Jesús y Bessy, posando felices, el pasado febrero, en Valencia, en una imagen cedida por la familia.

Jesús y Bessy, posando felices, el pasado febrero, en Valencia, en una imagen cedida por la familia.

Reportajes

Jesús y Bessy celebraban la Champions del Madrid cuando un conductor drogado los mató

El Juzgado de Instrucción número 1 de Xàtiva envía a prisión a 'El Manchego' por un delito de conducción temeraria con resultado de muerte.

31 mayo, 2022 03:12
Murcia

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Yuri, Jesús y Bessy 'cruzaron el charco' con una maleta cargada de sueños. "Solo queríamos tener un futuro y mejorar nuestra calidad de vida trabajando en España", tal y como subraya la hondureña Yuri a EL ESPAÑOL. La conversación telefónica se corta en más de una ocasión porque esta mujer rompe a llorar cada vez que recuerda lo ocurrido la madrugada de este domingo, cuando a la salida de un pub en Canals, un conductor kamikaze, bajo los efectos de las drogas, se llevó por delante a su querido hermano, Jesús, y a su cuñada, Bessy.

"Siempre andábamos los tres juntos", insiste desolada Yuri. Pero esa ecuación no se volverá a repetir por culpa de Antonio 'El Manchego': un vecino de Canals que fue agredido en el citado pub por propasarse con una camarera y que quiso vengarse  de su agresor atropellándolo a la salida del local. Para ello se marchó a buscar su coche, atravesó el Carrer de Valencia, drogado, en dirección contraria, y a toda velocidad, justo cuando estaban cruzando dos inocentes: Jesús y Bessy.

Él murió en el acto, con 31 años, dejando atrás a una bebé de unos meses que solo conocerá el rostro de su padre cuando le enseñen alguna foto. Y ella, de 30 años, primero, agonizó en el asfalto, y luego echó su último aliento en el hospital de Xátiva."Ellos se conocieron en clase cuando eran estudiantes y se hicieron novios, después del instituto se separaron por una discusión, pero nunca dejaron de quererse", sentencia Yuri.

Jesús y Bessy, besándose, en una imagen cedida por sus familia.

Jesús y Bessy, besándose, en una imagen cedida por sus familia.

Los estudios separaron temporalmente sus vidas: Jesús se graduó como Técnico de Computación y Bessy como Perito Mercantil. Y el destino, disfrazado de mercado laboral, los volvió a unir cuando fueron contratados en la misma empresa: "En una fábrica de circuitos para coches se reencontraron y ya no se volvieron a separar nunca".

A partir de ahí empezó a fraguarse una relación muy especial entre Yuri, su hermano, Jesús, y su cuñada, Bessy. "Tras cinco años de noviazgo comenzaron a vivir juntos instalándose en mi casa, yo era madre soltera, y ellos me ayudaban porque estaba trabajando en un restaurante".

- ¿Por qué motivo decidieron trasladarse a España?

- Yuri: Al ser de Centroamérica, nosotros tenemos la opción de emigrar hacia Estados Unidos y muchos de mis compatriotas suelen marcharse allí, pero Jesús me dijo que me viniese a España. Mi hermano me dio el apoyo económico y emocional para venirme sola a Valencia. Él quería que le diese un buen futuro a mis dos hijos.

Ese apoyo de Jesús hizo que Yuri no se lo pensara para embarcarse sola en un avión. Además, en la extensa prole de los Cordova Duarte ya había otro precedente: uno de sus siete hermanos se marchó a conquistar el sueño americano. "Me fui directa del aeropuerto de Valencia a Canals porque allí residen treinta compatriotas". Esta hondureña, de 34 años, comenzó a trabajar cuidando a una pareja de ancianos en Onteniente, logró la ansiada estabilidad laboral y se instaló en un piso.

"Gracias a Dios, me acogió una familia que siempre me ha tratado de manera excelente y cuando ya me había establecido en Canals, mi hermano, Jesús, se vino para acá, junto con su esposa, Bessy, para que yo no estuviese sola y nos pudiésemos apoyar los tres en todo". En febrero de 2020, antes de que estallase la pandemia de coronavirus, este matrimonio de hondureños que se había casado por lo civil en un restaurante de la ciudad de Santa Bárbara, decidió comenzar una nueva vida y cruzó el charco para instalarse con Yuri en un pintoresco pueblecito valenciano de La Costera.

Bessy y Jesús, hace cuatro años, en su boda por lo civil, en una ceremonia celebrada en un restaurante de Santa Bárbara.

Bessy y Jesús, hace cuatro años, en su boda por lo civil, en una ceremonia celebrada en un restaurante de Santa Bárbara.

"Jesús y Bessy vinieron a España con el propósito de luchar juntos por un solar que tenían en Honduras, donde se querían construir una casa con el dinero que ganasen trabajando". Ese sueño ha sido truncado en un segundo por Antonio 'El Manchego': un conductor kamikaze, de 48 años. "Lamentablemente, todo esto es catastrófico y no sé explicar cómo me siento porque no puedo estar en España despidiendo a mi hermano Jesús", reflexiona compungido Fredy, en conversación telefónica con EL ESPAÑOL, desde la república hondureña. "Estamos en 'shock' en la familia, tratando de asimilar todo lo que ha ocurrido".

- ¿Qué estaban haciendo su hermano y su esposa antes de ser atropellados a la salida de un pub en Canals?

- Fredy: Tengo entendido que fue a ver la final de la Champions League porque aquí en Honduras, en la familia siempre hemos sido aficionados al Real Madrid. Salió con su mujer, Bessy, un sobrino y un amigo. Vieron el partido, salieron a cenar y a festejarlo. Nos han arrebatado la vida de nuestro hermano y de su mujer. A mis 25 años, desde que tengo memoria, siempre les recuerdo juntos y felices porque se querían mucho.

El matrimonio ha sido separado para siempre por un kamikaze, conocido como 'El Manchego', sin antecedentes, pero al que le gustaba consumir cocaína y marihuana. De hecho, la Policía Local de Canals confirmó que en la madrugada de este domingo dio positivo en alcohol y en las citadas sustancias estupefacientes. Todo ello, tras protagonizar un atropello que ha sacudido los corazones de los 13.257 habitantes de este pueblo.

Este fin de semana, Jesús era uno más de los seguidores del Real Madrid que estaba celebrando la Decimocuarta, junto a su mujer, Bessy, un sobrino y un amigo. Hubo risas, bailes y algún 'trago' hasta que su felicidad fue truncada por la sinrazón al volante de Antonio 'El Manchego'. Todos ellos habían coincidido en un conocido pub del Carrer de Valencia, frente al río Sants. Dentro de ese local de copas, 'El Manchego' se puso a hablar con una chica en la barra y supuestamente se puso tan pesado que el novio le arreó un par de puñetazos.

'El Manchego' se marchó del establecimiento con la presunta intención de vengarse del cliente que le pegó porque esperó a que cerrase el pub y cuando un grupo de diez personas cruzaba el Carrer de Valencia, se metió con su coche en dirección contraria, a toda velocidad, por una vía limitada a treinta kilómetros por hora, con la mala fortuna de que literalmente embistió a Jesús y Bessy. Él salió catapultado cincuenta metros y ella veinte metros: el impacto fue mortal para el matrimonio.

Detención de Antonio, el vecino que atropelló mortalmente a una pareja de Honduras a la salida de un pub de Canals

El conductor del turismo no frenó hasta que se estrelló con un muro y acabó dentro del río Sants. Luego intentó huir, pero fue interceptado por la Policía Local a la que no dudó en denunciar que le habían agredido. Así lo recoge un vídeo donde 'El Manchego' dice esto: "Quiero dejar constancia. Míralo: ¡Este es uno de ellos! ¡Mira lo que me ha hecho en la boca! ¡Me han hecho perder la cabeza! ¡Es uno de los que me pegó!"

Este lunes, la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Xàtiva le bajó los humos a Antonio 'El Manchego' y acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Está investigado en una causa abierta inicialmente por un delito de conducción temeraria con resultado de muerte. La familia de Jesús, al que todos sus amigos conocían cariñosamente como 'Chuy', ya se ha personado como acusación particular para reclamar una condena contundente por haber segado las vidas de este matrimonio.

"Mi hermano estaba trabajando en el campo y mi cuñada cuidando a una señora mayor: los planes que ellos tenían eran pasar un tiempo en España para construirse una casa en Honduras y regresar para reunirse con la familia, pero eso ya nunca sucederá", clama Fredy. El dolor y la impotencia de la familia Cordova Duarte son infinitos.