Un mural de Vladímir Putin como Lord Voldemort, en Poznan.

Un mural de Vladímir Putin como Lord Voldemort, en Poznan. EFE

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Las élites abandonan a Putin: oligarcas, diputados y empresarios, contra la invasión de Ucrania

Las sanciones impuestas por la Unión Europea han creado una oposición interna nunca antes vista al régimen de Vladímir Putin.  

2 marzo, 2022 09:46

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Pocas veces en la historia Vladímir Putin habrá sufrido una oposición tan intensa desde dentro de Rusia. Acostumbrado a lidiar con los opositores a su régimen y con los periodistas no alineados que, de una forma u otra, termina silenciando, a veces de las formas más violentas, con decenas de asesinatos sin resolver, al presidente ruso le acaba de salir una nueva oposición: la de los suyos, la de la élite que sostiene a su régimen, anclada en los privilegios económicos. 

Las sanciones internacionales que han atacado directamente a los intereses económicos del país y a su élite financiera y empresarial, están mermando el apoyo de los oligarcas al líder ruso. Y, aunque tímidamente, empiezan a levantarse las primeras voces contra la invasión a Ucrania desde sectores que nunca antes se habían opuesto a las decisiones de Putin. 

Mikhail Fridman, el oligarca que este martes dimitió del consejo de administración de LetterOne, sociedad que posee el 77,7% de Día, fue uno de los primeros en posicionarse contra la guerra. El pasado domingo, en una carta enviada al personal de la empresa de la que acaba de dimitir, afirmó que "la guerra es una tragedia" y "nunca puede ser la solución" y pidió que terminara "el derramamiento de sangre".

"Nací en el oeste de Ucrania y viví allí hasta los 17 años. Mis padres son ciudadanos ucranianos y viven en Lviv, mi ciudad favorita", escribió Fridman. "Pero también he pasado gran parte de mi vida como ciudadano de Rusia, construyendo y haciendo crecer negocios. Estoy profundamente apegado a los pueblos de Ucrania y Rusia y veo el conflicto actual como una tragedia para ambos".

En la carta, Fridman insistía en que no era su costumbre posicionarse a nivel político, pero que la situación lo exigía. "No hago declaraciones políticas, soy un hombre de negocios con responsabilidades para mis muchos miles de empleados en Rusia y Ucrania. Sin embargo, estoy convencido de que la guerra nunca puede ser la respuesta. Esta crisis costará vidas y dañará a dos naciones que han sido hermanas durante cientos de años. Solo puedo unirme a aquellos cuyo ferviente deseo es que termine el derramamiento de sangre. Estoy seguro de que mis socios comparten mi punto de vista", zanjó. 

Mikhail Fridman.

Mikhail Fridman.

Después de la oposición pública de Fridman, otros oligarcas rusos siguieron su ejemplo, entre ellos Oleg Deripaska, un empresario que hizo fortuna con el sector del aluminio. "¡La paz es muy importante! ¡Las negociaciones deben comenzar lo antes posible!", dijo Deripaska, también el domingo, en una publicación en Telegram.

Cuando el rublo se derrumbó, ya este lunes, Deripaska cargó contra las medidas establecidas por el gobierno ruso y la decisión del banco central de aumentar drásticamente las tasas de interés y obligar a las empresas a vender moneda extranjera que, según el oligarca, es la "primera prueba de quién pagará realmente por esto".

Después de las primeras protestas, y a medida que las sanciones se iban aplicando, empezaron a salir más voces en contra. Alexei Mordashov, el empresario multimillonario ruso, presidente del conglomerado metalúrgico y energético Severstal fue uno de ellos. En un comunicado, Mordashov, que cuenta con un tercio de las acciones de la agencia de viajes TUI, la mayor del mundo, calificó la guerra en Ucrania de "tragedia para dos naciones fraternales".

"Es terrible que mueran ucranianos y rusos, que la gente sufra y que la economía se hunda," lamentó el empresario, que expresó la esperanza de que el conflicto tenga un rápido fin y termine "el derramamiento de sangre".

El multimillonario señaló que nunca ha estado relacionado con el mundo de la política, y mostró su incomprensión ante las sanciones que le fueron impuestas a nivel internacional a él y a otros 25 individuos, entre ellos empresarios, funcionarios del Kremlin y oficiales del Ejército. "No tengo absolutamente nada que ver con la aparición de las actuales tensiones geopolíticas y no entiendo por qué la UE me ha sancionado," aseguró, sin entender cómo estas medidas contribuirán a la resolución del "terrible conflicto".

También Oleg Tinkov, el fundador del banco ruso Tinkov ha escrito un mensaje en Instagram en el que instaba a Putin a terminar con la guerra. "Ahora, en Ucrania, mueren personas inocentes todos los días, ¡esto es impensable e inaceptable! Los estados deberían gastar dinero en tratar a las personas, en investigación para vencer el cáncer y no en la guerra. ¡Estamos en contra de esta guerra! #Noalaguerra", escribió. 

El post de instagram de Oleg Tinkov.

El post de instagram de Oleg Tinkov.

Oposición en la Duma

Las voces disidentes han llegado hasta la Duma y tres diputados del parlamento, miembros del Partido Comunista Ruso, han criticado la invasión de Ucrania:  Vyacheslav Markhaev, Oleg Smolin y Mikhail Matveyev.

Smolin fue el primero en posicionarse a través de las redes en una publicación en la que dijo estar "conmocionado" por la invasión. "Como intelectual ruso, estoy convencido de que la fuerza militar debe usarse en política solo como último recurso", escribió Smolin. "No está claro si es posible lograr el objetivo de la desmilitarización de Ucrania con la ayuda de una operación militar. Su ocupación como objetivo por Vladímir Putin no está declarada y no es real. Lo siento por las vidas humanas, tanto las nuestras como las ajenas. Además, durante la mitad de mi propia vida vivimos en un solo país."

Le siguió Mikhail Matveyev en una publicación en Twitter: "Voté por la paz, no por la guerra, para que Rusia se convierta en un escudo, para que el Donbas no sea bombardeado y no para que Kiev sea bombardeada", escribió en una publicación que borraría más tarde. Explicó en un hilo de Twitter que no lo hacía porque hubiese cambiado de opinión, sino porque sus palabras se habían reproducido "en todo el mundo, la mayoría de las veces de forma anónima, para incitar al odio mutuo".

Por último, Vyacheslav Markhaev, senador por Siberia, afeó este domingo en su cuenta de Facebook que, con el pretexto de reconocer dos enclaves separatistas como repúblicas, "se ocultaron planes para desatar una guerra a gran escala con nuestro vecino más cercano".

Él y los otros dos miembros comunistas se encontraban entre la mayoría de los diputados de la Duma que votaron a favor de la resolución para reconocer la independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk. Pero en su declaración de Facebook, el diputado aseguró que los miembros de la Duma no estaban informados de los planes para una invasión a gran escala y que creían en un decreto del gobierno que decía que se enviarían tropas como fuerzas de paz.

Más de 6.000 detenidos

Cuando Vladimir Putín anunció lo que él llamó de "operación militar especial" en Ucrania, en una de sus primeras comunicaciones en vídeo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, apeló al pueblo ruso. "Os dicen que la guerra llevará a la liberación del pueblo de Ucrania, pero el pueblo ucraniano es libre. Recuerda su pasado y construye su propio futuro. Construye y no destruye, como os dicen cada día por televisión. La Ucrania real y la que veis en vuestras noticias son países completamente diferentes", les dijo en ruso. 

"Se trata de paz y de principios. De justicia. De derecho internacional. De derecho a la autodeterminación. El derecho a determinar tu propio futuro. El derecho de toda sociedad a la seguridad y el derecho de toda persona a vivir sin amenazas. No queremos una guerra, ni fría, ni caliente, ni híbrida. Pero, si somos atacados, si nos intentan tomar nuestro país, nuestra libertad, nuestras vidas, las vidas de nuestros hijos, nos defenderemos. ¿Queréis una guerra? La respuesta depende de vosotros, ciudadanos de la Federación Rusa", terminó.

En las calles, la respuesta fue inmediata: desde el primer momento, miles de rusos salieron a protestar contra la guerra de Putin, protagonizando choques violentos con las fuerzas de seguridad rusas que enseguida han intentado acabar con las manifestaciones. Según la organización OVD-info, especializada en el seguimiento de arrestos y la defensa de detenidos, más de 6.000 personas han sido detenidas por manifestarse.

La policía arresta a varios manifestantes en una protesta en San Petersburgo.

La policía arresta a varios manifestantes en una protesta en San Petersburgo. EFE

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, trató de restar importancia a la escala de las protestas y dijo que si bien Putin "escucha la opinión de todos", también señaló que conoce "la parte de quienes tienen un punto de vista diferente y quienes simpatizan con una operación tan necesaria".

Al otro lado de la frontera, Zelenski reconocía el esfuerzo del pueblo ruso, les agradecía y les volvía a alentar: "Anoche empezaron a bombardear áreas residenciales en la heroica ciudad de Kiev. Esto me recuerda a 1941. A los ciudadanos rusos que salieron a protestar: os vemos. Esto significa que nos habéis escuchado y que empezáis a confiar en nosotros. Luchad por nosotros. Luchad contra la guerra".