Ibrahim, con camiseta blanca, falleció el pasado Viernes Santo de un disparo en la cabeza.

Ibrahim, con camiseta blanca, falleció el pasado Viernes Santo de un disparo en la cabeza. E.E.

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El drama de Ibrahim, de 15 años: asesinado de un tiro en plenas vacaciones por "una bala equivocada"

La lucha entre una banda del Barrio del Príncipe y otra de la Barriada Los Rosales ha desatado una violencia inusitada en la Ciudad Autónoma.

20 abril, 2022 04:21

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Se llamaba Ibrahim Bufelham, tenía 15 años y estudiaba Formación Profesional en Hostelería en el IES Almina, en Ceuta. Dicen quienes le conocieron que sacaba muy buenas notas y era un estudiante ejemplar. Era de familia humilde, y residía en la Barriada Loma Colmenar, una zona compuesta por bloques de pisos de protección oficial. Esta pasada semana estaba disfrutando tanto las vacaciones de Semana Santa como celebrando el Ramadán. Como muchos adolescentes, lo hacía en la calle, aprovechando además el buen tiempo.

La tragedia se produjo al filo de la medianoche del Viernes Santo. Ibrahim iba de paquete acompañado de otro joven que conducía una motocicleta. Los dos se dirigían a la Barriada del Príncipe Alfonso, en Ceuta.

De repente, a la altura del Puente del Quemadero -justo la frontera que separa El Príncipe de la Barriada Los Rosales- un encapuchado salió de entre los árboles y los tiroteó. Ibrahim cayó al suelo.

El menor fue trasladado en un coche particular hasta el Hospital Universitario de Ceuta, a menos de un kilómetro de distancia. El disparo le había impactado de lleno en la cabeza. Ingresó con pronóstico muy grave y fallecería poco después, a las 3 de la madrugada.

La noticia quebró tanto el Ramadán -el mes sagrado de los musulmanes- como la Semana Santa... y ha desatado durante varios días aún más la guerra entre las bandas de las barriadas de Los Rosales y el Principe, en pugna por el control del tráfico de hachís en la Ciudad Autónoma.

EL ESPAÑOL ha podido saber que la motocicleta en la que viajaba Ibrahim, y el conductor pertenecía a uno de los líderes de las bandas en liza. Es conocido por su apodo: El Cayena. Éste, a su vez, es el jefe de quien conducía la moto. Era, por tanto, una moto prestada al conductor. Ibrahim ha muerto trágica y prematuramente porque estaba con la compañía menos pertinente en el momento más oscuro.

¿Una bala equivocada?

Por ello, la teoría de que el asesinato se produjo al identificar el pistolero de la banda rival la moto, y no a sus pasajeros, no queda descartada. En la oscuridad de la noche, "Ibrahim fue víctima de una bala equivocada", atestiguan algunas fuentes consultadas de toda solvencia.

El presidente de la asociación de vecinos de la barriada del Príncipe, Abdelkamil Mohamed, condenó inmediatamente el suceso y se preguntó "cuántos crímenes más debemos sufrir para darnos cuenta del dolor que causamos... En pleno mes sagrado de Ramadán la comunidad se desconcierta y se horroriza por desgracias como esta. Queremos paz, tranquilidad y que nuestros jóvenes florezcan, que sean hombres justos y de provecho, que no caigan en el mundo de la delincuencia y los malos vicios".

Lo cierto es que la muerte del adolescente ha supuesto un antes y un después en Ceuta, una ciudad harta de coches y contenedores quemados que ponen en peligro las viviendas cercanas. Harta también de incidentes, peleas violentas y tiroteos producto de una lucha encarnizada entre bandas que, de momento no se ha logrado atajar, aunque sí calmar, en los últimos días.

Sn embargo, el sábado, cuando la noticia de la muerte de Ibrahim ya había corrido como la pólvora, se desató aun más una espiral que, si bien venía de atrás, era más contenida, o al menos, más puntual.

Por la tarde y en plena calle ardió un coche junto a la barriada de Los Rosales. Sus ocupantes, tras enfrentarse con armas blancas con otros jóvenes que iban en otro vehículo, y tras una frenética persecución, se habían estrellado contra un muro.

Persecución Ceuta y vehículos ardiendo

La escalada continuó. En la tarde del Domingo de Resurrección un hombre de 43 años tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario tras ser apuñalado en una reyerta callejera.

Imagen de uno de los controles de la Policía Nacional en Ceuta

Imagen de uno de los controles de la Policía Nacional en Ceuta Cedida

Del domingo al lunes, los ceutíes dijeron basta y "se volcaron en la redes sociales" denunciando públicamente la presencia de jóvenes "con armas blancas o de fuego" deambulando por las calles de Los Rosales o el Príncipe, según indican desde Policía Nacional.

Ataques a los agentes

En la madrugada de este lunes la Policía Nacional detuvo a dos hombres acusados de presuntos delitos de atentado a la autoridad, daños y amenazas. Ambos formaban parte de un grupo que, a las 00,45 horas en la Barriada Los Rosales, "comenzaron a increpar y amenazar gravemente a varios policías y a arrojar objetos contundentes contra su vehículo mientras lo golpeaban de manera violenta".

La "intensificación" de los controles policiales en "todas las zonas de la ciudad" ha dado pie a la incoación de "multitud" de actas, entre ellas una sobre un joven que portaba "un arma simulada pequeña" por las calles de San José-Hadu, barrio ubicado también en el extrarradio de la ciudad.

Efectivamente, la Policía Nacional ha intensificado los controles con un gran despliegue de efectivos y medios, y se han producido varias detenciones. En la madrugada del lunes al martes se detuvo a otras cinco personas, una de ellas portando una navaja de 22 centímetros de hoja. Tres de los detenidos son responsables de incendiar dos contenedores junto a la antigua Comisaría de la Barriada Los Rosales.

La navaja incautada, de 22 centímetros de hoja, a uno de los últimos detenidos por disturbios violentos.

La navaja incautada, de 22 centímetros de hoja, a uno de los últimos detenidos por disturbios violentos. Policía Nacional

Lo de incendiar contenedores y coches en la vía pública, en los últimos meses, se ha convertido casi en una constante. Entre septiembre y octubre del año pasado ardieron una cincuentena. En Nochevieja, salieron ardiendo varios en distintos puntos de la ciudad, además de un vehículo. En enero, además de contenedores, ardieron cuatro coches en la Barriada El Príncipe.

La colaboración ciudadana está siendo ahora primordial. La muerte de Ibrahim ha supuesto un mazazo muy duro para los ceutíes, quienes ya no dudan en dar la cara, armarse de valor y de cubos de agua y acudir apagar los incendios, mientras los autores observan la destrucción que originan. Antes evitaban toda intervención.

Narcos señores

Bajo esa espiral de violencia subyace el control del hachís en la Ciudad Autónoma. "Antes los narcos eran unos señores, llamémoslo así. Había reglas". Entre esos narcos con educación se encontraba Mustafá Abdeselam Hamed, el recordado Tafa Sodía, asesinado a balazos en pleno centro de la ciudad en 2013, también coincidiendo con el mes del Ramadán. Su muerte fue muy sentida en la ciudad.

"Ahora las bandas que pugnan por el control son lideradas por gente muy, muy joven, que consume droga y que está loca", concluye una de estas fuentes, que pide anonimato.

Desde la Policía Nacional ceutí se mantiene abierta una investigación sobre la muerte de Ibrahim, sobre la que que se ha negado a proporcionar cualquier información "para poder llegar al esclarecimiento de lo acontecido".

El mutismo de la Policía Nacional es absoluto. "La investigación está ahora mismo a pleno rendimiento", reiteran desde la Comisaría de Ceuta para explicar que no pueden dar datos y que toda la información, una vez concluyan las pesquisas, será proporcionada desde Madrid.

Una agente de la Policía Nacional, durante uno de los controles en Ceuta.

Una agente de la Policía Nacional, durante uno de los controles en Ceuta. Policía Nacional

En el Cuerpo Nacional de Policía se tiene muy claro que aclarar la muerte de Ibrahim es una "prioridad absoluta", tanto en la "investigación, esclarecimiento y detención" del autor del disparo. No obstante, se investiga todo como un pack: la muerte de Ibrahim y los disturbios y peleas provocados por las dos bandas en las calles de la Ciudad Autónoma.