La presidenta de Perú, Dina Boluarte, y un cargamento de limas.

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, y un cargamento de limas. Efe/Reuters

América

La guerra del ceviche: Perú limita el consumo de lima, pero se revela un encargo presidencial de 3.000 kilos

El Gobierno de Boluarte, que ha adquirido un lote de 70.000 euros, sugiere "usar más vinagre" para sustituir un cítrico escaso por el fenómeno El Niño.

9 septiembre, 2023 03:08

El ceviche, la causa limeña, el chilcano... la cocina peruana y la acidez de la lima son amigas íntimas. Seguirían siéndolo este año, si las secuelas del fenómeno meteorológico El Niño no hubieran dejado a toda una gastronomía sin el sabor ácido del fruto verde: las lluvias han sido devastadoras para la cosecha en las regiones productoras de la costa norte ―como Tumbes, Piura o Lambayeque―, y la escasa producción ha encarecido el precio a niveles inasumibles. En agosto, la lima se encareció un 70%. En la capital, homónima con el cítrico, un kilo cuesta hoy 17 soles (4,3 euros). En la ciudad sureña de Arequipa, 20 (5,3 euros). Se prevé que el desabastecimiento siga hasta diciembre. 

Como en Perú los limones no caen del cielo ―así se conoce allí al fruto en falta―, distintos ministerios del país han emitido recomendaciones para disminuir el consumo. Algunos de los consejos resultan extravagantes: "A la ensalada echémosle más sal y vinagre", sugirió la ministra de Agricultura Nelly Contreras antes de ser destituida el miércoles. Otros van más allá, e invitan a los peruanos a descartar de su dieta aquellos platos con lima: "Si esta semana yo pensaba en preparar un ceviche, bueno, me preparo un pollo saltado", dijo a principios de mes el ministro de Economía, Álex Contreras.

Pero la presidenta, Dina Boluarte, parece no haber recibido las advertencias de su gabinete de Gobierno. Mientras los supermercados de Perú racionan la venta de lima y las cevicherías innovan con la cidra como acidulante, el Despacho Presidencial ha encargado un suministro de tres toneladas. Así figura en las fichas de contratación del órgano gubernamental, compartidas en su portal de transparencia. El Ejecutivo ha adquirido la dotación por 280 mil soles (70.287 euros), y la distribuirá en 250 kilos para cada uno de los próximos doce meses. Con tanta lima, se abastecerá a los funcionarios del Despacho, el equipo inmediato de Boluarte y su residencia.

Ficha del suministro de verduras y frutas para el Despacho Presidencial, firmada el 21 de agosto.

Ficha del suministro de verduras y frutas para el Despacho Presidencial, firmada el 21 de agosto. Presidencia

Además de cuantioso, el pedido incluirá sólo limas "de categoría extra", de las variedades cevichera o pica. EN el documento 'Contratación de suministro de verduras con ficha técnica del OSCE para el área de alimentación del Despacho Presidencial', el Despacho Presidencial de Boluarte especifica que "el limón, de categoría extra, debe haberse recolectado cuidadosamente, haber alcanzado un grado apropiado de desarrollo y madurez de acuerdo con los criterios peculiares de la variedad y la zona en que se producen". Además, "no deben tener defectos, salvo defectos superficiales muy leves, siempre y cuando no afecten el aspecto general del producto, su calidad, estado de conservación y presentación en el envase".

En las calles, fuera de la sede de Gobierno, la idea de conseguir limas cevicheras resulta cada vez más improbable. Los comercios implementan restricciones para dosificar la compra, y en la entrada de una cadena conocida de supermercados se leen carteles que dicen: "Sólo está permitida la compra máxima de dos kilos de limón por familiar". Los restaurantes y cevicherías, establecimientos muy comunes en el país, están teniendo que modificar sus menús para ofrecer platos sin el cítrico. "Pueden hacer un poco más de arroz con mariscos o con una oferta de chicharrón de calamar", les recomienda el ministro de Economía.

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La idea del Gobierno es sustituir la lima hasta que se consiga de nuevo el producto. Entre tanto, el Ministerio de Agricultura intenta reforzar las cosechas en unos campos plagados y anegados en muchos casos. También se busca producción en el extranjero: las últimas semanas, ha llegado una variedad de Colombia que se vende por diez soles el kilo (2,5 euros). Pero no da la talla: aunque es jugoso, resulta demasiado amargo para el paladar peruano. "No lo recomendamos casi, porque no es igual que el de nosotros", dice Elvira, una frutera del Mercado Mayorista de Santa Anita en Lima, en entrevista con la cadena de televisión Latina.

A los que siguen buscando el cítrico idóneo, el ministro de Economía advierte de "no seguirle el juego a los especuladores, porque, si bien es cierto que ha habido problemas en la oferta, también hay gente que, sin duda, especula, por lo que es importante ejercer la soberanía del consumidor", admite en unas declaraciones para el programa 'Punto Final'. En redes sociales, muchos bromean con que la lima "está forjando su reinado como la nueva divisa peruana", indica un usuario en X. La chanza ha trasgredido las fronteras de lo virtual, y algunos establecimientos se han sumado a ella: "Aceptamos limones como forma de pago", se lee en la puerta de un ultramarinos.

Una publicación del restaurante Festa Mar de Trujillo ofrece un descuento de diez soles a cambio de ocho limas.

Una publicación del restaurante Festa Mar de Trujillo ofrece un descuento de diez soles a cambio de ocho limas. Twitter

Pero algunos no se lo toman a chiste. Un restaurante de Trujillo ofrece a sus clientes: "Trae ocho limones y te descontamos 10 soles en tu plato de ceviche". El congresista Anderson Ramírez ha alertado de que existe un "mercado negro" con las limas en Perú, y apunta entre broma y broma a la cantidad ingente de frutos que ha adquirido el Despacho Presidencial: "Uno de los problemas, parece raro, el hecho de que haya tanto dinero en el Estado facilita este tipo de gastos superfluos que es un atentado contra la pobreza", dijo en declaraciones a RPP Noticias. Otro diputado aprovechó un viaje de la presidenta a Estados Unidos, y le gritó en pleno congreso: "¡Vaya a traer limones!". Mientras los peruanos aliñan su ceviche con mucha sal y mucho vinagre, Perú afronta la situación con un humor cada vez más ácido.