Un niño jugando en los espacios de la entidad Gazteleku.

Un niño jugando en los espacios de la entidad Gazteleku. © Fundación ”la Caixa”

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Sociedad

La infancia, en el centro: la Fundación ”la Caixa” refuerza la atención temprana para que ningún niño quede atrás

Los Espacios Familiares 0-3 y los Espacios de Crecimiento 3-6, impulsados por CaixaProinfancia, ponen el foco en la primera infancia para garantizar el derecho al ocio y a la cultura como herramientas educativas.

El programa se desarrolla a través de más de 400 entidades sociales en toda España. Una de ellas es Gazteleku, que acompaña a familias en situación de vulnerabilidad en Rekalde (Bilbao).

Saúl Ramírez
Madrid
Publicada

Las claves

España lidera la tasa de pobreza infantil en la Unión Europea, con más de dos millones de menores creciendo en hogares vulnerables.

El programa CaixaProinfancia de la Fundación ”la Caixa” ha apoyado a cerca de 400.000 niños, niñas y adolescentes desde 2007, colaborando con más de 400 entidades sociales.

La intervención se centra en la primera infancia (0-6 años), con servicios como Espacios Familiares 0-3 y Espacios de Crecimiento 3-6, promoviendo el desarrollo integral y la igualdad de oportunidades.

En barrios como Rekalde (Bilbao), asociaciones como Gazteleku trabajan en red con CaixaProinfancia para ofrecer a los niños entornos de juego, aprendizaje y apoyo familiar, independientemente de su nivel socioeconómico.

s de dos millones de niños y niñas en España crecen hoy en hogares en situación de pobreza, lo que sitúa a nuestro país a la cabeza de la Unión Europea en pobreza infantil. En barrios como Rekalde, en Bilbao, ese dato tiene nombres propios: el de Sebastián, el de Sara y el de cientos de pequeños en riesgo de exclusión económica y que encuentran en CaixaProinfancia y en la red de entidades sociales como Gazteleku un espacio donde jugar, aprender y soñar en igualdad de condiciones.

Una realidad que, de hecho, ni siquiera es nueva. Cabe recordar que, desde 2007, el programa CaixaProinfancia de la Fundación ”la Caixaha acompañado ya a cerca de 400.000 niños, niñas y adolescentes en toda España, de la mano de más de 400 entidades sociales colaboradoras y con la vista puesta en una meta ambiciosa: invertir más de 4.000 millones de euros hasta 2030 en impulsar la transformación social y romper la transmisión heredada de la pobreza.

Una infancia marcada por el código postal

Sebastián tiene 3 años y vive en Rekalde, un barrio de Bilbao donde se concentra buena parte de las familias con menos recursos de la ciudad. Forma parte de una de las s de 40.000 familias vulnerables que, a día de hoy, se benefician del programa CaixaProinfancia en toda España.

Su madre, Karol, cría sola a Sebastián y a sus hermanas, Amaia, de 9 años, y Aitana, de 5. Depende de la Renta de Garantía de Ingresos para sacar adelante el hogar, pero tiene muy claro lo que sí quiere legar a sus hijos: oportunidades. Sueña con que puedan estudiar todo lo que ella no pudo. “Que hagan la ESO, el Bachiller, la universidad, explica.

La familia participa en CaixaProinfancia a través de Gazteleku, una asociación de desarrollo comunitario que lleva casi medio siglo trabajando en Rekalde para mejorar la calidad de vida del barrio. Desde allí han visto pasar generaciones de niños y niñas y conocen muy bien cómo el código postal puede condicionar un expediente académico, el acceso a la cultura o, simplemente, a un ocio seguro y educativo.

Primera infancia: el origen de la igualdad de oportunidades

Niños y niñas disfrutando de los Espacios de Crecimiento 3-6 en Bilbao.

Niños y niñas disfrutando de los Espacios de Crecimiento 3-6 en Bilbao. © Fundación ”la Caixa”

Por eso, la Fundación ”la Caixaha situado la primera infancia (la etapa que va de los 0 a los 6 años) en el centro de su estrategia contra la pobreza infantil. No es casualidad: los especialistas coinciden en que, en esos primeros años, se construyen las bases del desarrollo cognitivo, emocional y social. Lo que ocurra entonces marca el resto de la vida.

La evidencia científica también es clara: invertir en la primera infancia es una de las vías más eficaces y con mayor retorno social para romper el círculo de la pobreza. Cuando un niño o una niña crece rodeado de afecto, estimulación, juego, cultura y entornos seguros, sus probabilidades de progresar en la escuela, de tener mejor salud y de acceder a un empleo digno aumentan de forma significativa. Algo en lo que el factor socioeconómico juega un papel fundamental.

Por eso, CaixaProinfancia ha reforzado su intervención con dos servicios clave. Por un lado, los Espacios Familiares 0-3, que ofrecen acompañamiento intensivo a familias con bebés, ayudándoles a reforzar sus competencias parentales y a crear hogares más seguros y estimulantes. Por otro, los Espacios de Crecimiento 3-6, un nuevo servicio que promueve el derecho al juego, al ocio y a la cultura como herramientas educativas, combinando actividades con los niños y niñas con momentos compartidos con sus familias.

Aprender jugando en Rekalde

En Rekalde, una de las responsables de que este nuevo enfoque cobre vida es Oihane López. Psicóloga y logopeda, lleva más de una década trabajando con infancia en Gazteleku y hoy acompaña al grupo del Espacio de Crecimiento 3-6 del barrio.

Con esta edad ya te comunican sus necesidades, sus gustos, las cosas que quieren hacer, los proyectos que quieren desarrollar, las dinámicas que quizá no les gustan tanto…”, explica. Esa capacidad de comunicación, sumada a una imaginación desbordante, es el punto de partida de unas sesiones que se articulan siempre en tres momentos: una merienda que sirve para reforzar rutinas de alimentación e higiene; un espacio de juego, a veces guiado y a veces libre; y un cierre literario, con cuentos, marionetas o pequeñas representaciones que ayudan a bajar revoluciones antes de volver a casa.

El aprendizaje basado en el juego es el que más potencia todas sus habilidades, resume López. A través de dinámicas lúdicas, los menores trabajan su desarrollo cognitivo y comunicativo, aprenden a relacionarse con iguales y adultos y ensayan normas y límites en un entorno seguro. Cada avance, desde compartir un juguete sin discutir hasta atreverse a hablar en voz alta delante del grupo, es una pequeña victoria.

Una red comunitaria contra la pobreza infantil

Dos niñas que participan en los Espacios de Crecimiento 3-6 de CaixaProinfancia en Bilbao.

Dos niñas que participan en los Espacios de Crecimiento 3-6 de CaixaProinfancia en Bilbao. © Fundación ”la Caixa”

Al frente de esta mirada integral, para menores y para sus familias, está también Arantxa Gutiérrez, educadora social con tres décadas de experiencia en Gazteleku y actualmente coordinadora de infancia y familia en la entidad. La asociación participa en la red de CaixaProinfancia desde el nacimiento del programa, en 2007, y ahora vuelve a ser pionera al sumarse a la fase piloto de los Espacios de Crecimiento 3-6.

Realmente es una oportunidad de volver a traer al territorio un espacio socioeducativo superimportante para los niños y niñas que tienen situaciones de más dificultad, explica. Hoy, Gazteleku es uno de los nodos de una red de más de 400 entidades sociales que, junto a CaixaProinfancia, sostienen el día a día de miles de familias en contextos de vulnerabilidad.

La filosofía que comparten los Espacios Familiares 0-3 y los Espacios de Crecimiento 3-6 es clara: infancia y familia en el centro, con un enfoque integral y personalizado, y una mirada comunitaria que construye redes de apoyo y oportunidades. Esta intervención se alinea con varios artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño y aterriza en algo muy concreto: que cada niño y cada niña pueda crecer rodeado de afecto, estímulos y protección, al margen de su origen o nivel de renta.