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Pedra Furada en Tomiño: un monumento pétreo y mirador con vistas al estuario del Miño

El singular conjunto rocoso se encuentra enmarcado entre bosques de pinos y carballos en plena Serra do Argallo y forma parte un itinerario conocido como "banda esquistosa Monteferro-O Rosal"
Pedra Furada, Tomiño.
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Pedra Furada, Tomiño.
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Situado en la parte suroeste de la provincia de Pontevedra, Tomiño conforma el municipio más extenso de la comarca do Baixo Miño. Se trata de un lugar tranquilo pero repleto de encanto, rodeado de idílicos valles verdes cuyo horizonte está marcado por el estuario del río Miño y las cercanas tierras de Portugal. Lo cierto es que esta localidad gallega destaca por su enorme riqueza natural, paisajística e incluso etnográfica, posicionándose como un gran destino para aquellos viajeros que buscan disfrutar de todo tipo de actividades al aire libre tales como el senderismo o el cicloturismo. 

Dentro de este enorme patrimonio natural que atesora Tomiño, uno de los rincones más singulares del municipio se localiza en plena Serra do Argallo, escondido entre bosques de pinos y carballos en una de las laderas del Monte de Figueiró. Hablamos de la conocida como Pedra Furada, un conjunto rocoso que se extiende a lo largo de unos cincos kilómetros cuadrados y que destaca por sus inverosímiles y curiosas formas. De hecho, una de las formaciones pétreas más representativas de Pedra Furada constituye una auténtica "ventana abierta" a la desembocadura del río más largo de Galicia. 

Una ruta hacia el mirador natural de Tomiño

Vistas desde Pedra Furada, Tomiño. Foto: Wikilock

El entorno natural en el que se ubica Pedra Furada destaca tanto por la singularidad de sus rocas como por las increíbles vistas que se obtienen desde su ubicación. Es importante destacar que el conjunto rocoso que aflora sobre la cima de la sierra tomiñesa no es el único que podemos encontrar en el Baixo Miño, sino que el monumento pétreo forma parte de un itinerario conocido como "banda esquistosa Monteferro-O Rosal", un terreno donde predominan los suelos de esquisto (rocas duras, compactas, coherentes y de baja porosidad) y en los que esta roca metamórfica ha dado lugar con el tiempo a un paisaje granítico de lo más especial. La verdad es que, más allá de Tomiño, estos peñascos intrusivos que surgieron hace millones de años también recorren gran parte del Valle del Miño desde Nigrán hasta los límites de Portugal. 

Del conjunto rocoso mencionado, la de Pedra Furada es la formación más conocida de todas. La fama de dicha roca responde en gran medida a la extraña silueta agujereada que presenta debido a la erosión y los procesos geológicos experimentados a lo largo del tiempo. En la actualidad, el encuadre de Pedra Furada se asemeja a una ventana natural desde la que se pueden observar el entorno que envuelve la Serra do Argallo, un paisaje salpicado de pequeñas montañas, viñedos, aldeas y ríos. 

Panel informativo sobre las formaciones rocosas de Pedra Furada. Foto: Wikiloc

Para llegar al lugar en cuestión tan sólo tendremos que recorrer una pequeña ruta de apenas 1,5 kilómetros desde el Área Recreativa de Figueiró, situada en las cercanías del Santuario de San Campio de Lonxe. En este punto también encontraremos un cartel informativo en el que se explican los tres posibles itinerarios que existen para ascender y bordear los alrededores de Pedra Furada. La colina sobre la que se sitúa la formidable formación esquistosa está a unos 200 metros sobre el nivel del mar, por lo que durante la subida a la misma encontraremos tramos con un desnivel importante que puede resultar complicado.

En las inmediaciones de Pedra Furada también se sitúa un banco de madera y un un panel informativo sobre las formaciones esquistosas que se reparten por toda la zona así como un mirador natural señalizado con una flecha desde el cual también se puede llegar a visualizar la portuguesa Serra da Arga y un primer plano tanto del Miño como de los extensos valles verdes que lo rodean.

De Pedra Furada a Niño do Corvo

Panorámica Mirador do Niño do Corvo. Foto: Concello do Rosal

Muy cerca del entorno de Pedra Furada, entre los límites de O Rosal y Tomiño, se localiza el famoso y visitado mirador del Niño do Corvo, uno de los mejores puntos de observación que encontraremos en O Baixo Miño. Se trata de un balcón natural con una panorámica de 360 grados que se extiende desde la desembocadura del río Miño hasta el emblemático Monte de Santa Trega, pasando por el Valle del Taxume y gran parte del trazado costero y montañoso de la frontera de Portugal, también con el océano Atlántico como telón de fondo. Lo cierto es que este increíble lugar de enorme riqueza natural y paisajística se encuentra situado a menos de 4 kilómetros de Pedra Furada a través de varias pistas forestales no señalizadas, por lo que el desvío tras la primera visita merece realmente la pena.  

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