Francisco Ros Casares, el empresario fallecido en 2014 que coleccionó los 1.090 ejemplares disecados. EE

Francisco Ros Casares, el empresario fallecido en 2014 que coleccionó los 1.090 ejemplares disecados. EE

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Ros Casares, el magnate que fichaba futbolistas y disecaba elefantes: su herencia envenenada

La Guardia Civil interviene mil animales salvajes del empresario que presidió el Valencia CF. Los heredó su hijo Paco, quien deberá acreditar su legalidad.

12 abril, 2022 01:43
Valencia

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La Guardia Civil comunicó el pasado domingo una de las operaciones más vistosas de su historia. Exhibió el registro de una nave de 50.000 metros cuadrados con la friolera de 1.090 animales salvajes disecados, valorados en 29 millones de euros. Según informó la Benemérita, que aportó 18 llamativas fotografías, se investiga a una persona por delitos de contrabando y contra la protección de la flora y fauna. Se trata, tal y como ha podido contrastar EL ESPAÑOL, del conocido empresario valenciano Francisco Ros García, hijo del fallecido Francisco Ros Casares -que fue quien cazó y coleccionó los ejemplares-.

"La colección era del padre, y esa nave le tocó en herencia a Paco, su hijo", subrayaron a este periódico fuentes cercanas a la familia, que declinó este lunes ofrecer su versión sobre lo ocurrido. La operación de la Guardia Civil, denominada Valcites, fue desarrollada por el Equipo de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la comandancia de Valencia. "Se inició el pasado mes de noviembre de 2021, cuando los agentes tuvieron conocimiento de una posible colección privada de especímenes en el término municipal de Bétera", precisaron.

La enorme nave contenía en su interior una vivienda y dos grandes espacios, donde se encontraban los 1.090 animales disecados. La Guardia Civil precisó que, "de estos ejemplares, 405 pertenecían al CITES" (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Entre los mismos hay "animales extintos como el óryx dammah", o "prácticamente extintos, como el addax o el tigre de bengala".

"Además, entre estos especímenes, se encontraron distintos tipos de animales con diversos niveles de protección como el guepardo, leopardo, león, lince, oso polar, pantera de las nieves, rinoceronte blanco, etc.", precisó la Guardia Civil. Del total de piezas encontradas, 198 eran grandes colmillos de marfil de elefantes.

La radiotelevisión pública valenciana, À Punt, difundió este lunes un reportaje de archivo, datado de 1998, en el que el propio Francisco Ros explicaba que los ejemplares habían sido cazados tanto por él como por su esposa. "Un buen cazador mata los animales cuando son muy adultos, cuando les queda un año o medio de vida. Es entonces cuando el trofeo tiene valor. Al cazador de verdad nunca le interesa cazar un animal que se puede reproducir", exponía.

Entonces cifraba su colección en 700 ejemplares de 260 especies diferentes. El empresario murió 16 años más tarde, ya en 2014, tras sufrir una prolongada enfermedad. Lo hizo tras una exitosa carrera empresarial que comenzó con un negocio humilde, el de la venta en un almacén de Valencia de hierro procedente del País Vasco. Francisco Ros Casares fue poco a poco replicando este tipo de almacenes, y disparó su actividad con la liberalización económica a la que se abrió el franquismo a partir de los años 50.

Fue entonces cuando su negocio siderúrgico se diversificó. Mantuvo la venta de hierro al por mayor, pero se adentró también, por ejemplo, en el negocio de las ferreterías. Con el paso de los años, conformó un gran grupo empresarial (denominado Corporación Ros Casares) que abarcó también la industria de la transformación, la comercialización de maquinaria o la producción de componentes para el automóvil. En 1984 selló una alianza con el grupo alemán Thyssen.

Además de la caza, el deporte fue una de las grandes aficiones de Francisco Ros Casares. Fue presidente del Valencia CF durante un corto periodo, entre 1973 y 1975. No logró títulos, pero impulsó durante su mandato la Ciudad Deportiva de Paterna, las instalaciones donde todavía hoy entrena el club valencianista. Además, fue el mecenas del Ros Casares Godella, el equipo femenino de baloncesto más laureado de la comunidad valenciana hasta la reciente aparición de la sección femenina del Valencia Basket.

Al frente de este club de baloncesto se encontraba Francisco Ros García, que fue el hijo del empresario que se situó al frente de la compañía durante su última etapa. Tanto el negocio siderúrgico como el inmobiliario en el que también se adentró la compañía sufrieron sobremanera durante la crisis de la construcción a partir del año 2007.

El patriarca Ros Casares murió en 2014, y entre su basto legado se encontraba también la exótica colección de animales disecados. Fue una herencia envenenada para su hijo Francisco, quien ahora ha de responder ante la Justicia por la posesión del millar de ejemplares. "En la siguiente fase de la operación, los agentes procederán al análisis de toda la documentación aportada para justificar la tenencia de las piezas reseñadas", explicó la Guardia Civil.

Las diligencias abiertas por el cuerpo fueron trasladadas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Llíria, ante el que deberá responder ahora Francisco Ros García. "Puede tener problemas por la declaración de este patrimonio al heredarlo si no lo hubiera hecho correctamente, pero difícilmente se le podrán imputar delitos por la adquisición de ejemplares protegidos", interpretaban fuentes cercanas a la familia.

En la operación colaboraron los inspectores y técnicos facultativos de la Unidad Técnica de la Jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y miembros del Instituto Legal y Ciencias Forenses. También contaron con la colaboración de Europol, enmarcada dentro de las actuaciones EMPACT en las que participa la Guardia Civil. Los agentes pudieron identificar a las especies protegidas gracias al Sistema Integrado de Gestión y Control de la Calidad y del Medio Ambiente.