EE.UU. invierte 322 millones de dólares en armas para reforzar la defensa aérea de un país aliado

El Gobierno de Donald Trump aprobó un paquete de armas para Ucrania que está valorado en 322 millones de dólares. El objetivo es reforzar su defensa aérea y mejorar las capacidades de combate terrestre ante los ataques continuos de Rusia. La operación fue confirmada por la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa (DSCA, sigla en inglés), que destacó que esta asistencia busca incrementar la capacidad de autodefensa de Kiev.

Un refuerzo clave tras la pausa temporal en los envíos de armas

El paquete incluye sistemas de defensa aérea HAWK por un valor de hasta 172 millones de dólares, así como equipos y servicios relacionados con los vehículos blindados de combate de infantería Bradley, que suman hasta 150 millones de dólares. La aprobación fue respaldada por el Departamento de Estado y está pendiente del visto bueno final del Congreso estadounidense.

Esta decisión llega pocas semanas después de que Washington suspendiera temporalmente algunos envíos de armamento, en un contexto de ataques rusos con misiles y drones. La DSCA explicó que el sistema HAWK permitirá a Ucrania enfrentar amenazas presentes y futuras con una defensa antiaérea más robusta, mientras que los servicios asociados a los Bradley están orientados a fortalecer el mantenimiento local y garantizar un alto nivel operativo de los equipos ya entregados.

La venta se enmarca en un contexto de creciente presión internacional para poner fin a la invasión rusa, iniciada en 2022 por orden del presidente Vladimir Putin. Aunque la Administración de Joe Biden comprometió más de 65.000 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, desde la llegada de Donald Trump al poder en enero de este año no se habían anunciado nuevos paquetes de asistencia hasta ahora.

Intercambio de prisioneros y avances diplomáticos

En paralelo al anuncio de venta de armas, el jefe negociador ruso, Vladimir Medinski, confirmó un acuerdo con Ucrania para un nuevo intercambio de prisioneros, que incluirá a al menos 1.200 personas de cada lado. Además, Moscú ofreció devolver otros 3.000 cuerpos de soldados ucranianos, en una operación que se realizará en colaboración con la Cruz Roja, cuando Kiev esté en condiciones técnicas de recibir los restos.

Medinski también informó que Rusia propuso declarar treguas temporales en las líneas del frente, de entre 24 y 48 horas, con el fin de permitir a los equipos médicos recuperar heridos y cuerpos sin correr riesgos ante los ataques con drones. Estas pausas humanitarias, según señaló, podrían contribuir a aliviar el drama en la llamada "zona gris", donde la evacuación médica se volvió extremadamente peligrosa.

Mientras tanto, se mantiene abierta la vía diplomática con vistas a una posible cuarta ronda de conversaciones. Aunque los pasos hacia una desescalada aún parecen lejanos, el intercambio de prisioneros y la coordinación humanitaria podrían sentar las bases para nuevos acercamientos entre Moscú y Kiev.