El pequeño pueblo de California de 6.100 habitantes que es mágico para una escapada de ensueño cerca de Los Ángeles

A tan solo unas horas de Los Ángeles, entre suaves colinas y viñedos del Valle de Santa Ynez, se encuentra Solvang, un pequeño pueblo de apenas 6.100 habitantes que parece haber sido arrancado directamente de un cuento escandinavo. Fachadas con entramado de madera, molinos de viento, panaderías danesas, y hasta una réplica de la Sirenita de Copenhague hacen de este lugar una experiencia insólita y mágica en pleno corazón de California.

El pueblo de California con una historia de raíces danesas que parece salida de un cuento

Fundado en 1911 por un grupo de inmigrantes daneses que buscaban preservar su cultura en un nuevo continente, Solvang (que en danés significa “campo soleado”) es hoy un destino turístico único, donde cada rincón rinde homenaje a sus raíces nórdicas. Lejos de ser solo una curiosidad visual, este encantador pueblo vive y respira la herencia danesa todos los días del año.

Todo comenzó el 12 de enero de 1911, cuando tres visionarios daneses, el reverendo Benedict Nordentoft, el reverendo Jens M. Gregersen y el profesor Peder P. Hornsyld, compraron 9.000 acres de tierra cerca de la histórica Misión Santa Inés. Querían crear un refugio para la comunidad danesa en América, donde pudieran educar a sus jóvenes y mantener vivas sus tradiciones.

Así nació Solvang, con una escuela popular inaugurada ese mismo año y con anuncios publicados en periódicos en lengua danesa para atraer a más colonos.

Con el tiempo, y especialmente después de un artículo en la revista Saturday Evening Post en 1947, el pueblo empezó a transformarse visualmente para parecerse aún más a una aldea tradicional danesa: edificios remodelados en estilo provincial, calles con nombres daneses y, por supuesto, molinos de viento que salpican el paisaje urbano.

Solvang: así es el pequeño pueblo con arquitectura danesa

Caminar por Solvang es como pasear por una maqueta encantadora de Dinamarca. Uno de los iconos más fotografiados es el Rundetårn, una réplica a escala 1/3 de la famosa torre redonda de Copenhague. Muy cerca, en la intersección de Mission Drive y Alisal Road, una estatua en bronce de la Sirenita, autorizada por los herederos del escultor original Edvard Eriksen, da la bienvenida a los visitantes.

El busto de Hans Christian Andersen, situado en el Solvang Park, es otro recordatorio constante del legado literario danés. No es casualidad que el pueblo también albergue el único museo en EE.UU. dedicado por completo al autor de cuentos como La sirenita o El patito feo.

Elverhøj Museum: guardianes de la historia danesa

Uno de los tesoros menos conocidos de Solvang es el Elverhøj Museum of History and Art, ubicado en lo que alguna vez fue la casa de un escultor danés. Su nombre, que proviene de una obra de teatro folclórica y significa “elfos en la colina”, ya anticipa su aire mágico. Este museo se dedica a preservar la historia de la comunidad, promover el arte local y educar sobre la experiencia inmigrante danesa-americana.

El edificio en sí mismo es una joya arquitectónica, construido casi sin clavos, y refleja el compromiso de la comunidad con sus orígenes. Con exposiciones permanentes, eventos culturales y una programación educativa, el Elverhøj es una parada obligada para quien quiera entender el alma de Solvang.

Delicias danesas: un viaje al paladar

Si hay algo que enamora a los visitantes tanto como la estética del pueblo, son sus panaderías danesas tradicionales. Entre las más emblemáticas se encuentran:

• Birkholm’s Bakery & Cafe: fundado en 1951, es famoso por sus daneses y su pan de centeno.

• Danish Mill Bakery: con recetas que datan de la época del rey Christian X.

• Olsen’s Danish Village Bakery: hogar de deliciosos kringles y gofres daneses.

• Mortensen’s Danish Bakery: aún gestionado por la familia del fundador, conserva las recetas originales de Copenhague.

• Solvang Bakery: popular por sus casas de jengibre y golosinas de mazapán.

• Brød & Kage Bakery: la más moderna, pero con alma 100% danesa.

• Cultura viva: festivales, teatro y realeza

Cultura viva: festivales, teatro y realeza

Solvang es más que un lugar bonito: es una comunidad vibrante que celebra su identidad cultural con entusiasmo. Cada septiembre, durante las Danish Days, el pueblo se llena de música, danzas folclóricas, trajes típicos y comida tradicional. En diciembre, la magia continúa con el Julefest, una celebración navideña que incluye búsqueda de duendecillos (Nisse), mercado navideño y la iluminación del gran árbol de Navidad.

El amor por Dinamarca es tal que la familia real danesa ha visitado el pueblo en varias ocasiones. Incluso la reina Margarita II pasó por Solvang antes de ascender al trono, y en 2011, su esposo, el príncipe consorte Henrik, asistió al centenario del pueblo.