Igualdad estudia si cambiar el Código Penal para no amplificar la voz de asesinos como Bretón y evitar la revictimización

El Ministerio de Igualdad estudia si reformar el Código Penal a fin de abrir la puerta a prohibir a los agresores vicarios —los que ejercen violencia contra los hijos de sus parejas o exparejas— que difundan públicamente detalles de sus crímenes, evitando que puedan dañar aún más a la víctima.

En todo caso, de aprobarse, sería un juez el que deba ordenar esta medida, cuando estime que la difusión pública de estos contenidos tiene como propósito la revictimización.

Así lo confirman a EL ESPAÑOL fuentes de la cartera encabezada por Ana Redondo, que aclaran, no obstante, que por el momento tan sólo estudian esta posibilidad. La hipotética reforma pretendería que no se repita lo que sucedió con el asesino José Bretón y el libro El odio, en el que el parricida detallaba cómo mató a sus dos hijos en 2011. Ya en prisión, concedió al autor de la obra, Luisgé Martín, varias entrevistas.

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Tras la enorme polémica, la editorial Anagrama, finalmente, canceló su publicación. La Fiscalía había tratado de frenarla, aunque tanto un Juzgado como la Audiencia Provincial de Barcelona la había permitido.

Antes, Ruth Ortiz —madre de los menores asesinados por Bretón— había presentado una denuncia para intentar paralizar la distribución de El odio. Alegó una intromisión ilegítima del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los menores fallecidos.

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Sin embargo, la Audiencia barcelonesa avaló la publicación del libro, argumentando que su suspensión podría "correr el riesgo de incurrir en la censura previa".

El cambio del Código Penal

El cambio legislativo que Igualdad estudia consistiría en modificar los artículos 39 h) y 48.4 del Código Penal, relativos a penas privativas de derechos y las medidas de protección, para incluir una pena accesoria de prohibición de la difusión o comunicación pública de cuestiones relativas al crimen. Con esta reforma, opinan desde Igualdad, se evitaría una revictimización y una mayor lesión por los hechos.

El Ministerio indica que hay dos vías posibles para llevar a cabo esta reforma, una vez estudiada: impulsarla de forma aislada o esperar a incluirla en un paquete de medidas sobre violencia vicaria que se consensúe en el Congreso de los Diputados con los distintos grupos parlamentarios, en el marco del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. "Con el desarrollo del Pacto de Estado vamos a tener que proponer varias modificaciones legislativas. Pero queremos hacerlo de la mano de los grupos parlamentarios para garantizar que tenga éxito", explican las mencionadas fuentes.

Desde Igualdad consideran también que la legislación española debería contar, asimismo, con una definición de violencia vicaria que abarque las distintas situaciones con las que los agresores quieren hacer daño a sus parejas o exparejas atacando a sus hijos.