¿Qué significado tiene?

¿Qué significado tiene? Marina Bachiller

Belleza

Entre apuesta estilística y liberación: por qué cortarse el pelo es un símbolo

Elegido o sufrido, el acto de cortarse o raparse la melena está cargado de significados y símbolos. Lo analizamos.

8 enero, 2023 02:37

El cabello (o su ausencia) abarca mil significados. Como elección o imposición, el acto de cortarlo marcó y sigue marcando la historia de las mujeres. Entre prejuicios y fascinación, su poder símbolico no decrece.

[¿Es bueno para el pelo raparse? Mito o realidad]

Raparse o cortarse el pelo se convirtió en un símbolo de libertad, una herramienta política e incluso, de forma más amplia, una clara señal de la reapropiación del cuerpo femenino.

"Todo lo relacionado con el cabello tiene un fuerte impacto visual. Por eso, cualquier cambio que realicemos en él está mandando un mensaje profundo y muy personal. No tenemos que pensar solo en los cambios más drásticos, puesto que incluso los detalles más sutiles contribuyen a la hora de mover conciencias" recuerda Mª José Llata, directora de Peluquería Llata Carrera, en Santa Cruz de Bezana (Cantabria).

Eva Soto, psicóloga y profesora de Deusto Salud, añade en este sentido que "suele tener siempre un significado detrás. El cabello es un aspecto muy identitario y marca mucho nuestra imagen. Muchas veces, utilizamos ese cambio de imagen para romper con algún patrón o alguna etapa vital".

Repasamos, con expertos, el alcance del acto de raparse o cortarse el pelo, entre elección estilística y símbolo.

Cortarse el pelo en la Historia

"El cabello a lo largo de la historia ha tenido distintos significados que van desde lo mágico, religioso hasta el poder y la sexualidad. Es decir, el pelo expresa distintos simbolismos de acuerdo a la época" aclara la Dra. Laura Zambrini, socióloga, especialista en moda y estudios de género y profesora a cargo de la cátedra de Sociología de la Moda en la Universidad de Buenos Aires.

"En distintos momentos de la historia, el cabello ha sido un modo de expresar la ideología, por ejemplo, pensemos en las bandas de rock de los años 60, el punk y más recientemente, las protestas masivas de corte de cabello a partir de lo acontecido en Irán" añade la experta.

Históricamente asociado a la feminidad, el cabello largo, además de ser normativo, también llegó a plasmar una idea de belleza tradicional. La caza de brujas de Salem, fechada en 1692, es un ejemplo de ello: los cráneos de las mujeres acusadas fueron rapados, para identificarlas como brujas "bajo la influencia directa del demonio".

En Francia, tras la Segunda Guerra Mundial, las mujeres acusadas de colaborar con la Alemania nazi fueron rapadas en cada punto del país. Se estima que entre 20.000 y 40.000 mujeres acusadas con razón o sin ella de colaborar con los ocupantes alemanes lo fueron en Francia, entre 1944 y 1945.

Aún así, su connotación está profundamente relacionada con la cultura: "en algunas tradiciones como el Sijismo, no se cortan nunca el pelo porque lo vinculan con su respeto hacia el ciclo natural de la vida y su compromiso espiritual con ella.

En cambio, en el hinduismo, existe la tradición del Chudakarana. Es justamente lo opuesto. Sueles ir a un templo a cortarte el pelo y ofrecerlo a la divinidad. El simbolismo detrás de esta acción es que al cortarte el pelo de desprendes de la personalidad y el ego, emprendiendo así un nuevo compromiso espiritual" matiza Eva Soto. 

Un símbolo de libertad

Mujeres de EL ESPAÑOL se cortan el pelo por las iraníes Javier Carbajal

Ayudado por las diversas olas feministas, cortarse el pelo se convirtió recientemente en un acto de rebeldía. La muerte de Mahsa Amini, tras una violenta paliza de la Policía Moral por no llevar el velo de forma adecuada en Irán, provocó una ola de indignación en 2022.

El suceso propulsó un movimiento popular, no solo en el propio país, sino también a nivel internacional: miles de mujeres salieron a las calles para manifestarse contra la opresión e iniciaron un movimiento, llamado #hairforfreedom, en las redes sociales, grabando vídeos en los que se quitan el velo y se cortan un mechón de pelo como protesta

Precisamente, en el folclore iraní, que las mujeres se corten el pelo es un símbolo de protesta ante las injusticias que comete el opresor. "El cabello es un elemento muy representativo de las mujeres y aquí reside su gran poder a la hora de convertirse en un símbolo de libertad que consigue traspasar el tiempo, las fronteras y las culturas, como se está demostrando" opina Charo García, directora de Ilitia Beauty & Science, en Balmaseda (Bizkaia).

"Al cortar un mechón con las tijeras, las mujeres asumen el poder y el control sobre ellas mismas, y mandan un mensaje inequívoco al régimen que tienen en frente y al mundo entero. Dicen basta, basta a las injusticias y a las represiones, a la falta de libertad. Dicen que es el momento de cortar con lo viejo, con lo que no sirve, para poder crecer con más fuerza" añade la experta.

En todo caso, "sí se hace de forma consciente y meditada el corte de pelo, suele comportar un momento de liberación y cambio. Por lo tanto, a nivel emocional estaría empoderando a la persona sintiéndose más libre y con mayor determinación en aquellos aspectos que te habías propuesto. Si se hace por moda o porque terceras personas han propuesto el cambio. No tiene el mismo efecto y puede generar más inseguridad en la persona" aclara Eva Soto.

Una herramienta política

Cortarse el pelo también se convirtió, a lo largo de la historia, en un instrumento político propio. Cambiar de peinado o adornarlo puede plasmar un mensaje fuerte: "solo hay que recordar el pequeño pasador con el que la actriz Meryl Streep decoró su recogido en la gala de los Oscar de 2018, en el que se podía leer TimesUp', en contra del acoso sexual en la industria del cine" explica Mª José Llata. En 2014, la diseñadora británica Vivienne Westwood rapó su melena naranja en señal de protesta por la lucha contra el cambio climático.

La actriz Rose McGowan se rapó la cabeza a modo de reivindicación. ¿Su objetivo? Denunciar la violencia sexual y los comportamientos machistas sufridos por las actrices y las mujeres en general. Confesó que siempre le habían recomendado preservar su melena para trabajar: "Me dijeron que tenía que tener el pelo largo o los directores de casting no querrían follarme. Bueno, que se joda Hollywood".

En 2008, Emma González, una joven superviviente del tiroteo perpetrado en el colegio Stoneman Douglas en Parkland, Florida, se convirtió en un símbolo del movimiento antiarmas en Estados Unido. Cabeza rapada y el puño en alto, desafió todos los prejuicios.

Raparse, como elección estilística y emocional

Su elección, como apuesta estilística, sigue siendo sin embargo polémica: "Si el corte de pelo viene determinado por una acción interna ya demuestra una gran personalidad y fuerte autoestima y autoconcepto. Por lo que seguramente a esas personas les va a dar igual la opinión de terceros.

Pero el ejercicio que deberíamos hacer es la inversa. Es decir, ¿por qué debemos cuestionar a alguien por su imagen personal? Creo que nuestra actitud debería ser la opuesta. Apoyar y aceptar a la persona en el cambio que quiera en su vida" explica Eva Soto.

Muchas famosas apostaron por este cambio estético, contribuyendo al cambio de los códigos preestablecidos de feminidad. En 2010, Emma Watson, inspirada por Mia Farrow, sorprendió con su pixie (al que volvió en 2022 para protagonizar la campaña del perfume "Paradoxe", de Prada)."No me puedo creer todo el revuelo que este corte de pelo ha levantado. Es una locura" decía entonces la actriz, asegurando que llevaba años deseando probar con este peinado. Kristen Stewart, Cate Blanchett, Cara Delevingne... también se decantaron por el corte extra corto.

Numerosas actrices adoptaron este peinado por motivos profesionales, afianzando su banalización: Sigourney Weaver se rapó para el rodaje de Alien 3, Demi Moore para la película G.I. Jane, Natalie Portman para V de Vendetta...

"Al presente, el hecho de cortarse el pelo, muchas veces, es interpretado como una especie de rito de pasaje o de renovación personal de cara al futuro. La mayoría de las veces se hace teniendo en cuenta las tendencias del momento. Esto se vincula con la manera en que hemos aprendido socialmente a construir nuestra imagen para insertarnos en la vida social.

En otras palabras, hay códigos estéticos impuestos por las modas que expresan los valores 'requeridos' en una época para ser aceptados socialmente. Ello se debe a que las modas funcionan como mecanismos de integración social y los cortes de pelo también forman parte de estos lenguajes de las apariencias.

Sin embargo, estas modas no son neutras, sino que el pelo, además, se constituye como una fuerte marca de género que refuerza los estereotipos sobre lo femenino y masculino. Precisamente, una manera posible de transgredir las normas de género impuestas es subvirtiendo esos códigos estéticos.

Por ejemplo, en los años 20, un modo de expresar la necesidad de liberación femenina fue mediante la incorporación del pantalón y el pelo corto en las mujeres. Y si bien, al presente, los estereotipos binarios de género están siendo muy cuestionados, aún persiste cierto prejuicio respecto al uso del pelo corto en las mujeres. Esto se debe la dimensión política sobre los cuerpos que hay detrás de la moda" recuerda Laura Zambrini.

Entre elección estilística y acto de rebeldía, en 2007, la cantante Britney Spears dejó el mundo sin palabras al raparse la cabeza en directo. La artista vivía entonces una época de crisis y de depresión sin precedentes.

"Cuando hablamos de grandes cambios de imagen, como ya he comentado anteriormente, muchas veces están vinculados con otros cambios en nuestra vida. Ese corte de pelo, cambio de color, entre otros, lo vinculamos como una ritualización o una expresión del cambio interno que estamos viviendo.

Por lo tanto, si podrían darse cambios en nuestro comportamiento. Antes apuntabas a los prejuicios. Por lo tanto, ya determina la valentía de la persona por enfrentarse a este tipo de situaciones en las que tal vez pueda ser juzgada o criticada" apunta finalmente Eva Soto.

¿Una ruptura con el pasado?

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de KATY PERRY (@katyperry)

Del pixie platino de Katy Perry, después de romper con Orlando Bloom, a la melena oscura de Cameron Díaz, tras el final de su historia con Justin Timberlake pasando por el long bob (que resultó ser una peluca) de Aitana, al separarse de Miguel Bernardeau... son muchos los ejemplos de que un cambio de peinado también es un símbolo sentimental.

"Vernos y sentirnos bien es fundamental para poder hacer frente a un momento complicado de la vida, como es una ruptura. Un cambio de look nos ayuda a visualizar claramente esta nueva etapa que iniciamos y adentrarnos en ella con más fuerza y seguridad" comenta Mª José Llata.

"Es un gesto cargado de simbolismo, porque cortamos el cabello pero también eso que ya no queremos. Además, regalarnos un tiempo de cuidado para nosotras mismas, en el salón de peluquería, sin duda nos aportará bienestar y nos reconfortará" concluye la experta.