El debate migratorio abre un cisma entre Abascal y la Iglesia: Vox no tiene nada de cristiano; su Dios es blanco, supremacista

El debate migratorio abre un cisma entre Abascal y la Iglesia: "Vox no tiene nada de cristiano; su Dios es blanco, supremacista"

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El debate migratorio abre un cisma entre Abascal y la Iglesia: "Vox no tiene nada de cristiano; su Dios es blanco, supremacista"

Teólogos se muestran muy críticos con el "cristianismo ideológico" que, a su juicio, profesa Vox: "Intentan usar la fe y a Dios para intentar engañar a la gente sencilla. Eso es un pecado muy grave que está penado en la Biblia".

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Vox ha topado con la Iglesia. El partido de Abascal está dando rienda suelta a sus discursos contra la inmigración, hasta el punto de que no sólo está siendo investigado por difundir contenidos susceptibles de estigmatizar o incitar a la violencia contra las personas migrantes; sino que algunas autoridades eclesiásticas –como el arzobispo de Tarragona– han salido a condenar un proyecto político que no dudan en tildar de "xenófobo".

"Este partido nunca ha defendido a la Iglesia, sino que se ha servido de ella", asegura a EL ESPAÑOL la reputada teóloga Cristina Inogés. "Han encontrado un filón en el discurso de la migración porque pueden cosechar bastantes votos a base de mentir, partiendo de una ideología que no tiene absolutamente nada de cristiana".

"Habría que hacerles ver a estos señores que la figura de Jesucristo no es la que vemos pintada o esculpida: él no era blanco, era palestino. Sin embargo, ellos identifican a una especie de Dios blanco y supremacista y no se dan cuenta de que, en realidad, es humano, no asume ninguna raza, ni país ni identidad geográfica".

Inogés ha sido la primera y única española que ha participado en las Asambleas del Sínodo de la Iglesia Católica. Lo hizo en 2022, escogida personalmente por el Papa Francisco.

"Lo que hace Vox es hurgar constantemente en la misma herida, no aportar nada nuevo y sobre todo crear conflictos donde no los hay, ante situaciones que nunca han generado problemas. Es una manipulación clarísima".

Una foto de archivo de Cristina Inogés.

Una foto de archivo de Cristina Inogés. Diócesis de Málaga

La relevancia de este choque entre la formación verde y la Iglesia católica viene de que los de Abascal siempre han reivindicado los valores nacionales y la defensa de la identidad cultural española y cristiana.

La polémica saltó al escenario mediático por unas palabras del arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, en las que arremetió duramente contra el líder de Vox: "Un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano".

Estas palabras las secunda Cristina Inogés, que explica que "Tanto el Papa Francisco como ahora León XIV han dejado claro que la migración es un tema preferencial. Respecto a este tema, ambos han seguido esa línea de aceptación, respeto, apertura, acogida, misericordia... en concordancia con el Evangelio".

El jefe de delegación de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, durante la inauguración de una muestra sobre el Valle de Cuelgamuros, este pasado julio.

El jefe de delegación de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, durante la inauguración de una muestra sobre el Valle de Cuelgamuros, este pasado julio. Sara Morato/EFE

Aunque esta no ha sido la única confrontación de los de Abascal con la Iglesia. De hecho, el líder del partido se refirió al Papa Francisco en varias ocasiones como "ciudadano Bergoglio". De hecho, en una ocasión lo hizo en Antena 3, cuando la presentadora de televisión Susanna Griso le mostró una parte de la entrevista que Jordi Évole hizo al Pontífice, en la que este se refería a quienes criticaban la inmigración, aconsejándoles "leer el evangelio y ser coherentes".

Sin embargo, otras figuras destacadas dentro del entorno eclesiástico español han mostrado posicionamientos muy próximos a la formación de extrema derecha.

Uno de los casos más recientes es el del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, que publicó un tuit este miércoles en relación con el polémico cambio del reglamento de las instalaciones deportivas en Jumilla (Murcia): "Extraña polémica con musulmanes sobre celebraciones en polideportivos. ¿Dónde está la reciprocidad negada de los moritos con los cristianos que asesinan en nuestras iglesias dentro de sus territorios? ¿Ponernos estupendos citando textos civiles o eclesiales, para que nos sigan matando?".

Pero para el teólogo José Manuel Vidal, director de Religión Digital, esta variedad de opiniones "no representa que exista una división dentro de la Iglesia": "Dentro del catolicismo hay varias tendencias. Una es muy clásica y muy ultra. Por eso durante el pontificado de Francisco incluso hubo algunos cardenales de Roma que se opusieron públicamente al Papa, aunque no fueron muchos".

Una foto de archivo de José Manuel Vidal.

Una foto de archivo de José Manuel Vidal. Religión Digital

"Entonces hay una pequeña minoría dentro del catolicismo que comparte las tesis de Vox y que vive la ideologización del cristianismo. Cuando coges la religión desde el prisma ideológico de la ultraderecha, tratas de quedarte solo con aquellas cosas que te convienen, pero es convertir el catolicismo en una ideología, y por eso la inmensa mayoría de fieles y de la jerarquía no van por ese camino".

PREGUNTA.– ¿Qué es lo que pretende conseguir la Iglesia marcando sus diferencias con Vox?

RESPUESTA.– La Conferencia Episcopal y la inmensa mayoría de los obispos españoles, ante el ruido que se hizo respecto a Vox y teniendo en cuenta que eso significa que no se puede mantener en nombre de la doctrina católica, lo que han hecho es salir a decir: 'Esto no es catolicismo'.

Porque una de las cosas que está haciendo Vox es confundir a la gente que quizás está menos formada a nivel de doctrina católica, ideologizando esa fe que ellos dicen profesar. Entonces los obispos están obligados a salir a la plaza pública a defender la rectitud de la fe católica. Lo otro sería un silencio cómplice que implicaría no explicar a la gente, a los fieles, al pueblo de Dios, lo que significa ser católico hoy.

Una foto de archivo de Santiago Abascal, en un acto de Vox.

Una foto de archivo de Santiago Abascal, en un acto de Vox. EFE

P.– ¿Cómo afecta a Vox el hecho de que la Iglesia se posicione contra sus discursos?

R.– Es una buena pregunta para Santiago Abascal. Me da la sensación de que Vox presume de ser católico, cristiano, pero en el fondo no lo son. Trataron durante todos estos años al Papa Francisco nada menos que de hereje, de peronista, de comunista… Un católico que presume de serlo no maltrata al Papa.

Y en segundo lugar, han estado absolutamente en contra de todos los grandes principios no solo del Papa, sino también de la doctrina de la Iglesia Católica. Esa doctrina, en este caso sobre los migrantes, es clarísima: es una de las bienaventuranzas, una de las cuestiones que dice la Biblia sobre las que en el juicio final se nos va a preguntar a todos: 'Fui forastero y me acogisteis, ¿sí o no?'. Es tan claro el distanciamiento que es evidente que se llegó a una implosión de las pocas relaciones que pudiera haber.

José Manuel Vidal ha estudiado las trayectorias de los Papas, y fruto de su labor teológica y periodística ha publicado varios libros analizando las figuras de Benedicto XVI y Francisco. Actualmente, sigue muy de cerca el pontificado del recién nombrado León XIV.

P.– ¿Por qué Vox sigue abanderando su fe cristiana si tiene tantas diferencias con la Iglesia?

R.– Porque eso va en el pack ideológico y sociológico que representa la ultraderecha católica. Esta gente viene del franquismo, que era un movimiento que se decía absolutamente católico. Aunque la Iglesia rompió con todo esto en el Concilio Vaticano II, cuando dio un salto adelante para ponerse al día, pese a que en España seguía habiendo una dictadura. Ahí es cuando empieza a romperse la relación eclesiástica con la ultraderecha.

Pero en el fondo, los valores patrios se identifican siempre con la cultura cristiana, que ha marcado y sigue marcando España. Somos un pueblo católico, al menos culturalmente. Otra cosa es que lo seamos también doctrinalmente y eclesiásticamente.

A mi juicio, eso es lo que le ocurre a Vox: es culturalmente católico, pero no lo es ni eclesialmente ni doctrinalmente.

Vidal concluye la entrevista asegurando que "el catolicismo no solo busca acoger, también integrar, ayudar... Lo que late de fondo es la fraternidad, el todos somos hermanos, proclamamos y creemos que somos hijos del mismo Dios. Y entre hermanos, no se puede hacer lo que pretende Vox".

"Hay un intento por parte de este partido de usar algo que para los católicos es sagrado: la doctrina, la fe, a Dios, para defender sus propias ideas. Y cuando eso engaña a los sencillos, se convierte en un pecado muy grave que está penado en la Biblia y en el catecismo de la Iglesia católica".

¿Abascal católico?

Mucho más contundente se muestra el también politólogo, Juan José Tamayo, profesor emérito honorífico de la Universidad Carlos III de Madrid, al señalar directamente al líder de Vox: "¿Abascal católico? Quizá se considere católico por estar bautizado, por tradición familiar, herencia cultural o por pertenencia a la Iglesia católica institucional como miembro inscrito en el registro de bautismos, de confirmación o de matrimonio canónico".

Una foto de archivo de Juan José Tamayo.

Una foto de archivo de Juan José Tamayo. Ayto. Cartagena

"Rafael Sánchez Ferlosio acostumbraba a decir que todos los españoles somos culturalmente católicos. Pero dudo que sea cristiano desde el punto de vista evangélico", expresa Tamayo, en una línea muy similar a José Manuel Vidal.

"No hay más que confrontar su catolicismo con la legislación judía que exige la acogida al extranjero y el trato igual al nativo sin discriminación alguna y con el Evangelio de Mateo que reconoce como seguidores de Jesús a quienes alojan a los extranjeros y condena a quienes los rechazan".

"En esta segunda categoría creo que hay que situar a la alcaldesa de Jumilla y a Santiago Abascal. Por mucho que presuman de católicos, no pueden considerarse tales ya que mantienen actitudes racistas, xenófobas, islamófobas".

Juan José Tamayo es una voz muy reputada dentro del ámbito de la teología cristiana. Acaba de publicar su último libro, Cristianismo Radical (Editorial Trotta), y participa con diferentes instituciones, como ha hecho este verano impartiendo el curso de verano 'Mística y espiritualidad' para la Universidad de Cantabria.

De manera que, en términos generales, Tamayo secunda la visión que ofrecen Vidal e Inogés, al valorar que "Vox no es un partido cristiano, ya que es contrario a los valores evangélicos: sustituyen el amor por el odio, el perdón por la venganza, la amistad social por la dialéctica amigo-enemigo, la acogida y la hospitalidad a las personas, colectivos o culturas diferentes por la xenofobia, el nos-otros inclusivo por la contraposición entre nosotros y ellos".

"Ningún partido puede considerarse cristiano porque no agota todos los valores del cristianismo originario. Fue un acierto la negativa del cardenal Tarancón a la creación de un partido cristiana al estilo de la Democracia Cristiana italiana. Un partido que se considera cristiano tiende a la utilización política del cristianismo en su propio beneficio".