Zazou Belounis.

Zazou Belounis. E.E

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De futbolista en Catar a la restauración en Marbella: la nueva vida de Zazou Belounis en Casanis Group

El exfutbolista es en la actualidad el CEO de uno de los grupos dedicados a la restauración más importantes e influyentes de la cosmopolita localidad malagueña.

21 julio, 2022 05:00

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Zazou Belounis (París, 1980) es uno de los empresarios del mundo de la restauración más influyentes de Marbella. Sin embargo, su pasado deja entrever una profesión de la que lleva alejado desde hace casi una década: el fútbol.

Desde niño, a Zazou le volvía loco este deporte y fue a lo que acabó dedicándose profesionalmente llegando a estar en diferentes clubs de todo el mundo: La Tour, Île-Rouse, Al Jaish... Sin embargo, su paso por Catar, el estado donde comenzó a trabajar en 2007, marcó un antes y un después en su vida. El francés, que inicialmente disfrutó de la gloria absoluta en el Al Jaish, vio como el club, tras renovarle el contrato en 2010, comenzó a tratarle de una forma que no le gustaba. 

Según relataron los medios internacionales entonces, cuando Zazou cumplió su objetivo de que el club ascendiera, lo dejaron en el banquillo y comenzaron a no pagarle el sueldo. Por estos hechos Zazou presentó una demanda por impago al club en 2012. La respuesta de la directiva fue negarle el visado de salida del país hasta que no la retirara.

Tal y como relata Zazou en el libro donde recuerda aquella etapa, se vio preso del fútbol a kilómetros de casa, sin ingresos, por el simple hecho de pedir lo que era suyo. El 28 de noviembre de 2013 llegaba a Francia gracias al sindicato internacional de futbolistas, FIFPRO, que le apoyó en todo momento durante esos casi dos años.

Cambio de vida

Gracias a la oportunidad de un amigo, Zazou se marchó a Marbella, donde vio un nuevo horizonte para desarrollar una nueva vida ligada a la restauración y los negocios. "Marbella fue la primera que me vio afilando cuchillos y trabajando como camarero. Es un municipio muy especial donde me dieron la primera oportunidad para acabar desarrollando mi carrera poco a poco", explica en una entrevista a EL ESPAÑOL de Málaga. 

Primero fue socio del restaurante Casa Mono. Pero, sin embargo, el gran cambio en su vida llega en 2017, cuando se asocia a Guy Sirre y juntos refundan Casanis Group, el grupo del que luego pasó a ser CEO. El año que vienen cumplirán las dos décadas en Marbella.

En la actualidad cuentan con tres restaurantes: La Plage Casanis, el beach club del grupo; Casanis Bistrot, un romántico restaurante en el centro de Marbella y Mamzel, la opción más fiestera del grupo. Cada uno con un estilo y ambiente diferente. Muy pronto, además, nacerá Nota Blu, su próximo concepto.

Cuando se le pregunta sobre cuál es el que más le gusta de los tres, utiliza una frase que suelen utilizar los papás que tienen varios hijos: "El amor no se divide, se multiplica". "Es imposible quedarme con uno de los tres, ni con el que va a nacer en septiembre. Bistrot lo abrió mi socio. Mi primer hijo, por así decirlo, fue La Plage, pero Mamzel, el segundo que abrí, también me apasiona. Cada uno tiene lo suyo en función de lo que quieras", confiesa.

Sus años dedicados al fútbol le han enseñado mucho que aplicar al mundo de la restauración. En concreto, "el liderazgo", algo fundamental para él. Respecto a la competencia después de veinte años de trabajo, no le importa demasiado. "Nosotros nos centramos en hacer las cosas con amor, para que el cliente se lleve emociones, igual que yo trabajo con emoción", expresa.

Trabaja para superarse a él mismo. "Siempre estamos en constante mejora", dice. Su último "bebé" es Mamzel, que nació en el verano de 2020. Tenía que haber nacido en pleno confinamiento, el 14 de abril, y después de una gran inversión vio como todo tuvo que retrasarse con una incertidumbre muy grande. "Me tiré en la cama y dije: 'estoy muerto'; no me quedó otra que seguir hacia delante y al final todo ha ido bien", comenta, aliviado. 

Según relata, desde el inicio de la pandemia ha mantenido a una plantilla de 300 empleados, pagándoles sus sueldos, además, "sin ninguna ayuda del Estado", con el objetivo de que no se marcharan. "En Francia ayudan a la hostelería, pero aquí solo tenemos los préstamos ICOS, que pedí varios, para poder pagarles… Pero al final eso no es ayuda, porque es un préstamo que vas a acabar devolviendo y que aún sigo pagando", declara.

Precisamente una de cosas que más trata de pulir son los espectáculos que se realizan en Mamzel puesto que el restaurante es un diner show. "Me pasa lo mismo que con el cliente. Tenemos que transmitir las emociones con las que trabajamos", explica. Este mes han estrenado dos espectáculos: Le Bazar, con temática circense, y Rockabilly, con el rock como protagonista.

No es fácil para él, especialmente en verano, trabajar en el mundo de la restauración. Después de tantos años, tiene que explicarle a sus hijas que "papá se va a trabajar por su bien". "Trato de compaginarlo lo mejor que puedo, pero sí que es cierto que estas fechas el trabajo aumenta y es más complicado", declara.

Un viaje por el mundo 

Si hay algo que une a sus restaurantes es que el cliente viaja a través del paladar. La carta de los restaurantes es un resumen de todos los países por los que ha pasado cada uno de los socios, desde Guy Sirre al propio chef ejecutivo, Fabián Cangas

Una de las aportaciones que ha hecho a la carta Zazou es un plato inspirado en Formentera. "Fui y probé unas patatas con huevo frito y bogavante impresionantes. No dudé en decirle a Fabián que teníamos que mejorarlos desde Casanis", expresa, entre risas.

Una imagen de Bistrot.

Una imagen de Bistrot. Pedro Jaén

Reconoce que estar en Marbella equivale a que "no te dejen pasar ni una". "Cuidamos mucho los detalles. Lo pide el cliente. Quizás incluso tenga que decir que ahí es donde más tengamos que mejorar. Tenemos que cuidarlos aún más para ofrecer una experiencia de lujo total. El tipo de cliente que entra a nuestros restaurantes lo mide todo", expresa.

Un detalle peculiar es que reconoce con honestidad que durante los peores momentos de la pandemia no podían acceder los teléfonos móviles a sus locales "para protegernos". Marbella, durante la pandemia se ha convertido en 'una burbuja de libertad' ajena a la Covid en la que los propios marbellíes reconocen que pocas mascarillas se usaron. 

De igual forma otra de las normas fundamentales en sus restaurantes es que está prohibido sacarse fotos con personalidades que acudan a ellos puesto que estos también son clientes y deben disfrutar como el resto.

El futuro

Su próxima parada en Marbella es de color azul y se llama Nota Blu, que será su próximo restaurante. Cree que probablemente se convertirá en el restaurante de mayores dimensiones de Marbella. "Es enorme", dice. 

Darán cientos de cubiertos que podrán doblarse en determinados días, tendrá el azul como protagonista y predominará en él el estilo neoyorquino. La comida tendrá un ligero toque francés -brasserie-, pero con influencia de otros países, como pasa en el resto de restaurantes. Pese a ello, tiene que reconocer que ha cambiado ya varias veces lo que iba a ofrecer a nivel gastronómico. "No me decidía, la verdad", confiesa riendo.

También se encuentra trabajando en un proyecto fuera de la provincia de Málaga, aunque no desvela en qué lugar. Eso sí, cabe recordar que Madrid es una ciudad que le apasiona y con la que sueña.

Respecto a la capital de la Costa del Sol, en septiembre tiene planeado visitarla para hacer un tour. Sabe que la ciudad cada día crece más y está de acuerdo en que "es buen momento para invertir". "Sé que es otro público totalmente diferente al de Marbella, pero al que le gusta comer bien. No descarto que hagamos algo por allí", matiza. En la espera, invita a los malagueños de la capital a comer en alguno de sus restaurantes porque "son toda una experiencia".

Los números salen

Según el empresario parisino, Casanis ha incrementado sus números en un 30% respecto al verano pasado y "espero que sigan así". "Tenemos presencia local y de clientes extranjeros que tienen aquí una segunda vivienda en verano, que contrarresta al público que, con la apertura de las fronteras, elige otros sitios como Ibiza o las Islas Griegas", explica. 

El año 2022 está siendo para él "una locura", pero espera que "todo se mantenga así año tras año, que se demuestre el potencial que tiene Marbella". Cree que los años dorados de Marbella están volviendo y que su valía a nivel internacional hará que se potencie mucho el turismo a nivel regional. "Se va a demostrar lo mucho que vale Andalucía", remarca. 

Amor, servicio y buena comida. Así define Belounis a su grupo. Una de sus metas es abrir pronto algo similar a una fundación a través de la cual pueda demostrar ese amor por las personas en forma de ayuda, especialmente a la gente de barrio, humilde. "Vengo de orígenes humildes, no me es difícil empatizar con ellos. Me encantaría formar a gente de los barrios para que trabajen en el sector de la restauración entre otras muchas cosas más. La idea de la fundación está en proceso", zanja.