Alberto Núñez Feijóo, reunido este miércoles en Bruselas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Feijóo gana influencia sobre Von der Leyen con Montserrat como "estratega de políticas" de Weber: "El PPE es el que decide"
El PPE reúne en Bruselas a su núcleo duro, Metsola, Von der Leyen, y los españoles Feijóo y Montserrat, y el político gallego, que no gobierna, es recibido por los comisarios de Defensa y de Comercio: un popular y un socialista.
Más información: Weber elige a Dolors Montserrat como 'dos' del PPE: "El método Merkel acabó, ahora toca más política y menos tecnocracia".
Quien creyera que había disensiones entre el Partido Popular español y el PP Europeo se equivocaba. Este miércoles, Alberto Núñez Feijóo ha reforzado su posición en la política europea. Para empezar, con la designación de Dolors Montserrat como pieza clave en la estrategia de Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo.
Y en segundo lugar, ejerciendo desde ya el poder que eso significa. La reunión a cinco convocada en la sede del PPE en Bruselas tenía ese objetivo: mostrar que el núcleo duro de Weber son las presidentas, Roberta Metsola y Ursula von der Leyen, y los españoles Feijóo y Montserrat, la futura secretaria general de los populares europeos.
Y luego el político gallego, que no gobierna, fue recibido por el comisario de Seguridad y Defensa, Andrius Kubilius, y el de Comercio, Maros Sefcovic. Uno, popular y el otro, socialista.
Esas reuniones con comisarios de diferente ideología sirvieron, según fuentes de su entorno, para mantener un contacto fluido y compartir información, que es lo que requiere el actual momento que vive la UE.
El club europeo trata de reinventarse una vez más, ahora que su socio eterno, Estados Unidos, le da la espalda con aranceles y retirando su escudo defensivo. La Unión, además, está revisando sus propias estructuras, para la inminente ampliación -una vez más, hacia el este-, mientras se replantea sus políticas de migración y de competitividad.
Weber quiere que se vea que es el partido el que está detrás de las políticas de la UE, y lo está logrando con los planes de Rearme y de revisión del Pacto Verde.
"Lo incluimos en nuestro manifiesto, el programa electoral que aprobamos hace un año en Bucarest, y debe quedar claro no sólo que hacemos políticas útiles, sino que cumplimos lo comprometido", dijo Weber en una rueda de prensa conjunta con Feijóo en Bruselas.
Von der Leyen, Weber, Feijóo, Metsola y Montserrat, reunidos este miércoles en la sede del PPE en Bruselas.
"Es así como se genera la confianza de los ciudadanos", insistió, "el partido es el que coordina y manda".
Por eso, aunque parezca paradójico, el ascenso de Montserrat a número dos de los populares europeos significa, realmente, consolidar la influencia de Feijóo sobre la presidenta del Ejecutivo comunitario.
"Los españoles son conocidos aquí porque trabajan duro, entregan lo que se les pide. Y porque traen muchos temas... Dolors ha sido líder en eso, y la quiero junto a mí contribuyendo a desarrollar una estrategia y un programa de futuro".
Antecedentes
Montserrat es actualmente jefa de la delegación del PP en la Eurocámara y vicepresidenta del Grupo del PPE. Según confirmó Feijóo, acumulará este cargo más en su cartera. "Será mucho más trabajo", admiten fuentes de su entorno, "pero la he elegido por eso", aclaraba el político alemán.
Y llega al puesto de mayor poder en la formación más votada de la UE, y mayoritaria en el Consejo -con 15 de los 27 jefes de Estado y de Gobierno-, a pesar de que en los últimos meses se habían detectado ciertas tensiones entre Feijóo y Weber.
La batalla del PP para lograr el rechazo de Teresa Ribera en la nueva Comisión forzó las discusiones en noviembre. Y recientemente los populares españoles trataron de sacar de Valencia la sede del congreso del PPE, y Weber se negó.
Pero ni el voto en contra de la segunda Comisión Von der Leyen ni la polémica por el intento de cambio de Valencia por Madrid para el cónclave de los próximos 29 y 30 de abril han distanciado al político gallego del bávaro.
La exministra de Sanidad será elevada a secretaria general gracias a su "fuerza política activa y moderna", según anunció el propio Weber este miércoles.
El político alemán aúna desde hace tres años el liderazgo de los populares en el partido y en el Grupo del Parlamento Europeo, donde ya ejercía el poder desde 2019. Y ahora quiere aún "más política", porque "los años el 'método Merkel', más pragmático y tecnocrático, han acabado".
Un mensaje en clave, también. Un guiño para Friedrich Merz, líder de su formación en Alemania, la CDU-CSU, eternamente marginado por la antigua canciller, y a punto de asumir el poder.
La toma del poder de Weber levantó ampollas en Rotterdam 2022, porque pretendía instaurar un modelo de poder diferente de los anteriores, acumulando los cargos y entregando la secretaría general a un gestor, el griego Thanasis Bakolas.
Y además, porque se presentaba en plena crisis del PPE, que no dejaba de ceder terreno electoral a las derechas alternativas en cada llamada a las urnas en los países de la UE. Además, se le acusaba de tener posiciones "demasiado cercanas a los ultras" en asuntos como inmigración o seguridad.
Principios y acuerdo
Pero bajo su mando, los populares europeos han ganado posiciones: dominan el Consejo Europeo, presiden la Comisión y el Parlamento, revalidando los cargos de Von der Leyen y Metsola. Y el PPE fue el único de los grandes partidos europeos que ganó votos y escaños en las elecciones del 9-J de 2024.
La maltesa, de hecho, fue el personaje sobre el que pivotó el juego de la silla en que se convierten todas las negociaciones de altos cargos en la UE tras unos comicios. Su trabajo es apreciado por todos, apoyado por liberales, verdes, socialistas y (claro) populares, y no rechazado por los partidos extremos.
La alemana también concitaba un apoyo masivo. Y aunque el PP español puso en duda, a última hora, la ratificación del colegio de comisarios en el pleno de noviembre del Europarlamento, aquel movimiento ahora refuerza a Feijóo.
"Nuestros principios están en el ADN de la Unión, un proyecto de paz y prosperidad", proclamó el presidente del PP en Bruselas. "Y no los vendemos ni los supeditamos a intereses oscuros". Por eso, designar a Ribera, elegida de Pedro Sánchez, era "intragable".
El PP sacó a la luz la responsabilidad de su Ministerio en la dana de Valencia, su nula implicación en la tragedia que le costó la vida a 227 personas el 29 de octubre, y sus posibles incompatibilidades al aspirar al cargo de comisaria de Competencia siendo su pareja miembro de la Comisión de Mercados y la Competencia en España. Y Montserrat lideró esa batalla.
El PP Europeo se unió a la ofensiva, de inicio: Weber forzó a Ribera a comparecer en el congreso y en el Senado español. Y aunque la exvicepresidenta española "no dio explicaciones convincentes", el alemán dio orden de apoyarla "para no obstaculizar la formación del Ejecutivo comunitario", cuando ya se sabía que Donald Trump regresaba a la Casa Blanca y se avecinaba esta tormenta.
Aun así, el PP español se mantuvo en sus trece, y votó en contra de la Comisión, siquiera testimonialmente. Porque el visto bueno ya estaba asegurado y porque así lo pactó, según ha podido confirmar este periódico, con el propio líder del PPE. "No hubo desacuerdo alguno, ni tensiones", explica una fuente conocedora de los hechos. "En realidad, Weber entendió nuestra decisión, e incluso la apoyó".
