En la izquierda, una foto reciente donde se evidencia la nueva apariencia de Martiño: sin coleta ni barba, pelo degradado y gafas de vista. En la derecha, su estética habitual en Orense. El Español.
La nueva vida en La Habana de Martiño, el exlíder de En Marea fugado tras violar "sádicamente" a una niña: "Es fotógrafo erótico"
El gallego, condenado en firme a 13 años de prisión por abusar reiteradamente de una alumna de 12 años, se encuentra residiendo en Cuba desde hace al menos seis meses, donde se hace llamar "Martín".
Más información: Localizan en Cuba a Martiño, el exlíder de En Marea fugado tras violar "sádicamente" a una niña, con nueva identidad y profesión.
Martiño Ramos Soto desapareció de España en silencio. A mediados de septiembre, cuando la Guardia Civil acudió a notificarle su ingreso en prisión tras una sentencia firme del Tribunal Supremo, ya no estaba: teléfono apagado, vivienda vacía, coche en su sitio.
Durante semanas se especuló con que seguía escondido en Galicia, quizá en la comarca de Celanova, donde algunos vecinos aseguraron haberlo visto en verano. O en Baiona, a donde acudía frecuentemente con su hermano. Nada de eso era cierto. Cuando la requisitoria llegó a su puerta, él llevaba ya al menos tres meses viviendo en La Habana.
Ramos Soto —que fue profesor de música, candidato a alcalde en la órbita de la izquierda orensana y figura visible de En Marea— reside desde principios de junio en Cuba, donde utiliza el nombre de "Martín Soto" y se ha integrado en el ambiente cultural de la ciudad; una información que EL ESPAÑOL publicó en exclusiva este domingo.
Se presenta como fotógrafo autodidacta y realiza sesiones a jóvenes artistas, actores y modelos, algunas de ellas abiertamente eróticas. "Me dijo que era fotógrafo, que también hacía foto erótica y otro tipo de performances", explica una modelo que posó para él en la capital cubana.
Ésta, que no quiere que su identidad figure en este reportaje, asegura que la contactó para una serie retratada y que aparecía bajo su nombre castellanizado. No sólo: en La Habana, el aspecto de Martiño es otro.
Martiño Ramos Soto, también conocido en los círculos de izquierda como 'Martinho o Minho', en una imagen reciente utilizada para mostrarse como fotógrafo. E. E.
Ha abandonado el moño y la imagen que lucía en España. Ahora lleva el pelo rapado con un degradado, cara afeitada, camisas negras y pantalones anchos.
"Es uno más"
Con esa estética encaja bien en el entorno artístico de El Vedado, donde varias fuentes explican a EL ESPAÑOL que Martiño reside. El barrio, de galerías pequeñas, talleres improvisados y espacios culturales, funciona como refugio de fotógrafos jóvenes y de extranjeros instalados temporalmente en la isla caribeña.
Allí, Ramos Soto frecuenta la Fototeca de Cuba, participa en cursos y se relaciona con artistas locales con total normalidad. Quienes han coincidido con él lo describen como alguien reservado, educado y hábil para evitar cualquier referencia a su vida anterior.
"Es correcto, ciertamente tímido, le gusta hablar de luz, de encuadres, de cámaras antiguas", resumen un creador que lo ha visto en varias ocasiones. "No menciona España. Galicia, a veces", desgrana.
Lo cuenta después de ser contactado por este periódico y también tras ver cómo el Instagram de Ramos Soto se ha llenado este domingo de mensajes de advertencia.
"A este hombre lo están buscando por violar en repetidas ocasiones a una menor a la que daba clases de música", reza uno de los comentarios.
Todos han llegado hasta allí en masa después de una publicación de la cuenta de Instagram del grupo de mujeres Madres protectoras Madrid, quien alertó este sábado de la presencia del varón en Cuba. "No nos lo esperábamos", dice el creador.
Vida nueva
La actividad en Instagram de Martiño confirma ese nuevo personaje. Bajo el nombre de usuario vinculado a "Martín", publicó durante semanas retratos de jóvenes —hombres y mujeres—, paisajes urbanos, referencias a poesía latinoamericana, letras de canciones y escenas vinculadas al teatro.
Algunas de sus fotografías muestran a modelos en poses íntimas o con ropa transparente. Los comentarios de quienes trabajan con él son elogiosos: "Qué gusto enorme conocerte, Martín. Gracias infinitas por las fotos", escribe una artista mexicana. "Te esperamos en México".
Otra creadora boliviana celebra en su muro la "propuesta discursiva y estética" del "fotógrafo" español, a quien agradece su trabajo en una serie inspirada en el arte textil indígena Jalq'a. En todas las respuestas aparece una misma firma: "Martín". Nunca Martiño.
Una joven, que asegura haber mantenido una relación sentimental con Martiño en La Habana, contacta con EL ESPAÑOL explicando que "no puede creérselo". Bailarina de profesión, recibió la noticia después de que alguien de su círculo viera la publicación de este periódico en su muro de Facebook.
Ramos Soto, de pie, realiza fotografías con su móvil durante una exposición en la Fototeca de Cuba. El Español.
"Es verdad que se le veía cara de persona que esconde algo", afirma. Sobre su pasado, explica que Martiño se presenta como "un hombre cansado de la rutina española, en búsqueda de nuevas experiencias". "Es habitual encontrar hombres españoles que llegan a Cuba después de separarse, nunca le hicimos muchas preguntas", sentencia.
Otro testimonio, recabado por el medio cubano 14ymedio, expresó que Ramos Soto "conoció a mucha gente rápidamente por redes sociales". "Artistas aquí, conoce a una pila, y a dueños de negocios también".
A todos, dice la fuente, los conocía por Instagram. "Si eran chiquitas medio fotogénicas, les escribía para decirle que quería hacerles fotos. Yo no te puedo explicar la cantidad de veces que ese tipo me invitó a su casa, diciéndome que para hacerme fotos y qué se yo".
Otras personas aseguran que "se la pasaba en eventos sociales, exposiciones, museos y teatro" y que frecuentaba restaurantes, bares y centros culturales como la Fábrica de Arte Cubano, Tempo, Fangio o La Azotea de la India.
Sentencia firme
La fecha clave de su salida de España coincide con el avance del proceso judicial. En julio de 2024, la Audiencia Provincial de Ourense lo condenó a 13 años de prisión por violar de forma continuada a una alumna durante al menos cuatro años, desde que ella tenía 12 hasta los 16.
Según la sentencia, Ramos Soto "disfrutaba haciendo daño". La violó al menos diez veces, pegándole puñetazos, bofetadas y azotes "a modo de práctica sádica".
La última vez la dejó "desnuda y casi inconsciente" en un monte. La investigación probó que la captó a través de redes sociales, haciéndose pasar por un joven que la apoyaba en momentos de vulnerabilidad. Luego reveló su identidad: era su propio profesor. La menor, disociada y aterrada, tardó años en contarlo.

El TSXG ratificó la sentencia en 2025 y, finalmente, el Tribunal Supremo la declaró firme el 17 de julio de ese mismo año. Según fuentes de la investigación, Ramos Soto viajó a La Habana antes de que la decisión del Supremo fuese notificada, aprovechando que no existían medidas cautelares que le impidieran abandonar España.
Cuando llegó la orden de ingreso en prisión, ya estaba instalado en Cuba y había iniciado su vida bajo otra identidad.
La víctima, que hoy tiene veinte años, continúa recibiendo atención psiquiátrica y ha sufrido varios ingresos hospitalarios derivados de las secuelas de los abusos. Durante los años en los que el profesor mantenía encuentros sexuales con ella, la menor sufrió episodios de autolesiones, intentos de suicidio y una pérdida significativa de peso.
Denunció la situación en el centro educativo y, al ser tachada de mentirosa, tuvo que abandonarlo antes de denunciar ante la Guardia Civil. Ninguno de los profesores que trabajaba con Ramos Soto sospechó que detrás de la imagen de docente implicado y militante feminista se ocultaba una relación coercitiva y violenta con una de sus alumnas.
En España pesa sobre él una orden de búsqueda y captura, pero su extradición se enfrenta a un obstáculo mayúsculo: Cuba no mantiene un tratado bilateral de entrega con España. Es decir, cada expediente debe seguir un proceso meticuloso y especialmente largo.
Fuentes jurídicas consultadas por este periódico reconocen que, salvo cooperación excepcional por parte de las autoridades cubanas, es difícil que Ramos Soto pueda ser retornado. "Mientras permanezca en la isla, la situación es muy compleja desde el punto de vista legal", resumen.
Sin embargo, otras fuentes de la investigación policial consultadas por EL ESPAÑOL son optimistas y confirman la posibilidad de una extradición una vez se tramite la documentación. "Es mejor que se entregue, allá donde vaya lo encontraremos, sea Cuba u otro lugar".
Lejos de Orense
Su presencia en La Habana no es discreta. Más de una decena de fuentes del entorno artístico local confirman que se mueve con soltura por la ciudad. Ha sido visto en galerías de Centro Habana, en talleres de retrato en El Vedado y recientemente en unas conocidas salas de cine, también en ese barrio.
Su integración ha sido rápida: colabora en proyectos, acepta encargos fotográficos remunerados, participa en actividades culturales y se acerca a personas jóvenes interesadas en el mundo artístico. Su pasado permanece oculto. Su nombre, alterado. Su aspecto, cambiado por completo.
Mientras tanto, en España, la ciudad en la que fue profesor y donde construyó su imagen pública como militante de la izquierda local sigue asimilando el impacto de su caso.
Martiño Ramos Soto, junto a Alberto Garzón, exlíder de Izquierda Unida, en una reunión de trabajo en Orense. Según informó Europa Press, a ésta también acudió Yolanda Díaz, actual ministra del Gobierno de España. El Español.
El contraste entre el perfil que proyectaba —defensor de la igualdad, de la educación pública y del feminismo— y los hechos que confirmó la Justicia continúa generando perplejidad entre quienes compartieron espacios políticos con él. Nadie quiere pronunciar su nombre. Nadie admite haber advertido nada. Pesa una sensación de engaño colectivo.
La Habana le ofrece ahora lo que Orense ya no podía: anonimato. Una nueva identidad, un oficio que le permite relacionarse con jóvenes y artistas, un entorno internacional donde su pasado no existe.
En España su nombre sigue asociado a uno de los casos más graves de abuso a menores que han pasado por la justicia gallega en los últimos años. En Cuba, nadie sabía quién es. Hasta ahora.
¿Tienes más información sobre Martiño Ramos Soto? Puedes escribir de forma confidencial a julioc.ruiz@elespanol.com