Ainoa Blasco confiesa la realidad de la profesión.

Ainoa Blasco confiesa la realidad de la profesión. Instagram

Sociedad

Una camionera española, sobre la realidad de trabajar en carretera: "Me llevó a no querer salir de la cama, solo llorar"

Ainoa Blasco analiza cómo las largas jornadas en carretera le llevaron a replantearse su forma de vivir el trabajo como conductora de camión.

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Pasar días y noches en la carretera no es fácil. Conducir durante horas, soportar la soledad y, a la vez, lidiar con la presión de llegar siempre a tiempo es el día a día de muchos camioneros en España.

Y es que trabajar como camionero en España no es solo pasar muchas horas al volante. Detrás de ese trabajo también hay cansancio, abandono y problemas de salud que muchas veces no se ven

Ese es el caso de Ainoa, una camionera que no ha dudado en contar cómo la vida en la cabina de un camión le acabó pasando factura tanto en lo personal como en lo emocional.

En el podcast El camionero recomienda, Ainoa Blasco recuerda con claridad uno de los episodios más duros que ha vivido en su carrera.

"Tuve un episodio de ansiedad muy fuerte. Me dio tan fuerte que de hecho se me nubló la vista y tuve que parar, no podía conducir porque no veía prácticamente nada, todo nublado, hasta que me pude relajar", explica con pena.

Un momento de tensión que marcó un antes y un después en su vida laboral, porque aunque sabía que la ansiedad podía aparecer, no imaginaba que la dejaría sin fuerzas para seguir adelante.

Sin embargo, no se quedó en algo puntual. Durante meses, la situación se volvió insoportable.

"Me llevó a estar 3 meses que yo no tenía ganas de salir de la cama, que yo para mí simplemente lo que era peinarme me era un suplicio porque yo no tenía ganas de nada, solo de llorar y llorar y llorar y llorar”, recuerda con voz quebrada.

Y es que la dureza de la carretera, sumada a la soledad y a la presión que sufren en el día a día ante la peligrosidad de su trabajo, terminaron por afectar a su salud mental.

"Estuve tres meses así hasta que dije: 'Ainoa este no es el camino, tienes que aprender a gestionar'. Y, desde ahí, me empecé a dar cuenta porque lo típico que te llama tu madre para contarte cualquier historia y tú te enfadas con ella"

Ahí fue cuando "dije: Para, ¿por qué me estoy enfadando con ella si realmente no me ha dicho nada? Si el problema viene de que esta mañana, que me ha llamado el de tráfico, me he enfadado con no sé cuántos y ahora lo estoy pagando con la persona que tengo confianza.", confiesa con sinceridad.

Una reflexión que fue clave, ya que le permitió entender que necesitaba parar, observar y buscar ayuda. Y aunque no fue fácil, supo que era el único camino posible.

"Lo primero que hice en ese momento fue buscar ayuda, ser constante, trabajar mucho. Porque te pueden dar medicación, que en mi caso me dieron medicación, pero yo no quiero estar ligada a eso toda la vida. Entonces tengo que ser yo consciente, trabajarme para ver cuáles son mis puntos débiles, que era lo que decía, que no solo es tratar en el momento que tienes un problema", relata.

Ahora, Ainoa habla de todo ello con valentía para dar visibilidad a lo que muchos camioneros viven en silencio. Y es que aunque no se le de importancia en muchas ocasiones, la carretera, aunque pueda parecer un trabajo de libertad, arrastra retos que no todo el mundo es capaz de superar.