el 'número dos' del Pentágono tiene mucho que ver con estos episodios.

Feinberg, quien presidió el Consejo Asesor de Inteligencia del Presidente entre 2018 y 2021 durante el primer gobierno de Trump, cofundó este fondo de inversión en 1992 y fue su director ejecutivo hasta que entró en el Pentágono en 2025.

Al asumir su nuevo cargo en marzo pasado, tuvo que dimitir, ceder el puesto de CEO y deshacerse de sus acciones para evitar los conflictos de interés prohibidos en un alto cargo.

¿Pero cuál es la relación de este fondo estadounidense con la ciudad de Alicante?

Cerberus es un fondo de capital privado dedicado a la adquisición de activos de alto riesgo o en dificultades.

Feinberg lo fundó a los 32 años con 10 millones de dólares bajo gestión; para 2024, sus activos superarían los 60 mil millones de dólares y tendría presencia en numerosos países.

En España, Cerberus es conocido por comprar grandes carteras de préstamos morosos a bancos. Su llegada a Alicante se produjo en 2018, cuando adquirió inmuebles del Banco Sabadell a través de la filial Promontoria Coliseum Real Estate S.L.

"Sin previo aviso, las inquilinas del Sabadell se encontraron con que el nuevo propietario de sus viviendas era un fondo opaco, inaccesible y sin ningún interés en continuar alquilando los pisos", aseguran desde el Sindicat de Barri de Carolines.

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Muchas de estas familias afectadas intentaron negociar con la inmobiliaria Solvia para prorrogar los contratos. Algunas pudieron comprarse las viviendas, en muchos casos por segunda vez tras una dación en pago y haber alquilado la misma casa.

Las que lograron recomprar sus viviendas lo hicieron, en su mayoría, por un precio "muy superior al valor del inmueble", destacan desde el sindicato alicantino.

Sin embargo, muchas otras no pudieron y quedaron atrapadas bajo las garras del 'fondo buitre' a través de su filial.

Decenas de afectados

Elena Bronchalo, miembro del sindicato, explica que Cerberus es "uno de los fondos con mayor capital social del mundo, con inversiones en múltiples sectores".

Desde el sindicato estiman que posee "alrededor de 60 000 pisos en España entre todas sus filiales y miles de ellos en la Comunitat Valenciana y Alicante, muchos procedentes de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM)".

"Entre esos pisos hay 28 familias del sindicato que tienen procesos de desahucio en marcha", añade.

Bronchalo subraya que a estas sociedades se les denomina 'fondos buitres' porque "van a la carroña: activos problemáticos o de baja rentabilidad que pertenecen a la clase trabajadora y que no pueden pagar los altos alquileres".

"Los bancos quieren deshacerse de esas personas y de los contratos porque existe riesgo de impago y baja rentabilidad", señala.

Y es entonces cuando Cerberus, a través de sus filiales, interviene para adquirir los pisos, vaciarlos y venderlos.

Bronchalo también destaca un nuevo modo de actuar. "Con el actual real decreto, es más difícil que los fondos puedan ejecutar desahucios, por lo que ponen los pisos directamente a la venta con familias dentro".

La sindicalista califica esta estrategia como pasar "la patata caliente" entre inversores y compradores que buscan viviendas baratas en una ciudad con precios por las nubes.