A la izquierda, Ángel Boza, uno de los cinco miembros de 'La Manada'; a la derecha, Francisco Javier Almeida, autor del 'crimen de la inmobiliaria' y asesino del niño Álex en Lardero.

A la izquierda, Ángel Boza, uno de los cinco miembros de 'La Manada'; a la derecha, Francisco Javier Almeida, autor del 'crimen de la inmobiliaria' y asesino del niño Álex en Lardero. E.E.

Reportajes

Del asesino de Lardero a 'La Manada': los 1.156 agresores con rebajas de penas por el 'sí es sí'

La contrarreformada ley estrella de Irene Montero sigue causando estragos. La reciente rebaja de pena a Ángel Boza es uno de los más simbólicos.

17 septiembre, 2023 02:06

La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Navarra de rebajar en un año la pena impuesta a Ángel Boza, uno de los cinco miembros de La Manada, supone el último misil a la línea de flotación del Ministerio de Igualdad encabezado, ahora en funciones y sin visos de continuidad, por Irene Montero.

Se trata de la más simbólica de las consecuencias de la contrarreformada Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual —conocida popularmente como ley del sólo sí es sí—, enarbolada por Montero como icono de toda una legislatura. Una bandera a la postre fallida, y argumento soterrado y capital de la marginación y veto hacia ella ejercida por Yolanda Díaz en las listas de Sumar.

"Nos hacemos cargo del dolor de la víctima", declaró la titular de Igualdad sobre la rebaja de 15 a 14 años de prisión de Boza, victimario del caso que, tras la violación grupal en Pamplona durante los Sanfermines de 2016, acuñó el movimiento social que dio nombre a la ley

[Un miembro de La Manada logra la rebaja de la pena por la 'ley de solo sí es sí': un año menos de cárcel]

Hasta el pasado 25 de agosto, justo un año después de su publicación en el BOE y según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), fueron 1.156 los agresores sexuales beneficiados con rebajas de pena tras la promulgación de la ley del sólo sí es sí. De ellos, 117 han sido directamente excarcelados. Se trata de un conteo a la baja del CGPJ. Podría haber decenas de casos más. Es el resultado de un goteo constante de revisiones a un ritmo medio de más de tres casos diarios desde su promulgación.

Y entre ese más de un millar de agresores sexuales beneficiados, muchos casos sonadísimos, crímenes espeluznantes, violaciones y asesinatos que consternaron a un pueblo, a una ciudad o a un país entero. Que, por su grado de indignación social, abrieron telediarios. Depredadores sexuales que han aligerado sus penas gracias a Irene Montero y al Ejecutivo cuya acción ha amparado.

De Lardero a 'La Manada'

Francisco Javier Almeida, el asesino del pequeño Álex, de 9 años, en Lardero (La Rioja) también se benefició de la norma estrella de Irene Montero. No por este caso, sino por un crimen anterior, el denominado crimen de la inmobiliaria. Almeida agredió en 1998 a una vendedora de pisos, a la que asesinó apuñalándola en el corazón. Ya había sido condenado por una agresión sexual anterior. Por el asesinato del niño Álex fue sentenciado en abril a prisión permanente revisable.

Javier Almeida no es el único delincuente reincidente que se beneficia por la norma del Ministerio de Igualdad. El nuevo Código Penal provocó la salida de prisión de un violador con "alto riesgo" de volver a violar. Fue excarcelado en Lérida. Desde los 14 años, había aprovechado cada permiso en el centro de menores para volver a reincidir.

Francisco Javier Almeida, el 'asesino de Lardero', reconstruye el crimen del pequeño Álex junto a efectivos de la Guardia Civil, en octubre de 2021.

Francisco Javier Almeida, el 'asesino de Lardero', reconstruye el crimen del pequeño Álex junto a efectivos de la Guardia Civil, en octubre de 2021. E.E.

El abuelo que abusaba de su nieta, menor de edad, también ha sido favorecido por la ley de Irene Montero. Su condena se redujo en seis meses. En noviembre de 2021, el acusado fue condenado a 11 años de prisión como autor de "un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal y prevalimiento". Aquella resolución recoge que el hombre vivía en una furgoneta estacionada en una parcela propiedad de su hija y del marido de ésta. Posteriormente, se trasladó a una habitación independiente que se construyó en la parcela.

El matrimonio, junto a sus dos hijos —la víctima, nacida en 2003, y su hermano, también menor de edad—, solía visitar la finca los fines de semana. La niña dormía con su abuelo; primero, dentro del vehículo, en un colchón compartido, y, después, ya en la habitación. La niña no relató lo sucedido a sus padres, que siguieron llevándola a la parcela los fines de semana. 

Una semana después, se volvieron a repetir estos abusos, en términos similares. E, incluso, el hombre llegó a introducir sus dedos en la vagina de la menor mientras dormía. La niña se despertó, debido a las molestias, y propinó una patada a su abuelo. Los tocamientos no cesaron y la sentencia recoge un tercer episodio similar, ocurrido en el cumpleaños de la menor, en 2019.

El pasado marzo, la Audiencia Provincial de Salamanca redujo en tres meses la condena al hombre que violó a su hija adoptiva y la dejó embarazada cuando ésta tenía 17 años. El tribunal fijó la nueva pena en 13 años, tres meses y un día de prisión.

Asimismo, un pederasta, sentenciado por dos delitos de abuso sexual a un menor y por tenencia de pornografía infantil, también ha visto achicada su condena. De más de una década de prisión, pasó de 8 años y tres meses por la aplicación de la Ley Montero.

El acusado, nacido en 1967, llegó a almacenar hasta 908 imágenes de menores desnudos en un disco duro. Y era reincidente: ya había sido condenado en 2012 por lo mismo, por poseer fotografías obscenas de niños.

El pasado febrero, la Audiencia Provincial de La Coruña redujo ocho meses la condena de cárcel impuesta al joven que, junto a otro varón, violó a una estudiante en el campus de la Universidad de Santiago. Según la sentencia, lo hicieron "con violencia" y tras suministrarle una droga que convirtió a la víctima en un "ser dócil" y anuló su voluntad.

El 'pederasta de Grindr' y el romano de Lugo

Recientemente, el conocido como pederasta de Grindr también se benefició de la Ley Orgánica 10/22, nombre oficial del sólo sí es sí. Aun así, fue condenado a 45 años de cárcel. Por su parte, el denominado violador del portal de Lugo salió el pasado febrero de prisión, bastantes meses antes de lo previsto.

El acusado está en prisión provisional desde el 27 de julio de 2021 y fue juzgado los días 19 y 20 de enero de 2023. En la vista oral, un agente declaró que el pederasta del Grindr también se hizo pasar por policía nacional para realizar cacheos a jóvenes en el Metro. Cuando fue detenido en la madrileña estación de Sol, llevaba encima un portaplacas. Por estos hechos, en otro procedimiento, se le investiga por un supuesto delito de usurpación de funciones públicas.

Pese a haber sido condenado a 45 años y medio de prisión en esta causa, el tribunal fija en 20 años el cumplimiento máximo de la pena. La fiscal, durante el juicio, solicitó para Javier D. M. un total de 119 años de cárcel.

La Audiencia Provincial de Lugo también redujo en tres años la condena impuesta a un agresor sexual reincidente conocido como el romano de Lugoque asaltó a varias mujeres entre 2013 y 2015.

Concretamente, los jueces le rebajaron dos años de cárcel (de 6 a 4) por un delito de violación y otro más (de 3 a 2 años), por un intento de agresión sexual.

En 2018, este gallego fue condenado a tres años de prisión por otras tres agresiones sexuales. En uno de estos casos, ocurrido en la madrugada del 15 de junio de 2013, el condenado, "vestido con un traje de romano, característico de la celebración Arde Lucus", arrinconó a una mujer en su portal y "se abalanzó sobre ella".

Pablo G. A., que violó y acosó a varias mujeres en Lugo, una de ellas durante el Arde Lucus.

Pablo G. A., que violó y acosó a varias mujeres en Lugo, una de ellas durante el Arde Lucus. E.E.

La sentencia condenatoria recalca que el acusado "estuvo en todo momento con la falda del traje romano que portaba levantada". Finalmente, "no consiguió su propósito", ya que la víctima comenzó a gritar y el agresor se marchó del portal. La mujer, a causa de esos hechos, sufrió estrés postraumático y necesitó tratamiento médico durante seis meses.

Además de estos hechos, el condenado se introdujo con una mujer en un ascensor y se masturbó frente a ella mientras le manoseaba el pecho. En otra ocasión, el 10 de enero de 2015, abrió la puerta de un coche y agarró con fuerza a su conductora, a la que también manoseó.

Poco después, el 3 de noviembre de ese año, se ofreció a llevar con su vehículo a otra mujer a casa. Según recoge la sentencia, lo hizo "a sabiendas de que ella se encontraba bajo los efectos de bebidas alcohólicas". La resolución señala que el acusado la empujó por la espalda y, con la víctima en el suelo, la penetró, mientras la mujer no paraba de gritar.