Es uno de los grandes retos: ¿de dónde van a salir tantos trabajadores cualificados para los ambiciosos planes de contratación que traen las grandes empresas que aterrizan en Málaga? Hay un auge de itinerarios formativos alternativos y de atracción del talento foráneo, pero las miradas no dejan de dirigirse a la Universidad de Málaga. Desde allí, emerge una voz autorizada: "Si aquí viene una empresa de fuera, tendrá que ofrecer algo interesante en salario y, fundamentalmente, en proyectos y tecnología".

Se trata del director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Málaga, Fali Godoy; que subraya en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga que no van a sacrificar la calidad de su formación para que la cantidad de egresados sea mayor y cumpla con las expectativas de las compañías.

"Cuando nos dicen que necesitan más ingenieros, aceptamos el reto, recogemos el guante; pero nuestro principal objetivo —y en esto creo que estamos de acuerdo todos los directos de escuelas de Ingeniería— es seguir formando el ingeniero de calidad que venimos formando desde hace décadas. Eso es innegociable", afirma Godoy, que busca un "equilibrio entre intentar que salgan más ingenieros y que sean igual de buenos que siempre".

Para él, la prueba de esa calidad está en reconocimientos como el premio a la mejor patente de un inventor joven de España que recibió un investigador de la escuela, los galardones que año tras año consiguen, las empresas que nacen en el seno de la misma o el rol que juegan sus graduados en el boom de la Málaga tecnológica: "Muchas veces es un orgullo que llevamos en formato local, porque son cosas que no se saben".

"Nosotros tenemos devoción por nuestros estudiantes, nos dedicamos en cuerpo y alma a ello y no quiero tratarles como productos. Formamos fantásticos ingenieros, eso es lo que hacemos bien y tenemos que seguir haciendo bien. Y aquello que hagamos menos bien, pues tendremos que hacerlo mejor", defiende el director de la ETSI de Telecomunicación.

Por tanto, su aportación a la Málaga tecnológica pasa por "ingenieros de alto perfil que son capaces de solucionar con ingenio cualquier problema": "Ninguna compañía se ha sentado conmigo y me ha dicho que quiere perfiles bajos", indica Godoy, que ve "importante que la empresa sepa los perfiles que quiere y los busque en aquellas instituciones que son capaces de dárselos".

"Todas las compañías con las que reúno piden ingenieros, el número. Luego hay algunas que quieren llegar a ese número de una forma más progresiva y a través de un contacto más continuado con la escuela a largo plazo, y otras que igual tienen más prisa o esperan que nosotros tengamos soluciones mágicas para aumentar el número de ingenieros de un día para otro", asegura Godoy.

Señala que hay "sectores paradigmáticos de la Málaga tecnológica" que han hecho "algún apunte respecto a controlar el crecimiento": "Creo que los números que maneja la prensa [de contrataciones de ingenieros], que no sé cómo se hacen, desde luego no vamos a ser capaces de cubrirlos desde el talento local. Va a haber que mirar fuera".

"Nosotros estamos afinando todos los procedimientos, buscando todas las formas de que salgan más ingenieros, intentando que vocaciones reales que existen no se pierdan en el camino. Todos estamos haciendo esfuerzos, pero nuestro objetivo innegociable es que nuestros ingenieros sigan teniendo un lugar en los mejores sitios del mundo", sentencia Godoy.