El pequeño pueblo de Florida que tiene 80,900 habitantes y te hace sentir en La Habana con cada bocado

Con una población de más de 80,000 habitantes, y más del 95% de ellos de origen hispano, Hialeah, Florida, se ha convertido en un pequeño refugio vibrante para quienes buscan el sabor, la calidez y el ritmo cubano y caribeño sin salir de Estados Unidos. 

El pequeño pueblo de Florida donde se siente el sabor latino

Aquí, el español no solo se escucha: se vive. Es el idioma de los menús, las telenovelas, las canciones en los autos, y los saludos entre vecinos. Y sí, también de las órdenes en Taco Bell.

Según un estudio de WalletHub, Hialeah encabeza la lista de las ciudades donde más se habla español en Estados Unidos, con un 92,25 % de hispanohablantes. Esta cifra, lejos de ser una curiosidad estadística, define el alma del lugar. La herencia cubana es palpable en sus plazas, sus tiendas, sus celebraciones y, por supuesto, en su gastronomía.

Pero no todo es Cuba: con los años, también han llegado puertorriqueños, dominicanos, venezolanos y mexicanos, enriqueciendo la escena cultural de la ciudad. Aun así, Hialeah mantiene un corazón habanero, forjado por décadas de exilio, nostalgia y sazón.

Una vuelta a Cuba, bocado a bocado

En Hialeah, comer es una experiencia emocional. Y si hay algo que lo demuestra, son sus restaurantes:

• El Rey de las Fritas: aquí se sirve la frita cubana original, una hamburguesa condimentada con papas fritas crujientes, cebolla y ketchup, todo en panecillo cubano. Una institución local que ha aparecido en Netflix y Food Network.

• Molina’s Ranch: desde 1982, este restaurante familiar es sinónimo de comida cubana tradicional como lechón asado y jugo de guarapo. Entre sus clientes han estado desde Celia Cruz hasta gobernadores.

• Kush by Stephen’s: fusiona la historia judía del local con la onda hipster de Miami. Ofrece pastrami clásico, cócteles con referencias pop y orgullo hialeahense.

• La Romanita: Italia y La Habana se dan la mano en este restaurante de cocina fusión, donde puedes cenar al aire libre con jazz en vivo mientras degustas pasta o mariscos al mejor estilo cubano-italiano.

• La Fresa Francesa: comida francesa con alma tropical. Platos como el “Cubano en París” y postres como el crepe de papaya y coco demuestran que el mestizaje gastronómico también es arte.

• Castillo del Morro: desde 1966, este clásico sirve recetas caseras como bistec de palomilla y arroz moro, con sabor a tradición.

• Polo Norte: ¿Pizza cubana? Sí, y con plátano maduro, langosta o chorizo español. Luego, un helado y a seguir disfrutando de la fusión culinaria.

• La Carreta: una parada obligada cuando el cuerpo pide picadillo, croquetas o un café cubano bien cargado. Sabor de abuela, directo a la mesa.

Una identidad que se canta y se baila

En Hialeah, la música no es un fondo: es protagonista. Las noches se llenan de son cubano, salsa, reguetón y boleros, y es común ver eventos al aire libre con bandas locales y DJ’s que hacen bailar hasta al más tímido. Incluso restaurantes como La Romanita o bares como La Cocina Coctelería ofrecen música en vivo, creando una experiencia multisensorial donde el alma se sacude y el cuerpo responde.

Monumentos, murales y parques también honran a líderes y figuras históricas cubanas, desde José Martí hasta los héroes del exilio. Pero también hay orgullo por lo que Hialeah representa hoy: una ciudad que “progresa”, como dice su eslogan, gracias al esfuerzo de miles de familias inmigrantes que han hecho de este lugar un hogar lleno de sabor, alegría y resistencia cultural.

Una Habana posible, en el sur de Florida

Pocos lugares en Estados Unidos capturan con tanta fidelidad el espíritu de una ciudad del Caribe como lo hace Hialeah. Con cada frita, cada nota musical, cada frase en español, este pueblo de 80,900 habitantes demuestra que no hace falta cruzar el mar para vivir una experiencia auténticamente cubana. Basta con dejarse llevar por los sentidos y dejar que Hialeah te abrace con su alma tropical.