Un concesionario gallego cierra sin previo aviso y deja a decenas de clientes sin vehículos
Sin moto, sin dinero y sin ninguna respuesta. Esta es la odisea que viven decenas de clientes afectados por el cierre repentino de un concesionario gallego, que, un mes después de bajar la persiana, sigue albergando en su interior los vehículos, muchos de ellos nuevos, de sus clientes.
Shang Motors, concesionario oficial de las marcas: Maxus, Silence, CFMoto, Kawasaki Jet Ski, KSR Moto y Lambretta, con centros en A Coruña y Vigo, ha desaparecido como por arte de magia. Eso es, al menos, lo que nos manifiesta uno de los afectados por este cierre repentino y sin previo aviso de esta empresa automovilística, con la que este diario digital ha intentando ponerse en contacto pero no ha obtenido respuesta. De hecho, la propia web de la empresa está inactiva en estos momentos.
Problemas económicos estarían detrás de este cese de actividad, según comenta a este medio uno de los clientes afectados, quien asegura que ya en los últimos meses había sido advertido por el gerente del concesionario situado en Perillo (A Coruña) de las dificultades por las que atravesaba la empresa. "En julio todavía había gente trabajando, aunque ya no había ningún mecánico; y a principios de agosto cerró sin avisar a los clientes", comenta este afectado, quien lleva un mes intentando recuperar una moto que llevó hace ya varios meses a reparar al taller de este concesionario.
Este mismo cliente cuenta a este diario digital que a las puertas del concesionario coruñés se amontonan notificaciones judiciales. Antes de su cierre, añade este hombre, los empleados ya llevaban un tiempo sin cobrar las nóminas. Y todo, dice, "por las deudas" a las que estaba sumida la empresa.
Un mes lleva este afectado, junto a otro muchos, esperando una respuesta de la empresa que, según señala, no responde por ninguna vía. "Los propietarios no dan la cara", afirma este cliente. El último intento por lograr recuperar sus vehículos fue ayer mismo, cuando, en A Coruña, el gerente se habría citado con un representante de los propietarios para dar con una solución. Hasta el lugar se desplazaron algunos de los clientes afectados, pero "allí no apareció nadie", lamenta este hombre con el que hablamos. "La semana pasada ocurrió lo mismo", añade.
Denunciar, la vía para lograr una solución
"Hay gente que compró motos y no les han sido entregados, otros que dieron una reserva...", denuncia este cliente, quien pide que le sea devuelta su moto después de llevar cinco meses sin ella. Además de motos, este concesionario también comercializa furgonetas, y con ellas ocurre lo mismo que con los vehículos de dos ruedas.
Ante la falta de respuesta, hay quien ya ha elegido optar por la vía judicial, interponiendo una denuncia por apropiación indebida. Y esa es la opción que previsiblemente seguirá este afectado: "Pondré una denuncia para evitar responsabilidades pro si ocurriese cualquier cosa, ya que mi moto está dentro del concesionario", afirma.
El que fuera gerente del concesionario, sin embargo, se puso este mismo jueves en contacto con los afectados. El cliente con el que habló este diario ha corroborado esta información e indica que le han comunicado que la próxima semana podrá recuperar su moto.
