Sergio Bog y un soldador creado con IA.

Sergio Bog y un soldador creado con IA. Montaje.

Sociedad

Sergio Bog, soldador con 30 años de experiencia: "No hay trabajadores y estoy hasta arriba, por eso tengo máquinas"

El experto no oculta la cruda realidad a la que se enfrenta. Su sector sufre porque no hay gente que quiera dedicarse a él.

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Durante poco más de tres décadas, Sergio Bog ha vivido casi todo lo que significa ganarse la vida con el metal: el corte, la soldadura, los viajes y el miedo de que su oficio desaparezca. 

Así lo confiesa ante los micrófonos de Sector Oficios Podcast. Hoy trabaja en su propio taller, lejos de la estructura familiar donde empezó.

Recuerda que "no me dejaban soldar" aunque les pedía hacerlo, pero nadie le enseñaba. Con constancia, trabajo de "enchufar la máquina y darle al gatillo", fue escalando, hasta que con 18 años ya construía portones de edificio de tamaño considerable.

"La gente no quiere ser soldador"

A pesar de que él encontró una vida dentro del metal, lamenta que no haya jóvenes a los que les interese dedicarse a esta profesión. 

El envejecimiento profesional supone una barrera que termina dejando el terreno en manos de máquinas.

"El problema que hay ahora es que no hay soldadores. La gente no quiere dedicarse a esto y estoy hasta arriba de trabajo", confiesa Bog ante los micrófonos.

Esta escasez de profesionales le permite tanto trabajo que podría "permitirse el lujo" de seleccionar los proyectos que más le interesan.

"No tengo trabajadores, por eso tengo máquinas", señala sin titubeos el carpintero metálico, herrero y soldador.

Los datos oficiales respaldan esta situación. Según el Banco de España, muchas empresas reconocen que la falta de trabajadores está frenando su actividad.

De hecho, hace un par de años, varias constructoras admitieron no encontrar personal suficiente para producir al ritmo que querían.

En el caso de la soldadura, la brecha es evidente: hay más trabajo que manos. Y aunque los sueldos no son bajos, el problema es otro.

Un oficio que necesita relevo

Se trata de un oficio duro, con riesgos físicos y una exigencia que no todo el mundo está dispuesto a asumir.

Por eso muchos jóvenes prefieren empleos que parecen más cómodos, aunque la demanda de soldadores siga creciendo y los talleres necesiten cubrir puestos urgentemente.

Sergio contando su experiencia.

Sergio contando su experiencia. 'Sector oficios podcast'. Youtube

"Se perdieron dos o tres generaciones, pero el futuro del sector lo veo bien. Hay gente que está tratando de aprender apuntándose a algún FP", puntualiza.

Aun así, la situación ha cambiado mucho desde que él empezó. Confiesa que, en sus primeros años, tuvo la sensación de que algunos compañeros se guardaban los trucos para sí mismos. "Como si aprender de más fuera a quitarles el trabajo", reflexiona.

Sergio trabaja principalmente con clientes extranjeros, lo que ha marcado gran parte de su trayectoria profesional.

Muchos vienen a España por turismo o segunda residencia y buscan trabajos de carpintería metálica de calidad.

"La mayoría son ingleses, belgas, noruegos o suecos", explica. Gracias a ellos, su taller se mantiene activo prácticamente todo el año, y gran parte del trabajo se coordina incluso a distancia.