Mónica García e Isabel Díaz Ayuso.

Mónica García e Isabel Díaz Ayuso. EP

Política

El Gobierno va a la guerra con Ayuso por el cribado de cáncer en Madrid, como ya ha hecho con Juanma Moreno y Mazón

La Comunidad se declara en rebeldía y se niega a entregar datos internos sobre estas pruebas de prevención al departamento de Mónica García.

Más información: La crisis de los cribados empuja a siete comunidades autónomas a potenciar sus estrategias de 'screening' en cáncer.

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Las claves

El Gobierno de Pedro Sánchez y la Comunidad de Madrid, dirigida por Isabel Díaz Ayuso, están en conflicto por la gestión de los programas de cribado de cáncer.

Madrid se niega a entregar al Ministerio de Sanidad los datos de sus programas de detección de cáncer, argumentando que no existe obligación legal para hacerlo.

La consejera madrileña, Fátima Matute, acusa a la ministra Mónica García de utilizar la salud pública con fines políticos y critica la falta de un sistema unificado por parte del Ministerio.

El enfrentamiento se suma a conflictos similares del Gobierno central con otras comunidades gobernadas por el Partido Popular, como Andalucía y la Comunidad Valenciana.

El enfrentamiento entre el Gobierno de Pedro Sánchez y las comunidades del Partido Popular por la gestión de cribados sanitarios suma un nuevo capítulo.

Esta vez, el motivo es el intercambio de datos sobre los programas de cribado de cáncer de cérvix, mama y colon de la Comunidad de Madrid.

Y es que, el equipo de Isabel Díaz Ayuso ha rechazado entregar al Ministerio de Sanidad la información sobre sus programas de detección al considerar que lo único que busca la ministra Mónica García es una "estrategia de confrontación política y distracción".

Para conocer la problemática del asunto es necesario retrotraerse a unas semanas atrás, cuando se dio a conocer que la Consejería de Sanidad de Madrid iba a adquirir unos test para el cribado de cáncer de cérvix, que eran los más baratos de las ofertas presentadas.

La oposición en bloque, Más Madrid y PSOE, acusaron a Sanidad de "recortar" en la prevención de la salud de las mujeres, haciendo símiles con el "abandono" que, a su parecer, también se había producido en Andalucía con los retrasos en el programa de cáncer de mama.

Madrid respondió rápidamente y aseguró que los test, aunque fueran la oferta más ventajosa, eran igual de seguros y eficaces. ¿La prueba? Estaban avalados por el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero, aunque esos test tuvieran el visto bueno del máximo organismo sanitario, el partido político de la ministra García decidió entrar en la batalla política.

La ministra Mónica García es, según las últimas informaciones, la futura candidata de Más Madrid en las elecciones del 2027. Por ello, su movimiento se tomó desde la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, como un ataque electoralista.

Ahora, a ese "ataque" se le suma la petición de información que la titular de Sanidad ha hecho a todas las regiones y por la que Ayuso se ha declarado (de nuevo) en rebeldía.

"No" a dar datos

En una carta enviada este lunes, la consejera madrileña, Fátima Matute, sostiene que los cribados son "competencia exclusiva" de las comunidades autónomas, por lo que se niega a facilitar estos datos.

Matute recuerda que no existe obligación legal ni acuerdo formal adoptado en el Consejo Interterritorial que obligue a compartir esos datos. Por ello, Madrid "no considera procedente" remitir la información "en los términos planteados".

Hay que recordar que la petición del Ministerio llega después de que se hicieran públicos los retrasos en el programa andaluz de detección precoz del cáncer de mama, lo que provocó un choque con el Gobierno de Juanma Moreno.

Sanidad ha reclamado ahora a todas las autonomías datos detallados sobre sus cribados con el argumento de "reforzar la vigilancia" y hacer un "seguimiento exhaustivo" de estos programas, algo que también generó fricciones recientes con la Generalitat Valenciana de Carlos Mazón.

Desde la Puerta del Sol interpretan, sin embargo, que se trata de un intento del Ejecutivo de Sánchez de abrir una nueva batalla con los gobiernos autonómicos del PP.

Matute acusa a García de "manosear de forma maliciosa" el trabajo de las comunidades y de tratar de "fiscalizar" desde el Ministerio una competencia que no le corresponde.

En su misiva, reprocha, además, a la ministra que dedique esfuerzos a este asunto en lugar de resolver los "problemas urgentes" del sistema sanitario, como la falta de médicos, la ausencia de memoria económica en sus proyectos o el desarrollo del Estatuto Marco.

"La cooperación debe basarse en el respeto competencial y en objetivos reales de mejora asistencial, no en la utilización partidista de la salud pública", concluye la consejera.

Matute advierte, además, de que el propio Ministerio no dispone de una red de cribados ni de un sistema informático operativo para recoger los datos que exige.

"Resulta improcedente exigir ahora la remisión de la información solicitada al no estar estabilizado el modelo ni garantizada su homogeneidad", añade, subrayando que los 22 indicadores previstos dependen de un sistema que Sanidad aún no ha puesto en marcha.

La Comunidad de Madrid reivindica que sus programas de cribado están consolidados "desde hace años", con resultados "equiparables o superiores" a los estándares europeos, y asegura mantener la "máxima transparencia y colaboración institucional" dentro del Consejo Interterritorial, aunque sin aceptar "el uso político de la gestión sanitaria".