Mourad lleva 22 años en Palma de Mallorca.

Mourad lleva 22 años en Palma de Mallorca.

Reportajes

El drama de Mourad: su padre lo echa de su casa por 'okupa' al no aceptar la relación con su novia

El hombre, de 53 años, será desahuciado tras residir en el inmueble desde hace 11 años. Rechaza ser un okupa: "Es un problema familiar".

3 marzo, 2023 02:53

Cada mañana que pasa desde hace 8 meses, Mourad El Yassini (53 años) se pregunta qué ocurrirá con él y su familia, es decir, su mujer y su hijo de dos años. Su padre (80 años) quiere desahuciarle para recuperar la que considera su casa, donde Mourad lleva viviendo 11 años. Él defiende que el inmueble es suyo, que él quiso comprarlo y se lo pagó a su padre a plazos: "No soy un okupa; llevo aquí viviendo 11 años; me quiere echar por un problema familiar; él tiene 20 inmuebles en Marruecos, no es un pobrecito".

El lío familiar es llamativo. El problema nace hace años, cuando Mourad decide comprarse un inmueble en Son Gotleu, en Palma de Mallorca. Este hombre, actualmente de 53 años, llegó a las Islas Baleares hace 22, con 31. 

Cuando llegó el año 2011, vio que se vendía una casa a un precio muy barato: 17.000 euros. "La pillé porque era un chollo del banco", dice en conversación con EL ESPAÑOL. Sin embargo, él no podía comprar la casa. Expone que tenía el dinero en metálico, pero que necesitaba un cheque para pagarlo por exigencias de la entidad bancaria.

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"Llamé a mi padre porque él tiene dinero. Vino de Marruecos para pagar la casa y entonces nosotros hicimos un trato. Con el dinero que yo tenía reformaría la casa y luego le iría pagando una cuota mensual. Desde 2011 hasta 2017 le fui pagando", comenta Mourad en conversación con EL ESPAÑOL.

A la conversación se incorpora María Jesús (Maru), una compañera que le ayuda en Stop Desahucios Mallorca. Expone que el hombre está nervioso y no se explica bien, por lo que es ella quien continúa. "El fallo ha sido que no firmaron ningún papel cuando compraron la casa. Estas circunstancias son distintas a las que se enfrenta cualquiera, porque no está tratando con una persona de la calle, sino con su padre. No lo esperaba, hubiera sido distinto".

Ella comenta que todo fue porque al padre de Mourad no le gustaba su mujer. Mientras estaba soltero no había problema, pero cuando se echó novia todo cambio. "No querían que estuviera con alguien de otro 'status'", dicen desde la oficina de Stop Desahucios. 

Mourad tiene 53 años y un hijo de 2.

Mourad tiene 53 años y un hijo de 2. Cedida

"Este hombre tiene un trauma porque le ha hecho esto su padre... Que tiene un niño de 2 años. Es como una pesadilla de la que no te despiertas", continúa Maru. 

Insiste: "Los problemas comienzan cuando él conoce a esta chica. Cuando él estaba soltero no había problemas. Como pasa en muchas familias, no es de su agrado y ahí viene todo. Su padre le ataca donde más duele y él no entiende por qué le hace esto, por qué se lo hace a él y a su nieto. Es él quien tiene que vivir con su pareja, no el padre. Mientras tu hijo sea feliz...".

La demanda es de desahucio por expiración de plazo del contractual, en referencia a un alquiler. Desde la oficina Stop Desahucios de Mallorca apuntan que "ha habido contratos entre padre e hijo pero, no un arrendamiento real y efectivo".

El motivo, aparte de la relación familiar, es que, según explican, "los extranjeros extracomunitarios tienen más problemas para empadronarse que el resto de los ciudadanos. El padre estaba en Marruecos, no podía desplazarse para hacerle el empadronamiento y en cualquier caso, era más fácil empadronarse presentando contrato y punto".

Apuntan que "en varios de los viajes hicieron varios contratos por este motivo. Por eso la discusión jurídica iba sobre si la parte demandada había notificado adecuadamente la finalización de un contrato sin efectos reales ni consentimiento entre las partes".

De hecho, desde la oficina apuntan que ha habido bastante lío por uno de los contratos. Había uno de 2011 a 2017. Luego, en 2019 se firmó uno nuevo que se decía que estaba falsificado. Desde Stop Desahucios apuntan que a Mourad se le entregó ese contrato ya firmado y que alguien tuvo que firmarlo.

Problema de vivienda

Hace ocho meses que llegó la primera orden de desahucio. Desde la plataforma mallorquina le están ayudando y la última ejecución aplazada fue de este 2 de marzo. "Hemos estado luchando para que tenga sus derechos. Es su casa, aunque esté a nombre del padre. Si ya es duro que te desahucie alguien de la calle, imagínate tu padre".

Mourad apunta que ha intentado cambiar las escrituras de la casa en varias ocasiones, pero al final no se dio. Se muestra hastiado. "Él vive en Marruecos y tiene su patrimonio ahí. En Ceuta está empadronado con un cuñado mío. La rabia es que vino aquí haciéndose la víctima. Se lo creyeron todos. El que debería dar pena sería yo, no él. Tiene un patrimonio por encima de los dos millones y muchas casas. Que viniera aquí a llorar, que si le quiero pegar…", se apena Mourad en conversación con este periódico.

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"Me está haciendo perder mi derecho de ser padre. Me da hasta miedo imaginar que el día de mañana yo pueda hacer esto con mi hijo", apunta el hombre residente en Mallorca.

Maru también confirma que el padre de Mourad tiene un gran patrimonio en Marruecos. Sin embargo, el abogado del progenitor expuso que no tenía certezas de ello. "Soy su hijo, sé lo que tiene mi padre", dice Mourad.

El letrado Miquel Llompart, que estuvo presente en el primer intento de desahucio y representa al señor de 80 años, expuso ante Diario de Mallorca: "Su padre le hizo un contrato entre 2012 y 2017; hasta ahora ha vivido por benevolencia y el propietario quiere recuperar su casa". 

Mourad asegura que quienes le han tratado le han dicho que debía ser "generoso con mi padre" y se extraña: "El que está tirado soy yo".

El hombre expone que tiene a todo el mundo en contra. "Al principio iba bien, pero luego el abogado mío, la trabajadora social, procuradores, juez… Me querían echar como si fuera una pelota. Ha tenido rechazo por todas partes", comenta. 

Rechaza ser un okupa. Desde el primer momento, asegura, su abogada le dijo que aguantara hasta que le echaran. "Yo no soy un okupa, no he tirado la puerta abajo. Yo estoy en mi casa", dice.

"La parte principal del procedimiento se ha perdido por culpa de la abogada, porque no argumentó que el contrato era instrumental y que en caso de existir no había comunicación por carta certificada", apuntan desde Stop Desahucios.

Expone que lo único que quiere es que le escuche la jueza. "Tengo la reforma, tengo gente, tengo vecinos que saben que mi padre solo ha puesto el nombre pero que la casa es mía…".

Desde la plataforma Stop Desahucios Mallorca denuncian que "la oficina antidesahucios ha pasado hasta de las peticiones por escrito siendo juez y parte". 

"¿Qué daño le hecho yo a mi padre para que me haga esto a mí?", se pregunta. El único motivo que se le ocurre es que sea por interés, "para venderla".

El único problema no es el desahucio, ahora llega saber a dónde va. "Es imposible alquilar un piso en Mallorca, más siendo inmigrante. Al ser extranjero te cuelgan al instante", denuncia Mourad.