
Imagen de archivo de una ginecóloga.
Papiloma Humano y Cáncer de Cérvix: Este es el protocolo en Galicia para detectar y prevenir
Desde que la OMS impulsó la estrategia para la erradicación del cáncer de cuello de útero, el Sergas ha fomentado los cribados poblacionales entre mujeres, extendiendo el programa en 2021. Desde entonces se detectaron 41 casos de cáncer, pero también centenares de lesiones premalignas
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Acaba de conmemorarse, a nivel europeo, la semana europea de prevención del cáncer de cuello de útero, una patología a la que cada vez se destinan más esfuerzos en materia de prevención: Hablamos, sobre todo, de detección precoz y vacunación.
La pospandemia fue clave, en Galicia, para avanzar en la implantación de los cribados poblacionales en las cuatro provincias, logrando detectarse, desde 2021 y a instancia del Servicio Nacional de Salud, que incluyó en 2019 dicho cribado en la cartera de servicios de las comunidades autónomas; un total de 41 casos de cáncer de cérvix -un 76% de los mismos, en fase inicial-. Pero también lesiones premalignas.
Dicho cribado busca, entre lo que los técnicos de la Xunta denominan población diana -mujeres de entre 25 y 35 años, con citología, y de 35 a 65 años, con prueba de Virus de Papiloma Humano, aunque, en este extremo, se quiere disminuir la edad hasta los 30 años- genotipos de alto riesgo, que son los que pueden derivar en un cáncer. "El VPH es el causante de la práctica totalidad de los cánceres de cérvix. Va produciendo una infección persistente por determinados genotipos con potencial oncogénico y que puede dar lugar a lesiones", señala Ángel Gómez Amorín, jefe del servicio de detección precoz de enfermedades del Servizo Galego de Saúde.
Gómez Amorín señala, por otro lado, que antes de 2029, se deberá invitar, al menos en una ocasión, a toda la población diana a participar en el cribado.
Más de 200 genotipos
Existen más de 200 genotipos del Virus del Papiloma Humano, pero los que se buscan son los que tienen, tal y como se había referido previamente, aquellos con potencial oncogénico: "Son 13 y, dentro de ellos, los hay de mayor y de menor riesgo", remarca Gómez Amorín. "El 16 es el que tiene asociados el 70% de los cánceres de cuello de útero, después el 18 y ya luego el resto", anota.
De arrojar un resultado positivo el cribado en los genotipos 16 y 18, el siguiente paso será una colposcopia, mientras que, en un positivo en VPH no 16 ni 18, el protocolo a seguir será la realización de una citología. De observarse, en esta última, lesiones de alto grado, se agendaría una colposcopia. De no haber lesiones, se agendaría un seguimiento anual. "Con dos resultados negativos se volvería a una ronda de cribado normal de VPH cada cinco años", remarca el jefe de servicio.

Imagen de archivo de una consulta de ginecología.
Autotoma o cita con el matrón o matrona
Facilitar la participación en estos cribados es el objetivo del Sergas, que propone a la población diana la toma de muestras con un mecanismo de autotoma, o bien, con cita con el matrón o matrona en el centro de salud de referencia. "Se envía una invitación por sms y en la web enlazada es donde se puede elegir la modalidad. Si se elige dispositivo de autotoma, éste se recibe en el domicilio en dos o tres semanas. Luego se deposita en el centro de salud", explica Gómez Amorín.
De darse un resultado negativo, el aviso llega por sms. Siempre aludiendo al dispositivo de autotoma, el procedimiento será el relatado anteriormente en los casos positivos: Positivo 16 o 18, cita para colposcopia; y positivo no 16 ni 18, cita para la realización de una citología y análisis de células -si la toma se hace en el centro de salud de inicio, modalidad que también puede elegirse, la muestra vale para una citología en la que analizar si existen células malignas-.
Estrategia para la eliminación del cáncer de cuello de útero
El refuerzo de la lucha contra el cáncer de cuello de útero responde a una serie de evidencias y a una estrategia impulsada desde la OMS para la eliminación de este tipo de dolencia.
Dicha estrategia constaría de tres vértices: La vacunación, el cribado poblacional, y el acceso a los tratamientos adecuados. "Hay que lograr una tasa de vacunación adecuada, por encima del 90%; y una participación en los cribados y acceso a los tratamientos, adecuados", subraya Ángel Gómez.
Uno de los pasos importantes para poner una barrera a este virus ha sido la incorporación reciente a la cartera de vacunación contra el VPH de los niños -las niñas ya estaban incluidas-. La vacunación suele efectuarse a los 12 años, antes del inicio de las relaciones sexuales, aunque también se realiza en adultos.
Se sabe que un amplio porcentaje de hombres y mujeres a lo largo de su vida tendrán el VPH. Eso sí, la mayor parte de estas infecciones -entre el 70%-80%- se eliminarán de manera natural a los meses, al año o a los dos años. El problema radica en las infecciones persistentes que, a su vez, podrán desarrollar alguna lesión.