Bruselas fracasa en su primer intento de lograr un pacto arancelario con Trump: "La UE se creó para hacernos daño"

"La UE se mantiene constructiva y dispuesta a alcanzar un acuerdo justo, que incluya la reciprocidad mediante nuestra oferta de aranceles cero para los bienes industriales y de trabajar en las barreras no arancelarias. Lograrlo requerirá un importante esfuerzo conjunto de ambas partes", ha escrito Sefcovic en la red social X al término del encuentro.

Cuando la reunión de Sefcovic con Lutnick y Greer todavía no había terminado, Trump volvía a arremeter contra la UE durante su encuentro con el presidente de Salvador, Nayib Bukele. Lo ha hecho además de forma espontánea, sin que nadie le preguntara. "La Unión Europea se formó para hacer daño a Estados Unidos en materia comercial. Tienen que venir a la mesa (de negociación) y lo están intentando. Pero la UE se está aprovechando terriblemente de nosotros", ha dicho el presidente de Estados Unidos.

Von der Leyen no tiene con quién negociar en EEUU: Trump no le coge el teléfono y sus asesores están divididos

"No se llevan nuestros productos alimenticios, no se llevan nuestros coches. Nosotros tenemos millones de sus coches, BMW, Volkswagen, Mercedes-Benz, muchos otros. Vienen por millones. Pero no hay Chevrolets en Múnich, se lo puedo asegurar. Se lo dije a Angela Merkel cuando estaba allí. ¿Cuántos Chevrolet tenéis en Múnich o Fráncfort? Ninguno, Donald, ninguno. Yo le dije: tienes razón y nosotros estamos aceptando millones y millones de coches. Esos días se han acabado", ha dicho Trump.

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, la UE ha hecho múltiples ofertas de paz a Estados Unidos. Bruselas ha ofrecido reducir a cero los aranceles a todos los productos industriales siempre que se haga de forma recíproca, o incluso aumentar las compras de gas natural licuado (GNL). Pero todas estas iniciativas han sido rápidamente desdeñadas por insuficientes por Washington, que ni siquiera ha aceptado entrar a negociarlas.

Los europeos ni siquiera tienen claro que Lutnick y Greer tengan línea directa con Trump o poderes para negociar en su nombre. De hecho, el principal problema con el que chocan las ofertas de negociación de la UE es la falta de interlocutores válidos. El presidente de Estados Unidos no le coge el teléfono a Ursula von der Leyen y sus asesores defienden posturas contradictorias. La línea más dura se le atribuye a Peter Navarro, arquitecto de los aranceles, mientras que el ideólogo de la pausa de 90 días sería el secretario del Tesoro, Scott Bessent, con el que se reúne este martes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Precisamente, la UE ha aprobado este lunes la base legal para dejar en suspenso su primer contragolpe arancelario contra Trump, que se ciñe exclusivamente a los recargos del 25% que EEUU ha impuesto al aluminio y al acero comunitarios y que siguen aplicándose. La represalia de Bruselas consistía en un recargo del 25% a productos icónicos estadounidenses -como las motos Harley-Davidson o los vaqueros Levi's- por valor de 21.000 millones de euros y debía entrar en vigor este mismo lunes.

Ahora la UE deja en pausa estos aranceles durante 90 días con el fin de "dejar una oportunidad a las negociaciones". Pero la propia Von der Leyen ha avisado de que si el diálogo no da resultado, las represalias europeas se aplicarán automáticamente a partir del 14 de julio. Al mismo tiempo, Bruselas sigue preparando nuevas contramedidas para responder a las tasas del 25% a los coches y a los aranceles 'recíprocos' del 20% al resto de productos, que Trump ha reducido al 10% durante los 90 días de tregua.

"La UE considera que los aranceles estadounidenses son injustificados y perjudiciales, y que suponen un riesgo de daño económico para ambas partes, así como para la economía mundial", ha dicho la Comisión en un comunicado.

La próxima misión a Washington la protagonizará la primera ministra Giorgia Meloni, que se reúne con Trump en la Casa Blanca el próximo jueves 17 de abril. El Ejecutivo comunitario ha celebrado esta visita y ha asegurado que Meloni está en contacto permanente con Von der Leyen y se ha coordinado con ella. No obstante, Bruselas también avisa de que la política comercial es "competencia exclusiva" suya y no de las capitales.