Sara, albañila hondureña.

Sara, albañila hondureña. Montaje.

Sociedad

Sara (36 años), albañila hondureña en España: "Creen que no podemos por ser chicas, pero tenemos más capacidad"

Aunque toda su vida vivió en Honduras, Sara cambió de rumbo y encontró en la construcción su nueva vida.

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Según datos del Observatorio Industrial de la Construcción, las mujeres apenas representan el 11,2% de la fuerza laboral del sector.

Esta cifra evidencia lo masculino que sigue siendo este ámbito en España, por eso, cada mujer que se dedica a la albañilería llama la atención.

Sara, una hondureña que llegó a España hace más de cinco años, es uno de esos casos. Aunque comenzó trabajando como empleada doméstica, decidió dar un giro a su vida y adentrarse en el mundo de la construcción.

"Somos más capaces que ellos"

El sector de la construcción atraviesa un momento de crisis. En España, el 55% de los obreros tiene más de 45 años, y cada vez son menos los jóvenes que se sienten atraídos por esta profesión.

Este desinterés de la juventud ha abierto una oportunidad para las mujeres, sobre todo aquellas que llegan de otros países buscando mejores oportunidades, que poco a poco demuestran que la construcción también puede ser cosa de ellas.

Sara, trabajando en el arreglo de una construcción.

Sara, trabajando en el arreglo de una construcción. 'Quique Vasquez Historias de Migrantes' Youtube.

Precisamente una de ellas es Sara. Una mujer que ha contado al canal de YouTube Quique Vasquez Historias de Migrantes, cómo es dedicarse a la construcción siendo mujer y migrante.

"El trabajo no es solo para hombres, es para todas las personas", confiesa la mujer, dejando muy clara su postura sobre la idea de que la construcción es solamente para el sector masculino.

El trabajo como albañil lo consiguió de forma legal hace dos años. Aunque al principio, solo le daban "chapuzas", con esfuerzo fue ascendiendo y se convirtió en pintora, aprendiendo cada vez más sobre el oficio.

"La albañilería es algo muy pesado, muy duro; pero que las mujeres podemos hacer", explica. "Creen que una chica no lo puede hacer, y a veces somos incluso más capaces que ellos. Quizás destacan en fuerza, pero en capacidad, tenemos bastante", señala.

La mujer confiesa que lo más duro de su profesión es "levantar peso". Cada saco de cemento, que se tiene que subir o mover de un lado a otro, puede llegar a pesar hasta 35 kilos.

"He tenido problemas con otros latinos"

Aunque el simple hecho de ser mujer ha sido un tema a tratar entre sus compañeros, Sara explica que "en general" nadie le ha faltado al respeto. 

"Los españoles son muy respetuosos en el tema de faltarle el respeto a uno", detalla la hondureña ante las cámaras.

Sin embargo, afirma que con quien ha tenido problemas han sido "con otros latinos o marroquíes" por ser mujer.

En cuanto al salario, Sara no se queda callada. Destaca que la construcción ofrece mejores ingresos que otros trabajos que había tenido antes. 

"Mi salario base es de 1.200 euros, pero la empresa me permite hacer horas extra, y si trabajo días adicionales, puedo sacar alrededor de 1.500 euros", afirma.

Lo que está claro es que cada vez se rompen más barreras para que las mujeres puedan dedicarse a otras profesiones en las que antes era raro verlas.