El empresario Juan López, creador de contenido en el canal 'Huéleme mucho'.

El empresario Juan López, creador de contenido en el canal 'Huéleme mucho'. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

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Juan López, el empresario que cambió los bidones de petróleo por botes de perfume: "El olfato está para detectar sexo y peligro"

Este emprendedor se popularizó en redes por su canal 'Huéleme mucho'. Ha abierto dos tiendas y un centro de formación, y ha lanzado una línea de potenciadores del perfume: "Tengo más de 2.000 fragancias en mi colección".

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Cuando se camina por la calle de Pelayo de Madrid, llega un punto en el que una mezcla de aromas se cruza en el camino. Proviene de una pequeña tienda en cuyo interior se ordenan cuidadosamente decenas de frascos que brillan como tesoros prohibidos. Aquí no se venden simples olores, sino memorias encapsuladas. Es el negocio de Juan López, un amante de la perfumería que ha hecho de su obsesión privada un negocio que arrastra millones de visitas en Youtube.

"De lo que ves te acuerdas de un 10%, de lo que oyes te acuerdas de un 5%, y de lo que hueles de alrededor de un 29%", explica este apasionado empresario proveniente del sector del petróleo, que abre las puertas de su negocio a EL ESPAÑOL. "Cuando todo el mundo huele igual, no hay manera de distinguirlo, por mucho que sea el mejor olor del mundo. Entonces tener un perfume diferente y que te acompañe te hace muy memorable".

Juan acompaña al periodista a la trastienda, donde se apilan cajas de cartón con muestras de fragancias en su interior. Y al torcer una esquina, se accede a una habitación donde guarda su colección privada: más de 2.000 botellas en perfecto orden que utiliza para publicar reseñas detalladas en sus redes sociales: 'Huéleme mucho', donde suma más de 100 millones de visitas que le consolidan como "el canal de perfumes nicho de habla hispana más grande del mundo".

Más de 2.000 fragancias y 10.000 muestras. ¿Cuánto ha invertido en su colección? "Mejor no se lo digo", dice entre risas. "Puedo decir que he invertido más en todo esto que en la tienda".

Aunque curiosamente, para los ojos y las narices inexpertas en este vasto sector, la gran mayoría de los frascos que Juan custodia -algunos, con valores que pueden alcanzar los 4.000 euros- son totalmente nuevos. Y es que este creador de contenido se hizo famoso por especializarse en lo que él llama "perfumes nicho".

Juan López posa para la entrevista con EL ESPAÑOL en su tienda de Madrid, Nefertum Parfums.

Juan López posa para la entrevista con EL ESPAÑOL en su tienda de Madrid, Nefertum Parfums. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

PREGUNTA.– ¿Qué son los perfumes nicho?

RESPUESTA.– El mundo de las fragancias es gigante. Simplemente en España, mueve más dinero que el aceite y el vino juntos. Lo que pasa es que la gente piensa que este mundo está formado por las fragancias comerciales que hemos visto toda la vida.

Cuando entras a una perfumería, las fragancias que encuentras son Dior Sauvage, Bleu de Chanel, Acqua di Gio Profondo… Todas son azules, esto es, aromas acuáticos, verdosos con vetiver, pachulí, ámbar y almizcle. Llega un momento en el que todo es igual.

Y en ese punto hay gente que quiere oler a otra cosa. Y ahí es donde hay marcas que empiezan a hacer cosas más exclusivas, más de autor. Todo eso es lo que yo llamo perfumería nicho, mucho más única, de distribución limitada, que solo se encuentra en sitios exclusivos o que su producción es única.

El 'sensei' de los perfumes no exagera cuando habla de las grandes dimensiones de esta industria. Según la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), las exportaciones en 2024 alcanzaron un récord de 9.589 millones de euros, colocando a España como el segundo exportador mundial de perfumes.

Frascos de fragancias en Nefertum Parfums.

Frascos de fragancias en Nefertum Parfums. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

El perfume ha registrado un aumento en su consumo del 11,3%, superando los 2.200 millones de euros. Asimismo, la impactante cifra de 2.299 lanzamientos de fragancias a nivel global en 2024 evidencia el ritmo de actividad de este mercado y su impacto en la cultura del consumidor en nuestro país.

Por esta razón, cuando uno va a elegir cómo quiere alumbrar al mundo con su aroma tiene una oferta interminable. Pero los perfumes, al igual que la ropa, no se pueden poner al azar. Y ahí es donde entra Juan. Su canal se popularizó por sus reseñas en las que analiza fragancias de forma individual y expone cuáles son las mejores ocasiones para utilizarlas.

P.– ¿Qué criterios hay que seguir para comprar un perfume?

R.– Uno no se viste igual para dormir, que para bucear o que para casarse. Entonces, ¿por qué llevar siempre el mismo olor? Para mí hay cinco perfumes que tienes que tener en una colección perfecta. El fresco para usarla por las mañanas, tiene que ser energético, positivo, que no te lo tienes que pensar para ponértelo.

El segundo es el de ir a trabajar. ¿Cuál es el mensaje que quiero mandar? Porque no es lo mismo mandar el mensaje de 'quiero pasar desapercibido' a 'quiero que todo el mundo me vea porque quiero ser el próximo director general'.

El tercero debe ser el de salir por la tarde y por la noche, que te sirva para decir 'quiero ser sexi', o 'quiero ser memorable'. Lo que tú quieras transmitir. El número cuatro es el de las ocasiones hiper especiales: me caso, voy a una boda, a un evento… Ahí ya tengo que subir el nivel de calidad o de presencia.

Y el quinto, uno de los más importantes, tiene que ser uno raro que te guste solo a ti. Ese es el que te hace sentirte distinto. Pero al final todo ellos, todos, todos, te los tienes que comprar con el principio básico de selección de perfumes, que es: el que te haga sonreír. Porque si no, no te lo vas a poner nunca.

Juan López, creador de contenido en el canal 'Huéleme mucho'.

Juan López, creador de contenido en el canal 'Huéleme mucho'. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

P.– ¿Cuáles serían sus cinco esenciales?

R.– El mío de por la mañana sería Whittoria, que huele a jaboncito. Para ir a trabajar, Imagination, de Louis Vuitton, porque los cítricos especiados me vuelven loco. La de salir por la tarde y por la noche sería Danger de Roja Dove. El de las bodas y casarse, Nom, mi perfume favorito, que tiene una evolución fantástica. Y el raro sería Sublimizia, que huele a regaliz.

Comida, sexo y peligro

Este emprendedor nato no quiere acomodarse. No le vale con la ascendente influencia de sus redes sociales, por eso abrió una segunda tienda en Sevilla y un centro de formación para enseñar a vender perfumes y a identificar olores.

Pero el proyecto al que dedica más ilusión -y se nota cuando habla- es a su propia línea de productos: Xponential Boost. Esto no es una marca propia de fragancias al uso, sino una serie de potenciadores de la duración, de la proyección, de la emoción, de la sexualización e incluso neutralizadores del olor.

Juan López toma uno de sus potenciadores de olor Xponential Boost.

Juan López toma uno de sus potenciadores de olor Xponential Boost. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

"Nos planteamos cuáles son los problemas que le surgen a la gente cuando compra un perfume: dura muy poco, es demasiado suave y quiero que me haga ligar más. Por eso ofrecimos estos productos que pueden ponerse encima de cualquier fragancia y automáticamente la mejoran".

"La gente no se da cuenta de que hay muchísima información en el olfato. Pero también hay una limitación, y es que este sentido no está inventado para analizar, sino para detectar comida, sexo y peligro. Nosotros hemos sacado un potenciador, el Night, que al olerlo impulsa esas emociones y te hace ver más atractivo.

Trayectoria laboral compleja

Pero antes de dedicarse en cuerpo y alma a los perfumes, su trayectoria profesional le llevó por un sector completamente diferente: el petróleo. "Estudié económicas y empresariales. Tuve una vida profesional muy divertida. Me gustaba, pero sentía que estaba viviendo la vida de otro".

Juan López, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

Juan López, durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

"Estuve trabajando muchos años en Repsol. Más tarde, en México desarrollé una consultoría de estrategia. Cuando llegó el Covid estaba a punto de cerrar contratos con un montón de empresas, pero como el crudo subió su precio de golpe, todo eso quedó en el aire. En ese momento empecé a monetizar el canal de YouTube, luego abrí una tienda online y al final decidí dedicarme completamente a esto abriendo la tienda de Madrid".

Hoy asegura que, entre unas cosas y otras, trabaja 16 horas diarias, y apenas duerme cinco.

P.– ¿Cómo llegó a usted la pasión por los perfumes?

R.– El mundo de la perfumería es una cosa que siempre me ha gustado. A mi padre siempre le han sentado los perfumes de locos. Cuando tenía entre 8 y 10 años, como mi padre siempre olía tan bien, les pedí que me regalaran un bote pequeñito de Loewe, su perfume.

Siempre tenía dos o tres perfumes en circulación. Un día, descubrí en una revista algo que anunciaban como 'perfume de feromonas'. Entonces fui a una tienda de Madrid, la primera de perfumes nicho del mundo, y me compré tres o cuatro. Entre ellas, la que decían que era de feromonas, que no es cierto que lo fuera, pero a efectos de marketing, me la compré por idiota. Pero me encantó.

Aquello me abrió este mundo. Yo tendría unos 30 en ese momento. Empecé a buscar perfumes y un día dándole vueltas me di cuenta que la venta de estos productos no estaba bien trabajada, y vi que lo de alinear propósito y olor podía ser una realidad. Empecé a escribir reseñas yo solo, y cuando llevaba unas 400, vi en YouTube a varios reseñadores hablando de esto. Así entré en YouTube.

Juan López muestra su colección de perfumes.

Juan López muestra su colección de perfumes. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

Hoy, después de tantos años, entre las más de 2.000 botellas de su colección sigue brillando especialmente una: el frasco de Loewe que sus padres le regalaron de niño, el mismo que decidió no terminar nunca para recordar siempre el aroma que le hizo empezarlo todo.