El legado que deja Spiriman: así son sus tres centros oncológicos gratis en Granada y Madrid

El legado que deja Spiriman: así son sus tres centros oncológicos gratis en Granada y Madrid

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El legado de Spiriman: así son sus centros para tratar el cáncer gratis en Andalucía y Madrid

En los centros de Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos se hace hincapié, además de en los tratamientos tradicionales, en la meditación o el ejercicio físico.

15 octubre, 2022 02:19

Poco se parecía la vida que llevaba el médico granadino Jesús Candel en 2016, año en que sus reivindicaciones en video lo llevaron, móvil a móvil y casa a casa, a alcanzar la fama y convertirse en Spiriman, a la que llevó antes de su fallecimiento este jueves a los 46 años. Entonces, su objetivo era plantar lucha a la política sanitaria del PSOE en Andalucía. En los últimos tiempos, sin embargo, estuvo más centrado en los centros de la Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO) que había puesto en marcha: dos en Granada, uno en Madrid, otro en Málaga y un proyecto en Jaén.

Spiriman había liderado las protestas en Andalucía a través de las conocidas como Mareas Blancas. Una batalla que ganó a Susana Díaz, pues este médico del Hospital Universitario Virgen de las Nieves consiguió, junto a sus compañeros, que la Junta de Andalucía no efectuase la fusión hospitalaria, manteniéndose activos los dos hospitales.

Sin embargo, en agosto de 2020 anunció que padecía un cáncer de pulmón muy avanzado con metástasis. Jesús Candel no perdió la irreverencia y el tono gamberro que lo habían hecho popular, al contrario: se potenció más si cabe. 

Spiriman en su casa.

Spiriman en su casa. Cedida

“Tengo un cáncer muy jodido. Conseguí curarme, pero he recaído. Ahora me han dicho que es terminal y que es inoperable”, contó a EL ESPAÑOL en diciembre de 2021. La enfermedad había empeorado en junio y, poco después, había abierto, en colaboración con la Universidad de Granada, el que fue su verdadero gran proyecto de vida: la primera Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos, impulsada por la asociación que Spiriman creó en 2012.

Mucha actividad física

Una de las declaraciones más polémicas fue la de que "el que se quiere curar de cáncer se cura y el que no, se muere (...) Soy un fiel seguidor de la ciencia y sus avances, pero soy un firme creyente del amor y la capacidad que tenemos de concentrarnos en reprogramar nuestra mente subconsciente que controla nuestras experiencias vitales". 

[Así es el centro de Spiriman para atender gratis a enfermos de cáncer: yoga, ejercicio...]

Así, una de las facetas más trabajadas en sus centros oncológicos era la del ejercicio físico. "Aquí trabajamos el fortalecimiento del cuerpo a través del ejercicio físico, el control del estrés y el de la alimentación. Lo esencial es el ejercicio físico. Está inspirado en un montón de estudios y evidencias científicas. Sobre todo de la respuesta de deportistas de élite que también lo han sufrido y se han recuperado muy rápido y muy bien", explicaba Spiriman a EL ESPAÑOL, siempre matizando que se trataba de algo complementario a los tratamientos médicos de quimioterapia y radioterapia.

Candel se rodeó de algunos de los mejores profesionales españoles en diversos campos. Él creía que fortalecer el cuerpo tenía su correlato en la mente, así que convirtió a Javier Cánovas en su mano derecha y director deportivo del centro. Cánovas tenía una dilatada experiencia con cargos como, por ejemplo, preparador físico del Atlético de Madrid.

También se apoyó mucho en Julia Ruiz Vozmediano, médica de familia a la que conocía del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, o en Sonia Conde, experta en la Fisiología del Ejercicio por la Universidad de Lausanne en Suiza que lideró la unidad de investigación.

Varios centros

En su última entrevista, que Candel concedió a este medio en junio, explicó que ya había abierto tres centros UAPO en España, dos en Granada y uno en Málaga, y que estaba a punto de hacer lo propio con otros en Jaén y Madrid, algunos ya en funcionamiento. Los 160 pacientes que acogió aquel primer centro gratuito para enfermos de cáncer se multiplicaron exponencialmente en menos de un año.

La UAPO fue un éxito desde el primer momento, con listas de espera de enfermos que querían entrenar, meditar y cambiar sus hábitos alimentarios. Sesiones de hora y media que constituían un tratamiento valorado entre 1.200 y 1.500 euros. "Lo empezamos a costear con el dinero de los socios, que ahora son 8.000, pero hasta hace poco eran 5.000. Cada uno pone lo que puede, desde un euro en adelante", explicó a finales de 2021.

Spiriman en su centro.

Spiriman en su centro.

Importantes empresarios como Juan Roig, presidente de Mercadona, también decidieron colaborar. Todos estos se unieron al Sistema Andaluz de Salud, que se ocupaba de costear al personal sanitario. No costeaba, por tanto, ni a los preparadores físicos ni a los oficinistas.

Todo este crecimiento hizo que Spiriman viviese los últimos meses de su vida motivado y esperanzado"En septiembre abrirá en Madrid. Son gente muy conocedora, unos maquinorros que lo han puesto todo. Lo hemos hecho a través de socios. En Madrid tenemos unos 1.800, y unos ingresos mensuales que rondan los 3.000 euros. Están poniendo todos los medios para montar las instalaciones, todo el equipamiento, a través de gente que ayuda y lo costea. La UAPO le ayudará para que los socios madrileños mantengan el coste humano, que es en lo que nos gastamos el dinero", contaba Candel en junio.

Durante su carrera, Spiriman fue acusado por sus propios compañeros de profesión de tratarlos mal. De hecho, hubo más de media docena de denuncias contra él por insultos. Fue condenado por atentar contra el honor de Antonio Osuna, jefe del Servicio de Nefrología del Virgen de las Nieves. También fue inhabilitado varias veces por el Colegio de Médicos para ejercer la medicina, aunque nunca llegaron a ejecutarse estas sanciones.

Una reputación entre homólogos de profesión que contrasta con el legado que deja en forma de centros de ayuda gratuitas a enfermos de cáncer. Estos centros confirman una de las creencias más positivas de Candel: su convencimiento en la necesidad de una buena sanidad pública.