Disidentes de Vox aprueban una declaración tras una reunión en Madrid. Europa Press
Críticos de Vox cargan contra Abascal, piden más democracia interna y siembran dudas sobre la financiación del partido
Los disidentes del partido de ultraderecha solicitan alinearse con el bloque europeo de Meloni y alejarse del de Orbán, encabezado por Putin.
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Cerca de un centenar de cargos y excargos de Vox críticos con la actual situación de la formación política se han reunido este sábado en Madrid para reivindicar la refundación del partido, al que catalogan como un “chiringuito”. Entre los reproches a la formación liderada por Abascal, destacan la ausencia de democracia interna y siembran dudas sobre su financiación.
Asimismo, denuncian el rumbo que ha tomado Vox, pidiendo la reintegración en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que Vox abandonó para alinearse en el grupo Patriotas impulsado por Viktor Orban, el primer ministro húnagro.
En el texto que convocaba la reunión de los díscolos de Vox, se recalcaba que la relación entre el partido y Hungría podría "implicar subordinación a agendas externas, en particular a través de la financiación". "Esto podría explicar el viraje de Vox, que parece haber supeditado el interés nacional y la defensa de principios innegociables y fundacionales a los intereses económicos no de un partido, sino de su cúpula", continuaba el comunicado.
En la cita de este sábado se han reunido, entre otros, los diputados de Baleares Idoia Ribas y Agustín Buades, los procuradores de las Cortes de Castilla y León expulsados Ana Rosa Hernando y Javier Teira, la exdiputada en el Parlamento de Cataluña Isabel Lázaro -que denunció al secretario general, Ignacio Garriga, por malversación y apropiación indebida-, y otros cargos regionales y locales en activo.
En mitad del acto, ha aparecido el exdiputado Rubén Manso, artífice del programa económico de Vox y uno de los exdirigentes críticos de la deriva del partido. Sin embargo, el exportavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros, o el exdiputado Víctor Sánchez del Real, con los que Manso mantiene buena relación, no han asistido a la cumbre de díscolos.
Vox, un "chiringuito"
La formación política dirigida por Santiago Abascal es un "chiringuito" en el que hay que estar "de acuerdo en todo y sumisamente" con el líder, han emitido los participantes. Ribas ha recalcado que "las órdenes vienen dadas" y que "no hay espacio para el debate ni las propuestas" en un partido controlado por "personas no elegidas por nadie y que no tienen liderazgo".
Por su parte, el exmiembro del Consejo Político de Vox y ex vicesecretario nacional de Formación, Antonio de Miguel, ha denunciado que en la formación "entra mucho dinero" y hay "muchas colocaciones de muchos amigos". Para él, su punto de inflexió fue la eliminación de las primarias para la elección de candidatos. A partir de ahí, "Vox entró en una espiral de autodestrucción".
Otra de las asistentes, Hernando, ha sido más tajante. Ha replicado que se siente "engañada", "maltratada" y "víctima" por el rumbo que ha tomado la formación. Cree que "el enemigo" para Vox es el que tiene "pensamiento crítico" porque "es el enemigo de Abascal" y que su formación prefiere a gente obediente a preparada, se quedan con los más tontos y los más vagos".
El acto ha concluido con la aprobación de la llamada 'Declaración de Barajas', un documento que recoge todas las quejas hacia el partido político.