El presidente de Perú da el indulto a Fujimori.

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Kuczynski califica de "errores" los delitos de Fujimori para justificar su indulto

En un discurso televisado, el presidente de Perú insiste en que "la justicia no es venganza" y recuerda "el progreso nacional" que supuso el Gobierno de Fujimori para el país.

26 diciembre, 2017 07:21

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El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, ha llamado "errores" a los delitos de lesa humanidad por los que fue condenado el exmandatario Alberto Fujimori para justificar el indulto que le concedió esta Navidad, lo que le exime de cumplir la mayor parte de los 25 años de prisión a los que fue sentenciado.

En un mensaje televisado a la nación, Kuczynski aseguró que indultar a Fujimori ha sido la decisión más difícil de su vida, pero que tomó la determinación de liberar al expresidente porque a sus 79 años ya había cumplido cerca de la mitad de su condena y su salud se había deteriorado.

"Se trata de la salud y las posibilidades de vida de un expresidente del Perú que, habiendo cometido excesos y errores graves, fue sentenciado y ha cumplido ya 12 años de condena", argumentó Kuczynski.

"Estoy convencido que, quienes nos sentimos demócratas, no debemos permitir que Alberto Fujimori muera en prisión. La justicia no es venganza", agregó.

Para Kuczynski, Fujimori "incurrió en transgresiones significativas de la ley, al respeto de la democracia y a los derechos humanos" cuando al inició de los años 90 asumió la Presidencia de "un país sumido en una crisis violenta y caótica".

"Pero también creo que su Gobierno contribuyó al progreso nacional", dijo Kuczynski sobre el período presidencial de Fujimori (1990-2000), que en 1992 protagonizó un 'autogolpe' de Estado y posteriormente huyó del país para renunciar por fax desde Japón cuando se descubrió la enorme trama de corrupción de su Gobierno.

El indulto era la única vía de Fujimori para salir de la cárcel, pues la naturaleza de lesa humanidad de los delitos, por matanzas y secuestros durante su mandato, no le permitía acceder a ninguna reducción de la pena.

El presidente, que ha sido llamado traidor por sectores de la sociedad que lo apoyaron en las elecciones presidenciales para evitar que llegara a la Presidencia Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori e indultara a su padre, afirmó que su función es ser el presidente de todos los peruanos y no solo de los que votaron por él.

Kuczynski reiteró que el indulto se asienta "en razones humanitarias", ante las sospechas de que sea parte de un acuerdo político tras haberse salvado de ser destituido en el Congreso esta semana gracias a un pequeño sector del fujimorismo.

El presidente peruano firmó el indulto solo tres días después de evitar la destitución con la abstención de un grupo de diez fujimoristas liderados por Kenji Fujimori, hijo menor de Alberto, que anteriormente había pedido de manera abierta a Kuczynski indultar a su padre.

El gobernante deseó que el indulto a Fujimori permita curar "heridas abiertas, a partir de un esfuerzo reconciliador y de una voluntad" por parte de todos para que Perú celebre en 2021 un bicentenario de su independencia "fraterno, de paz y prosperidad".

"No nos dejemos llevar por el odio. No paralicemos nuestros país. Pasemos esta página y trabajemos juntos para nuestro futuro", apostilló Kuczynski.

El indulto está sustentado por razones humanitarias, al considerarse que Fujimori padece fibrilación auricular paroxística, hipertensión, insuficiencia mitral, cáncer de lengua del que ha sido operado en seis ocasiones y una hernia lumbar, lo que se supuestamente se agrava en prisión.

Fujimori se encuentra actualmente en una clínica de Lima, donde el pasado domingo recibió la noticia del indulto acompañado de sus hijos, tras haber sido trasladado el viernes desde la prisión donde cumplía su condena, y a la que ya no volverá cuando termine su hospitalización.

El expresidente fue condenado en 2009 a 25 años de prisión como autor mediato (con dominio del hecho) del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetrada a cargo del grupo militar encubierto Colina, y por el secuestro de un periodista y un empresario en 1992.