El nuevo faro cultural de la Costa del Sol, la torre de 12 plantas de altura construida junto al mar en Estepona, se sigue completando. Tras su inauguración oficial en marzo del año pasado y la apertura de una sala de exposiciones que acoge parte de la colección del Museo Thyssen, ahora toca el turno de la moderna y amplia biblioteca que ocupará ocho plantas del edificio, con una superficie de 100 metros cuadrados por nivel.

La denominada Biblioteca de Culturas Contemporáneas, cuya apertura se fija dentro del primer semestre del año, es protagonista de la edificación, que reserva espacios para la sala expositiva, para un auditorio y para un conservatorio que se espera esté operativo en el último trimestre de 2024. "El proyecto se basa en crear una biblioteca transversal, innovadora, cercana, accesible y orientada al futuro, un espacio pensado para la comodidad y el aprendizaje de las personas y no para el mero almacenaje", se destaca.

El objetivo final es hacer de este espacio "un lugar de encuentro, de sosiego, de estudio e investigación". La finalidad, como destacan desde el Consistorio esteponero, no es conformar "un contenedor de cosas, sino un generador de vida, donde todos los estratos de la sociedad encuentren un lugar de sosiego y aprendizaje".

Diseño previsto para la biblioteca del Mirador del Carmen.

Conforme a la distribución planteada, de las ocho plantas con las que contará la biblioteca, tanto la primera como la segunda serán salas independientes, no comunicadas entre sí; una escalera interior enlazará el resto de zonas del edificio, desde la tercera a la octava planta. 

El último movimiento dado por el Ayuntamiento para acelerar la puesta en servicio de este equipamiento es la licitación de todo el mobiliario necesario, que va a suponer una inversión próxima a los 300.000 euros. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el 28 de enero, siendo el plazo del servicio de 60 días.

En el pliego de condiciones que rige este procedimiento se remarca la apuesta por dividir todo el conjunto en diferentes lotes, conforme a los espacios planteados: Sala Infantil, Sala Futuro, Plantas 3 a 7 y Zona de Resonancias. Delimitaciones en las que se observa la apuesta por disponer, por ejemplo, de tiendas campaña infantil, de una grada gamer o de una mesa podcast, entre otras curiosidades.

Detalles del mobiliario de la futura Sala Infantil.

Espacios

La Sala Infantil será la primera destinada a Biblioteca del Mirador del Carmen en Estepona y está pensada para público infantil, así como para la administración de la biblioteca. La Sala Futuro estará destinada a usuarios con edades comprendidas entre los 14 y 18 años, estando concebida como punto de encuentro entre los adolescentes, para hacer trabajos grupales, individuales, lectura o contenido audiovisual.

Las plantas 3 a 7 se distribuyen en una zona de consulta y lectura (planta 3); zona de documentación (planta 4), dedicada al estudio y a la investigación, estando especializada en mar y medio ambiente; zona de coworking (planta 5), que puede ser reservada por grupos de trabajo. Las plantas sexta y séptima estarán dedicadas al estudio y a talleres.

Otra de las estancias previstas en el biblioteca del Mirador del Carmen.

Finalmente, la Zona de Resonancias será multifuncional y digital y contará con una pequeña sala audiovisual. Incluirá una pequeña sala para grabación de voz, podcast, radio con espacio para 4 personas. 

A ojos del arquitecto Salvador Moreno Peralta, responsable del diseño del Mirador del Carmen, la biblioteca "es lo más interesante del proyecto". A diferencia del planteamiento realizado en origen por otros estudios, el suyo optó por incluirla dentro de la torre, de manera que fuese protagonista. "El objetivo era que ese edificio que sirve para sostener un mirador tuviese contenido", remarca, admitiendo que cuando ideó la manera de integrarla, pensó en la película El Nombre de la Rosa y la biblioteca de la abadía, instalada en una torre.

"En este caso es menos siniestra y con vistas al mar, algo que permite la membrana que cubre el edificio", destaca. De hecho, este elemento va a permitir la entrada de toda la luminosidad, pero repeliendo en buena medida el impacto directo del sol. Según el arquitecto, la biblioteca atiende más al concepto de Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), funcionando como espacio polivalente y versátil.