Juan Lledó, este lunes, en el centro de Alicante.

Juan Lledó, este lunes, en el centro de Alicante. M.H.

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Juan presenta la fundación para apoyar a los mayores LGTBI en Alicante: "Nadie se atrevía a tocar el tema"

De Mar a Mar presenta su lucha contra la soledad y la vuelta al armario mientras aspira a tener la primera residencia específica en la Comunitat Valenciana.

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Alicante
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La Fundación De Mar a Mar emerge en la provincia de Alicante como un faro de esperanza para el colectivo LGTBI de personas mayores, impulsada por la urgente necesidad de abordar la soledad no deseada. Juan Lledó, su presidente, explica que este proyecto nació a partir de atender a los "mayores que viven en soledad" y que en el colectivo es "todavía peor".

Lledó destaca que, a diferencia del estereotipo de "gays que todo el mundo dice que tienen dinero" en Europa, en España "la gente mayor LGTBI llega sola, con muy pocos recursos". Muchos vivieron la dictadura, tuvieron "vidas muy complicadas" y "no pudieron la mayoría estudiar".

Una de las realidades más desgarradoras es que las personas mayores LGTBI "se rearmarizan" al final de sus vidas. Lledó lamenta que, al entrar en una residencia o ir a un centro de día, "vuelven otra vez a evitar que parezca que es gay, lesbiana o trans".

Esto se debe al miedo a la opinión ajena cuando se está en una situación de dependencia, como puede ser estar en los mencionados espacios, donde "no hay educación" sobre diversidad. Y tienen mucho trabajo por delante porque, según sus cálculos, hay unas 15.000 personas LGTBI entre 70 y 90 años solo en la provincia de Alicante.

Lledó señala que las personas trans mayores, en particular, "lo han pasado muy mal", muchas dedicadas al "espectáculo, a la prostitución y están en la calle". La fundación, con el Ayuntamiento de Alicante, ha detectado casos extremos de personas viviendo en la calle.

De Mar a Mar arrancó hace un año, pero es ahora cuando hace su presentación oficial a la ciudad en un pequeño evento este jueves a las 19 horas en el pub Caníbal. En él desgranarán las principales líneas de trabajo que han empezado y contarán con testimonios de cómo lo están aplicando.

La primera, denominada Ninguna Persona Mayor Sola, ofrece "apoyo psicológico gratuito" y crea redes de apoyo. Para ello, explica, cuenta con voluntarios que llaman a diario y acompañan a los mayores, haciendo que se sientan "queridos, cuidados".

Otro pilar son los "encuentros intergeneracionales", que vinculan a jóvenes voluntarios con mayores, generando "lazos muy bonitos". Lledó subraya que esta interacción aporta una "energía muy potente".

La Fundación ha solicitado a la Generalitat Valenciana la creación de "centros intergeneracionales comunitarios", llamados Mari Mar, "que serían centros de día integrados con jóvenes". La aspiración final es crear "la primera residencia LGTBI" en la Comunitat Valenciana.

Lledó reconoce que una residencia es "muy potente" y "necesitará financiación pública, pero también financiación privada". Para lograrlo asegura que ya hay distintas conversaciones con ayuntamientos que ya han ofrecido la posibilidad de que se haga en sus terrenos.

Si ese es el futuro, en el que también hay contactos con el área de Diversidad de la Generalitat, Lledó mira también al pasado, cuando decidió lanzar esta iniciativa en Alicante porque "nadie lo hacía," y vio la "necesidad" y la "invisibilidad" del colectivo a partir de cumplir cierta edad.

La experiencia de Lledó en el "tercer sector", incluyendo diez años en la Fundación Vicente Ferrer, le ha proporcionado el conocimiento para "moverse en este sector". De Mar a Mar busca aliarse con otras organizaciones similares en Madrid, Barcelona y Bilbao para "hacer fuerza" porque, como concluye, "hay muchas asociaciones LGTBI, pero centradas en la gente joven, en el VIH… pero a nadie se le ocurría centrarse en mayores".