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Mascotas

¿Por qué no debes tocar a los perros guía?

Además de hacer compañía, los perros guía tienen la labor de asegurar la integridad física de la persona.

21 junio, 2023 01:55

Los perros guía son una de las principales ayudas que obtienen las personas invidentes y que aseguran su independencia. Ya sea en los ratos de ocio o de trabajo, el perro guía acompaña al usuario día y noche.

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En contra de la creencia popular, este animal no es únicamente una herramienta de acompañamiento, aunque esta sí que es su función principal. Para exponerlo de manera sencilla, los perros guías tienen un modo de juego y un modo de trabajo.

Mientras que en el primero se comportan como una mascota normal, a la que se puede acariciar sin problema, en el segundo deben estar completamente concentrados en su labor.

Diferenciar ambas funciones es clave para respetar a la persona invidente y a su acompañante. Es necesario recalcar que conseguir la autonomía de las personas invidentes es una labor común, en la que todos debemos ser partícipes.

Para ello, hay que fijarnos en un elemento clave: si el perro guía lleva o no puesto el arnés. En el caso de que sí que lo porte, debemos reprimir los impulsos de tocar al animal, ya que significa que está trabajando.

Este complemento suele tener adjunto, además, un cartel que lee 'No me toques, estoy trabajando', por lo que no hay excusa alguna para no hacerlo bien. 

Sin embargo, hay muchos otros factores que influyen en la distracción del perro guía y que le impiden ejecutar correctamente su labor, generando, en consecuencia, un problema para la persona ciega.

"Cuando se va a cruzar un paso de peatones es habitual que alguien se acerque a tocar al perro guía, porque estás parado. Esto pone en peligro al usuario, porque el perro no está 100% atento", declara Victoria, usuaria de perro guía.

Victoria también explica que "no está bien distraer al perro, aunque no sea tocándolo". "Ya el mero hecho de ponerle carantoñas o llamarlo le puede distraer, lo que genera ansiedad en el usuario, que no sabe por qué su perro no está obedeciendo", concluye.

Otro factor también consiste en ofrecer comida al animal, tanto si está trabajando como si no. Aunque esto debe de ser una norma general para cualquier mascota, para el perro guía supone mayor factor de riesgo ya que, además de la posibilidad de causarle algún problema digestivo, también le podemos desconcentrar.

Aunque el perro guía esté entrenado para obedecer, no debemos olvidar que sigue siendo un animal y sus instintos siguen estando presentes. Por eso, dejar suelto a tu perro cerca de un perro guía también puede ser una distracción.

A las mascotas les gusta jugar entre ellas así que cuanto más alejado y tranquilo esté tu perro, mayor favor le harás al usuario invidente.

En el adiestramiento, los perros guías aprenden a identificar la tensión en el arnés, lo que les indica que su dueño está a su lado y tiene el control. Tocar el arnés que sujeta al perro guía también es una práctica que interfiere con su trabajo y que queda reservada únicamente a su trabajo.

Además, todos los perros guías tienen de manera legal acceso libre a cualquier establecimiento, local, medio de transporte o restaurante, por lo que impedir la entrada a estos animales no solo les priva de que realicen su trabajo, sino que además va en contra de la ley.

Por último, también debemos tener en cuenta que no son solo los adultos los que deben frenarse de interferir en el trabajo del perro guía, sino que los niños también deben ser responsables en este aspecto.